Cuarenta y tres femicidios se cometieron en Chile durante el 2020 y 102 frustrados. En lo que va de este año dos mujeres han sido víctimas de estos delitos en manos de sus actuales parejas.
Si bien, ha habido avances respecto a que la comunidad ha entendido que la violencia contra la mujer es un fenómeno que como sociedad no podemos permitir, las cifras nos muestran que los Femicidios se han mantenidos relativamente estables, lo que coincide con lo que ocurre en la mayoría de los países del orbe. Es decir, aún queda un arduo trabajo para poder bajar las cifras de este delito en nuestro país y éste empieza por informar a la comunidad que el asesinato de una mujer es la culminación de una espiral de violencia que en muchas ocasiones se inicia en el pololeo, con sutiles muestras de dominación y que va creciendo con el tiempo y que se refuerza y fortalece cada vez que somos testigos de hechos de violencia en contra de mujeres de nuestro círculo cercano y no hacemos nada para evitarlos o para ayudarlas.
La tipificación del Femicidio, no solo reconoce la gravedad de este delito, sino que pone de manifiesto algo que la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, lleva años señalando en sus distintos análisis sobre el homicidio a nivel mundial, "Alrededor de 87.000 mujeres en el mundo fueron víctimas de homicidio en 2017. De ese grupo, aproximadamente 50 mil, o el 58%, fueron muertas por sus compañeros o familiares, en comparación con menos de 6% de las víctimas masculinas" (2018), es decir, la mayor parte de los homicidios de mujeres son cometidos por parejas, ex parejas o familiares y, en este sentido, el aumento de su condena, les da a los autores de estos hechos un castigo mayor debido a la existencia de un vínculo, actual o no, con su víctima.
Desde el año 2009, a través de las Brigadas de Homicidios de nuestra Institución y con el apoyo del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SERNAMEG), hemos estado desarrollando campañas de capacitación y de cómo poder evitar este delito, dirigidas tanto para el personal policial como para la comunidad en general, respecto a su tipificación, lo que no es casual considerando que llevamos a cabo más del 90% de todas las investigaciones por este ilícito en nuestro país.
Por lo anterior, el llamado de la PDI es a no ser un mero observador, sino tomar conciencia de la gravedad de este tipo de hechos, de que la violencia en contra de una mujer puede y, en muchas ocasiones así es, terminar en su asesinato y es responsabilidad de todos poder evitarlo.
Hugo Haeger Bórquez
Hugo Haeger Bórquez, prefecto de la PDI, jefe Región Policial de Atacama