El inicio de la vacunación contra el covid-19 hizo recordar la frase que "siempre que llovió, paró" para graficar que en algún momento esta pandemia tendría su fin, pero su sentido toma fuerza en otro aspecto como el económico, donde una serie de factores están empujando a creer que se puede tener un mejor pasar, luego de años de fragilidad y lamentos por el fin del "boom minero" en Atacama.
Esto a propósito de que el precio del metal rojo superó los US$ 4 dólares la libra, la expansión fiscal de Estados Unidos, la recuperación económica de China y un factor no menor también asociado a la pandemia: el ritmo de vacunación del país, que podría dejar al PIB anual en un crecimiento de cerca del 6%.
Podríamos decir que si antes hubo una "tormenta perfecta" por una serie de factores, actualmente se está configurando una "calma ideal", lo que debería dar un mejor pasar. Así es la vida, así son los ciclos y así debemos entender lo que pasa en la región. El comienzo de la década pasada trajo mucha riqueza, pero con el paso de los años hubo una baja en la actividad y eso es un asunto histórico, que ya no nos debiera sorprender y del que debemos estar siempre preparados.
El ritmo de vacunación sigue, el cobre es probable que siga subiendo, otras economías se fortalecen, la electromovilidad tomará fuerza y con esto y aquello, se abren oportunidades para la región y el país.
Saber más o menos de lo que se proyecta es un asunto que ni lo economistas saben a ciencia cierta, pero sí hay algunos que dicen que "será enorme", como lo dijo José Luis Daza, economista chileno radicado en Nueva York, desde donde alienta a creer que el escenario externo será el mejor en 10 años.
Sea así o con un menor impacto dado que por ejemplo no se sabe cómo evolucionará la pandemia, lo cierto es que las expectativas son altas y no hay que ser ambiguo para decir de plano que vienen las buenas para la región y el país.
Si bien estamos en medio de un presente donde los confinamientos, despidos, cierres de empresas y otros, nos siguen golpeando, no es iluso mirar con buenos ojos el horizonte. De hecho es hasta sano por el bien de la salud mental, aunque bueno es decir que hay que ir "paso a paso" y con cautela.