Federalismo
Salvo mensajes vagos y lugares comunes, la franja de constituyentes no ha aportado ningún contenido sustancial. Temáticas como responsabilidad fiscal, iniciativa exclusiva presidencial en gasto público o régimen político definitivamente serán los puntos centrales del debate competitivo que nos espera. Eso es positivo, en cuanto las discusiones se guíen por el rigor técnico y una perspectiva de largo plazo. Otra de esas aristas es la organización territorial del Estado y una de sus alternativas es el federalismo.
Esta modalidad se presenta como la opción más coherente para enfrentar los desafíos cada vez más complejos y multidimensionales de las regiones, de la mano de los mismos que las habitan y en base a fuertes mecanismos de rendición de cuentas. Los retos de política pública, por ejemplo, de transformación digital o resiliencia climática no son iguales, ni homogéneos en las regiones de Ñuble o Antofagasta. Tampoco lo son las políticas de capacitación y reconversión en Aysén o Valparaíso para enfrentar la cuarta revolución industrial. Estos requieren flexibilidad y aterrizaje a sus contextos de base. El federalismo permite atender esas particularidades con resolución.
En pleno siglo XXI, el paso del unitarismo al federalismo en Chile no sería ni traumático, ni refundacional. Estaría dentro de las expectativas más vinculantes y técnicas para resolver brechas locales de desarrollo. Esto es bienvenido y realista. Nuestros desafíos de desarrollo implican transitar por vías institucionales y de orden fortalecidas que hagan posible el crecimiento económico y el aumento sostenido del capital humano para enfrentar el futuro del trabajo con éxito. Este es un sendero modernizador necesario para lograr niveles de bienestar y prosperidad que nos conviertan en el primer país desarrollado de América Latina.
Camilo Barría-Rodríguez
Administradores
Un adinerado tenía un administrador y, le llegaron quejas de que éste estaba derrochando sus bienes. El rico le dijo: ¿Qué es lo que me han contado de ti?. Dame cuentas de tu administración, porque ya no podrás seguir en tu puesto.
El relato es del evangelio de Lucas 16,1-8, donde se refleja al administrador astuto y deshonesto que, engaña a su patrón hasta el último momento.
Este administrador pillo, utilizó su poder y habilidad para "hacerse de amigos" con el dinero injusto, objeto asegurar su futuro. Desde hace años, la ciudadanía ha sido impactada por actos de corrupción en instituciones públicas, privadas y religiosas. En noviembre 2020, la Contraloría entregó resultado de encuesta, donde el 77% de las personas cree que Chile es un país "corrupto o muy corrupto". El poder del mal corrompe, al no existir: controles internos confiables de la autoridad, mejores leyes de probidad y transparencia. Ante la sensación de impunidad de los hechos, la nueva constitución debiera contemplar una normativa moderna y eficaz, con sanciones efectivas para involucrados, encubridores y quienes hacen la vista gorda.
Derico Cofré Catril
Ambiciones
"Ambiciones que matan" es una película de los años cincuenta. Fue protagonizada por: Montgomery Cliff y Elizabeth Taylor. En la actualidad, esa misma película, si se reestrenara, tendría como actores, a nuestros honorables políticos, y parlamentarios.
El Congreso, se ha transformado, en nuestro "Hollywood" criollo. Donde cada uno de ellos cree tener el guion perfecto, para película del año, y busca la forma de ser el protagonista principal, olvidándose, que es el público, el que evalúa su actuación. En todo caso, no nos podemos quejar. Para cuando llegue momento de elegir, tenemos protagonistas para todos los géneros: Dramático-aventura-romántico-terror-dibujos animados( caricaturas)-de la vida real -suspenso - mitología y otros.
Jorge Valenzuela Araya
La diferencia entre Rueda y Lasarte
Estimado director: Tras el debut de Martín Lasarte como DT de la selección, los expertos comentaristas comenzaron a buscar las semejanzas y diferencias con el debut que tuvo en su momento Reinaldo Rueda con la roja...
La semejanzamás obvia, es que los dos ganaron en sus primeros partidos, y para mí, la principal diferencia, es que mientras a Reinaldo Rueda durante casi los tres años que estuvo en Chile, nunca pudo explicarnos de cómo iba a jugar Chile bajo su dirección técnica, tanto así, que al final se fue y nunca supimos, por su parte, a Martín Lasarte, solo le tomó 4 minutos, tras el triunfo frente a Bolivia para hacerlo...
Luis Soler Milla