En Israel no están usando mascarillas gracias a las vacunas y no los antivacunas
Mientras en ese país ya ven la luz al final del túnel, en Chile y en el momento más delicado de la pandemia, los "análisis de Facebook" están a la orden del día. Ayer se conoció que una persona que no creía en el virus está en la UCI. ¿Cómo entonces hacer entender? Ni el Premio Nobel de Medicina ni el de la Paz podrían hacer entender a una masa que se nutre de la desconfianza y de información falsa de las redes sociales. Así el camino es más pedregoso para todos.
Ayer en la mañana en el noticiero de MEGA, el conductor Rodrigo Sepúlveda dio a conocer el relato de un camarógrafo que dijo que un familiar que no creía en la pandemia y que no tomaba las medidas para protegerse, lamentablemente se contagió y lleva más de 20 días en estado grave en posición decúbito prono (boca abajo).
En seguida el ex ministro de Salud y decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de las Américas, Osvaldo Artaza, le respondió que era porque en general no se había dado a conocer de forma efectiva todos estos riesgos, lo que puede ser en cierto punto. Sin embargo, estamos ante un fenómeno que escapa de las manos de cualquiera y es tan profundo, que podría venir el premio Nobel de Medicina o hasta el premio Nobel de la Paz con el discurso más técnico y hasta emotivo, pero jamás lograrían el objetivo de convencer.
Y es que basta ver los comentarios en redes sociales para darse cuenta que cualquier dato, cualquier historia o cualquier relato no va a pesar lo mismo que el "análisis" que hizo alguien en Facebook. Que el nuevo orden mundial, que las vacunas tienen chip, que hay diez mil muertos por las vacunas, que las cuarentenas son dictaduras sanitarias y tanta tontera que jamás, pero jamás será desterrada porque en la humanidad el rezongar o hablar demás, sin bases científicas, es más fácil que cualquier cosa.
¿Se tendrá conciencia que las plagas vienen del Mundo Antiguo? ¿sabrán que las vacunas no surgieron por un asunto comercial, sino que por una casualidad en el siglo XVIII? ¿se tendrá conciencia que seguirán muriendo personas pese a recibir la segunda dosis, porque no estamos hablando de magia? ¿se darán cuenta que los vacunados con las dos dosis igual pueden fallecer por otros motivos?
Israel es el ejemplo real y claro que debe desterrar las barbaridades. Gracias a la vacunación desde ayer se suspendió el uso de las mascarillas, mientras los hospitales se van vaciando y los restoranes llenando. Eso lo lograron allá no por los antivacunas, sino que por la responsabilidad de la población y efectivas campañas.
En paralelo en Chile sigue habiendo el comentario fácil y los "análisis" de Facebook. Tanta ignorancia sin fundamentos va a extender más de lo debido esta pandemia y eso no es culpa del Gobierno, ni de los expertos ni de los medios de comunicación; es de aquellos que quizás buscan rebeldía, quizás quieren llamar la atención o quizás qué cosa.