Darwinismo electoral
Señor director:
Nuevamente nos encontramos ad portas de una seguidilla de procesos de elección popular, los que tendrán copada la agenda política del país durante 2021. Lo pintoresco de la costra política parasitaria que habita en las instituciones de la República y que aflora con más intensidad durante estos períodos preeleccionarios, es la desvergüenza de la retórica mañosa e impúdica de creerse imprescindibles. No llama particularmente la atención la verborrea vacua e insustancial a la que nos tienen acostumbrados muchos de los y las "Honorables" que representan uno de los poderes del Estado, así como personeros y personeras de Gobierno de distinto rango en el otro poder del Estado, la que se ha transformado a lo largo de 30 años en una "marca registrada" de una legión de autodenominados servidores públicos con "vocación de servicio" (con esta generalización seguramente estoy siendo injusto con muy pocos seres humanos que tratan de darle dignidad al ejercicio del servicio público. Pero son escasas gemas en un mar de lodo y estiércol que desaparecen a ojos de la opinión pública).
Lo sorprendente después de tantos años, es que sigamos creyendo en esos discursos retocados con que los vendedores de humo de siempre pretenden convencernos, nuevamente, que resolverán las penurias cotidianas de todos o de tales y cuáles. Penurias, injusticias, inequidades innombrables que no han sido resueltas por los mismos que ahora, se visten de ropajes y luces nuevas para asegurarnos que ahora sí que sí…
Si Carlo Collodi volviera a la vida desde su Italia natal y conociera a gran parte de nuestra costra política y sus discursos de charlatanes de la Edad Media, seguramente crearía una pléyade de nuevos personajes que terminarían por convertir en astillas a su Pinocho de madera, empujarían a su padre Geppetto a pedir limosna en alguna esquina y a Pepe Grillo lo clavarían en un insectario para rematarlo al mejor postor. ¿Qué hacer para mejorar la raza política en esta Republiqueta?
Marcelo Saavedra
Cuarentena en Copiapó
Señor director: Copiapó a cuarentena, ojala este llegue con verdadero apoyo económico a los que más lo necesitan. Necesitamos un Estado, un gobierno más ágil, menos neoliberal, más humano. Necesitamos más atribuciones a los municipios, que seamos gobiernos locales, no solo administración municipal.
Guillermo Cortés
Vacunación
Señor director:
Como es sabido, el Instituto de Salud Pública (ISP) aprobó el pasado miércoles 20 de enero el uso de esta vacuna -que lleva el nombre de CoronaVac- tras determinar que es segura y que tiene una eficacia de un 78% para inocular en dos dosis a la población de entre 18 y 60 años contra el coronavirus.
Respecto de la eficacia, Turquía aseguró que la eficacia era de un 91%; en Brasil promedió un 78% para infecciones leves y un 100% para casos graves, mientras que para nuestro país se aprobó con una eficacia de 78%.
La vacuna no garantiza que la persona no enfermará, pero sí asegura que no se caerá en cuadros graves que son los que hoy complican a los centros hospitalarios. Hay que tener confianza en lo que ha dispuesto la autoridad, los científicos y personal médico y desestimar las estupideces -no hay otra forma de decirlo- de quienes se autodenominan "antivacunas".
Ricardo Oyarzún G
El sueño en busca de la libertad
Como especie hemos estado en la mayoría de nuestro tiempo en esta tierra como simples esclavos, luchando completamente para existir unos años más a pesar de vivir en tan malas condiciones, condiciones que en estos momentos nadie quisiera vivir. Sin duda alguna, para nuestros antepasados este tiempo sería una Utopía, aquello que a pesar que nosotros detestamos por injusticias que vemos en nuestro diario vivir, para ellos, esto sería un sueño que jamás se hubieran imaginado.
Por diferentes personas que soñaron con un futuro un poco más libre, dando paso a que se vean las primeras muestras de libertad que empezaron a darse en nuestra historia, como los esclavos pudiendo comprar su libertad en la antigua Grecia, o como la primera carta magna que los ciudadanos exigieron a su rey en Inglaterra, es que ahora gozamos de los sueños que tantos anhelaban nuestros ancestros. Y a pesar de que estemos viviendo el deseo de nuestros antepasados, y de lo costoso que ha sido lograrlo, para mis contemporáneos de esta sociedad es insuficiente, sin saber que vivimos en un hilo que al mínimo movimiento habrá que volver a pasar por todo lo que ya se ha sufrido.
Quisiera soñar que en estos tiempos modernos la razón prime antes que la fuerza, donde cualquier vía sea a través del dialogo, y que debido a ello, se pueda ir mejorando de a poco lo que ya tenemos. No me gustaría vivir lo que por historia ya se vivió, como las muertes; el hambre o sufrimiento, solo para alcanzar algo que ya nuestros antepasados dieron su vida, pues la razón de que podamos escoger nuestro destino, de que ningún rey; autoridad; noble; o señor pase por encima de nosotros, por motivos de simplemente liberarnos de la coacción de un tercero, ya se dieron vidas suficientes.
Francisco Villarruel Morales