Cerca de 7 mil detenidos durante toque de queda registra la Región de Atacama a un año de su implementación
BALANCE. Las cifras fueron entregadas por la JDN y Carabineros a nivel local. El Gobierno Regional defiende la medida, mientras que el Colegio Médico sostiene que "no es la mejor", pero que ha permitido mitigar la propagación del virus. Por otra parte, sociólogo explicó el impacto que esta norma ha tenido en la comunidad y cómo se ha naturalizado en el tiempo.
Un 22 de marzo de 2020, el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció que "el Presidente (Sebastián Piñera) ha instruido a partir de hoy en la noche un toque de queda en todo el territorio nacional, desde las 22 horas hasta la 05 horas del día siguiente". Con esas palabras, la ex autoridad sanitaria dio a conocer la medida que ayer cumplió un año desde su implementación y que ha arrojado cerca de 7 mil detenciones en la Región de Atacama por su incumplimiento.
En detalle, y según cifras entregadas por la Jefatura de Defensa Nacional (JDN), se han fiscalizado en el último año 41 mil 64 personas en toque de queda, de las cuales 6 mil 812 han sido detenidas.
En tanto que Carabineros, en el contexto de resguardar la salud pública, ha desarrollado 82 mil 663 controles de identidad y 171 mil 839 controles vehiculares, logrando la detención de 6 mil 212 personas, de las cuales 5 mil 581 han sido atrapadas en horario de toque de queda.
Desde el Gobierno Regional de Atacama, el seremi de Gobierno, Guillermo Zurita, destacó que "la importancia del toque de queda es, a todas luces, una de las medidas que tomamos como Gobierno para restringir la movilidad y así poder resguardar a la población" y agregó que "nosotros seguiremos insistiendo en éstas y otras medidas, porque es nuestro deber asegurar y resguardar la salud pública y dar protección a todos y cada uno de los habitantes. Esta pandemia nos ha exigido al máximo como Gobierno y seguiremos instando a las personas a que esto lo superaremos todos juntos".
Colegio Médico
"Encontramos que el toque de queda, en el contexto actual de la pandemia, hay que definirlo según la fase en la que se encuentre cada comuna", partió relatando el presidente del Colegio Médico en Atacama, Dr. Fernando Rubio.
El dirigente gremial sostuvo además que "la gente no entiende y nosotros tampoco podemos explicarle muy claramente, cómo se prohiben ciertas actividades, como juntarse los fines de semana o salir a ciertas horas, y no se prohiben otras acciones, como ir a los mall, a los casinos o a los gimnasios en su momento, entonces nosotros vemos que (el toque de queda) es una de las medidas, no es la mejor, pero es la única medida que queda como para disminuir la posibilidad de transmisión (del virus)".
No obstante, el Dr. Rubio planteó que es imperativo "mejorar la comunicación de riesgo y aumentar lo que es el testeo, la trazabilidad y el aislamiento, esa es la fundamental medida que a nivel internacional ha demostrado disminuir los casos y cortar la cadena de contagio, y eso lamentablemente no se ha llevado muy bien acá".
Impacto en la comunidad
El sociólogo copiapino Fabián Araya, dio cuenta del impacto que ha tenido en la población el toque de queda que, pese a sus modificaciones horarias, nunca ha sido levantada en su totalidad.
"Es una medida que surge en un contexto que va más allá de la pandemia misma", afirmó Araya, quien agregó que "el desprestigio de las autoridades, y especialmente, de las policías, hacen que estas medidas se vean parte de un esquema propio de un progresivo aumento de autoritarismo de un Gobierno que en un momento determinado (18 de octubre de 2019) perdió en control público y ve este momento como una oportunidad de aferrarse al orden".
A renglón seguido, el sociólogo señaló que "existe una disonancia entre ciertas medidas y la realidad que a diario que experimenta la población", que acarrea como consecuencia "una mayor transgresión a las normas y la naturalización de esta transgresión, cuando la población no les encuentra un sentido de coherencia o justificación, el no respeto a estas normas pueden mermar los esfuerzos por contener la pandemia, ya que precisamente están para proteger la salud de la población".
Si bien Araya explicó que "hoy efectivamente vemos que se ha normalizado cierto ritmo de vida más restrictivo", advirtió que "mientras las instituciones sigan enviando mensajes ambiguos y poco claros, con medidas que constantemente van cambiando sin una lógica basada en la evidencia, la posibilidad de momentos de inestabilidad siempre estará latentes, ya sea con una población con inmunidad o no".