El libro eterno
El viernes le envié un mensaje a mi amigo Pepe Navarro Barón con nombres de libros que leímos desde los diez años de edad, en Copiapó: "La Noche quedó Atrás" y "El Castillo sobre la Arena", de Jan Valtin; " A Bordo del Taimir" y "Los Pescadores de Trepan", de Emilio Salgari; "El Conde de Montecristo" y toda la saga de Alejandro Dumas; "El Doctor Zhivago", del ruso Boris Pasternak. Entre algunos.
Todos y muchos más libros estaban uno a uno en la biblioteca de su padre, Salvador, en la tradicional casa de calle Chañarcillo, donde nos reuníamos a jugar con el Juan Schilling y el Quico Carmona (+). En los juegos estaban integrados libros que su padre escogía cada día de la librería "El Peneca", de su hermano Isaac, en calle Atacama.
Con el Pepe jugábamos a escoger un libro extendiendo una mano, mirando hacia arriba, sin conocer el título, con el compromiso de infante de leerlo sin claudicaciones, con los problemas que eso significaba. En una de esas cogí, "El Doctor Zhivago" (1957).
-…"no puede ser…está aquí no más llegué"… ( pensé angustiado con el mamotreto ruso en mi pequeña mano).
Durante seis meses estuve leyendo la obra sumergiéndome en una ambiente alucinante donde el frío del entorno que describía Pasternak se traspasaba a mis manos y a los personajes que desarrollaban una señera historia de amor. Décadas después pude leer nuevamente la obra del Premio Nobel 1958 y capté aproximadamente lo que significa la literatura.
Advierto que los de mi generación leíamos. Y nos apasionamos con ello hasta ahora, desde que la profesora de Castellano del Liceo de Hombres de Copiapó, Eliana Córdova Ossa, nos manifestó en ese primer año de Humanidades que debíamos leer 30 libros.
La lectura forma. Si no se cree esa afirmación, es preciso conocer la vida del escritor Manuel Rojas quien jamás recibió educación formal. Aprendió a leer en diarios mientras trabajaba de cargador en los puertos. Captó la importancia de la lectura y devoró cuanto libro podía coger en sus manos. Con el tiempo pudo integrar la estirpe de los escritores más vigorosos de la literatura chilena, cuya importancia ha ido desperfilando "la cultura" neoliberal.
¿Quién reconoce que "Hijo de Ladrón" es la más señera novela de la auténtica narrativa nacional?
Manuel Rojas, que nunca estudió formalmente, entregó cátedras de literatura latinoamericana en universidades de Estados Unidos.
Fines de los años 60 y principios de los 70, en las universidades el libro era imprescindible. En la Universidad del Norte de Antofagasta debatíamos con Lucho Toledo, mi compañero de Periodismo, sobre los contenidos de Cortázar, Vargas Llosa, Marechal, García Márquez, el entonces incipiente poeta peruano Antonio Cisneros, además de Juan Rulfo, en esas fundamentales proyecciones universitarias del "Café de los Artistas", de calle Sucre.
El Día Mundial del Libro. No puede ser un día. Debe volver al de Todos los Días porque es imprescindible que eso tan simple, que no precisa de planes, ni de recursos, ni de comisiones "especializadas", ni de conferencias de prensa, retorne para que el ciudadano medite, se entretenga, tome decisiones y pueda solventar con determinaciones propias, el futuro de la nación.
Osman Cortés Argandoña
Drogas oncológicas de alto costo para mieloma múltiple
El mieloma múltiple es el segundo tipo de cáncer de sangre más común a nivel mundial, que generalmente se manifiesta con dolor óseo por fracturas, anemia, calcio elevado, aumento de proteínas. En Chile, se estima que afecta de 4 a 10 personas por cada cien mil habitantes.
A medida que avanza el tiempo, los pacientes vamos requiriendo nuevas drogas que nos permitan aumentar los años de vida, desde cinco hasta veinte años más. Es el caso de los anticuerpos monoclonales, que se pueden usar cuando hemos tenido recaídas y que eliminan directamente las células cancerosas y ayudan al sistema inmunitario a atacarlas. Estas moléculas son ampliamente usadas en Europa o Estados Unidos, así como en Argentina, Brasil y Perú, entre otros países.
Recientemente, en Chile, el Ministerio de Salud emitió un nuevo listado de drogas oncológicas de alto costo, en el cual vuelven a quedar por fuera estas terapias. Esto nos deja en una situación de invisibilidad y nos condena a una muerte prematura. Nosotros somos pacientes de alto riesgo en esta época de pandemia y nos estamos muriendo. A ello se suma que no hemos podido realizar nuestros controles y exámenes médicos habituales por miedo al contagio.
No somos invisibles. Necesitamos los medicamentos para vivir más y con mejor calidad de vida.
Pía Fuentes y Catalina Horta Fundación Mieloma Múltiple Chile
Serenidad
Una oración para los tiempos turbulentos que estamos atravesando, en los que se requiere mucha prudencia, paciencia, cautela, fortaleza y serenidad: "Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que soy capaz de cambiar y sabiduría para distinguir entre ambas".
Adolfo Paúl Latorre