Correo
AFPs
Señor director: El tercer retiro previsional ha despertado un pánico generalizado que estuvo contenido en los primeros retiros, más aún si ahora consideramos la posibilidad de hacer retiros a las rentas vitalicias, lo cual era impensado hasta hace pocas semanas, por el derecho de propiedad de la industria aseguradora sobre los fondos que entregaron los pensionados a cambio de una pensión vitalicia.
Pero no hay que confundir las cosas, los retiros previsionales son un adelanto en dinero para los afiliados respecto a las futuras pensiones, que serán menores obviamente, pero no está en entredicho la propiedad de los fondos. Por lo mismo, hay que confiar en el rol fiduciario que la Ley confiere a las AFPs para resguardar la propiedad de nuestros ahorros previsionales, y que aprenda las lecciones que dejó la pasividad de la industria aseguradora, que hoy se ve frente a una ley que debe acatar.
La industria previsional ha sido prenda de garantía durante 40 años, y debe estar a la altura de las circunstancias.
Eduardo Jerez Sanhueza
Pasiones destructivas
Al igual que España y a menos de dos semanas de las elecciones de constituyentes, entre otras autoridades, hemos sido testigos de una política de las emociones que sepulta el debate técnico. Pareciese que nos inunda una política tediosamente radicalizada y emocional que solo persigue la destrucción del adversario y que funciona en base a consignas vacías, alejadas de datos y hechos.
En este clima de crispación política, el ruido se vuelve ensordecedor. La farandulización de la política ha provocado que esta forme parte del entretenimiento y que los políticos funcionen como celebridades. ¿Como salimos del imperio de la cuña corta, el chascarrillo y los eslóganes tremebundos? Pues siendo capaces de identificar adanismos políticos y resistirnos a la corrupción cognitiva de la sociedad. Alfabetizarse contra los contenidos y efectos de la comunicación populista es una urgente habilidad del siglo XXI que debemos estimular, puesto que de ello depende impedir el continuo erosionamiento de nuestro sistema político.
Camilo Barría-Rodríguez
Producción de vacunas en Chile
Formalmente el año 2005, luego de muchos años de desinversión, dejamos de contar con los dos tipos de vacuna nacionales que se producían en el Instituto de Salud Pública (ISP): la antirrábica y la vacuna para difteria, tétanos y pertussis. Al momento de evaluar el término de dicha actividad, se tomó en consideración no sólo la alta inversión requerida para que la planta cumpliera con los exigentes estándares que el propio ISP debía exigir, sino la necesidad de que la entidad productora debía ser externa al ISP, de modo asegurar una debida garantía de calidad, junto a lograr establecer alianzas con entidades públicas, académicas y privadas, que permitieran hacer sostenible la investigación, innovación y desarrollo (I+D), que se necesita para hacer viable proyectos de esta magnitud.
En dicha época ello no fue posible. Hoy, afortunadamente hay signos alentadores de que esta estratégica actividad pudiera ser retomada. Para lograrlo, es clave se generen alianzas amplias entre universidades, el sector público y privado con fuertes redes internacionales, ya que no solo es menester poner en marcha una planta de producción de altísimos niveles de calidad, sino que lo más importante es lograr capacidad para generar I+D de vanguardia. De nada sirve una planta productiva sin capacidad de I+D, ya que al poco tiempo estaríamos en la obsolescencia y despilfarrando grandes recursos.
La lección de esta pandemia, sobre todo para países como los nuestros, es que la soberanía en el tema de las vacunas, así como en otros temas tecnológicos, solo es posible aunando muchas voluntades.
Osvaldo Artaza Decano Facultad de Salud y Ciencias Sociales Universidad de Las Américas
Vacunación trabajadores
El ministro de Economía, Lucas Palacios, anunció una campaña acordada con el mundo empresarial para incentivar la vacunación de los trabajadores. Sin duda es una buena noticia, aunque es necesario afirmar que las empresas estaban ya entregando o facilitando la asistencia a la vacunación por parte de sus colaboradores.
Así quedó demostrado en una encuesta realizada por Mercer Marsh Beneficios, donde el 81% de las empresas afirmó que, si bien no exigiría la vacuna a sus trabajadores, si la impulsaría y fomentaría a través de diferentes técnicas. La más utilizada ha sido la facilidad de horario para que las personas asistan a los centros de vacunación. En menor medida, las empresas han implementado la entrega de tiempo libre posterior a la recepción de alguna de las dosis.
La vacuna no es posible de exigir, pero, de todas maneras, las empresas están utilizando las herramientas que tienen a su disposición para aportar en esta misión, que no solo es de un país, si no que de todo el mundo.
Miguel Gumucio, director de Clientes de Mercer Marsh Beneficios