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Tras 12 años de espera, Copiapó salda su deuda con el atletismo y contará con estadio atlético

INAUGURACIÓN. El coloso que llevará por nombre Ramón Tapia Chambilla y que tuvo un monto de inversión final que superó los 7 mil millones de pesos, permitirá darle mayor estabilidad a la práctica del atletismo local, que por casi 12 años debió apelar al ingenio para seguir entrenando. La familia Tapia agradeció el tributo a la memoria del "Profe Moncho", aunque también hubo "sentimientos encontrados".
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Rodrigo Caballero Pizarro

En octubre de 2009 tuvo lugar el último entrenamiento realizado por atletas en la pista atlética del antiguo estadio Luis Valenzuela Hermosilla, el que fue reconstruido en el marco del plan de estadios Bicentenario.

Sin embargo, el recinto de Avenida Copayapu que fue reinaugurado a fines de 2011 no tenía contemplada una pista atlética. De esta manera, la capital regional debió asumir una deuda con el atletismo, que tras 12 años de larga espera pudo pagar con la inauguración del Estadio Atlético Ramón Tapia Chambilla.

El coloso que tuvo un monto de inversión final de 7 mil 357 millones de pesos gracias al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y la aprobación del Consejo Regional (CORE), tiene una capacidad para 1.000 personas y puede recibir competencias nacionales e internacionales.

Además, el recinto cuenta con 22 mil metros cuadrados intervenidos, una pista atlética de alta competición de 400 metros con ocho carriles, un edificio de tres pesos con camarines, sala de musculación, enfermería, salas de conferencia, área de control de doping, entre otras novedades.

Tras la ceremonia inaugural, la alcaldesa (s) de Copiapó, Eva Rojas, señaló que "estamos en un día histórico, dentro de una deuda histórica que teníamos con nuestros atletas desde el momento en que el se repuso el Estadio Luis Valenzuela Hermosilla sin pista atlética, por lo tanto, en la administración del alcalde López, con un compromiso con las organizaciones, intentamos sacar este proyecto adelante. Hoy día se concretó y agradecemos al Gobierno Regional de Atacama, a los consejeros, para que podamos haber tenido el financiamiento para cumplir este gran sueño".

Asimismo la jefa comunal subrogante expresó que "nosotros tenemos muy buenos deportistas y queremos que de acá se desarrollen, formen y podamos obtener más triunfos y logros para nuestra comuna y para la Región de Atacama".

Por su parte, Patricio Alfaro, presidente de la Comisión de Deporte del Consejo Regional, puntualizó que "esto es un anhelo hecho realidad para poder fortalecer lo que son las disciplinas como el atletismo en Copiapó".

Además, la primera autoridad regional, el intendente Patricio Urquieta, expresó que "estamos inaugurando una de las obras más esperadas de la Región de Atacama luego que se tomara la decisión de construir el Estadio Luis Valenzuela Hermosilla sin la pista de rekortan".

Urquieta agregó que "son 12 años que hemos esperado esta obra para los deportistas de la región, con la finalidad de brindarles una oportunidad que les permita desarrollar un talento y ojalá representarnos a nivel internacional para conquistar medallas olímpicas".

Legado de los "profes"

En la ceremomia inaugural, que contó con un lanzamiento del martillo simbólico por parte de los nietos del profe "Moncho", que entrenan en el Club Atlético Copiapó, la familia Tapia se mostró orgullosa por el hecho que el nuevo estadio lleve el nombre de Ramón Tapia Chambilla.

Kenssel Tapia, hijo del destacado entrenador y formador de atletas, dijo que "para nosotros como familia es un reconocimiento y un honor que este estadio lleve el nombre de nuestro padre. Estamos felices y pensamos que el deporte debe perdurar en la región".

Además, Kenssel recordó que "nuestro padre entregó sus mejores años al deporte, a las personas, a los niños, él pensaba que a través del deporte podía entregar valores (...) Así que nosotros estamos felices, porque se reconoció la trayectoria de nuestro padre".

En tanto que la hija de Ramón Tapia, Carolina Tapia, reconoció estar con "sentimientos encontrados", toda vez que " nosotros perdimos a nuestro hermano (Jorge Tapia) hace cinco meses, él fue quien siguió el legado de mi papá, él entrenaba aquí, en la ladera del río y él se había construido su propio foso de lanzamiento, porque él era el que creó el grupo de lanzadores de Copiapó y es doble emoción (...) fueron 12 años de espera y realmente estamos felices, porque el re-