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Acoso sexual en el ámbito académico
La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó y despachó al Senado, para cumplir su tercer trámite constitucional, el proyecto de ley que sanciona el acoso sexual, así como la violencia y la discriminación de género, en la educación superior, dando respuesta a un tema que generado ya en el año 2016 tuvo impacto comunicacional, informándose más de 228 denuncias en 10 instituciones, como, asimismo, la ausencia de mecanismos para abordar estos casos.
Dos años después, el acoso al interior de los establecimientos educacionales fue una de las demandas del movimiento estudiantil en Chile, generándose una serie de manifestaciones y movilizaciones.
Una respuesta a ello fue el "Protocolo contra el acoso sexual en educación superior y sugerencias para su elaboración" del Mineduc (2016), como también, la convocatoria por parte del poder legislativo a comisiones de estudio que establecieran parámetros y dieran a conocer sus realidades (2018), instancia en la que AIEP participó, exponiendo ya en ese entonces, los protocolos y sistema de denuncia anónima que se pueden presentar, generando una investigación interna que resguarda a la persona afectada.
Finalmente, entre mayo y julio de 2018 se presentaron tres iniciativas parlamentarias que se fusionaron en 2020 para establecer la obligación de las instituciones de educación superior de contar con una política integral contra el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género, que contenga un modelo de prevención y un modelo de sanción de dichas conductas.
Pese a ello, y en concordancia con nuestra visión institucional, AIEP a principios de 2019 instauró lineamientos de diversidad, inclusión y género para toda su comunidad, ocupándose de una temática de gran interés social, añadiendo el reconocimiento de nombre social para los estudiantes en todos los procesos propios de las actividades académicas y administrativas.
Una encuesta realizada por los ministerios de Educación y De la Mujer, y ONU Mujeres, sobre "Equidad de Género en la Educación Superior" que fue respondida por 44 universidades y 47 centros de formación técnica e institutos profesionales, que representan el 85% de la matrícula de educación superior, mostró que el 78% de las instituciones tiene protocolos frente al acoso y violencia de género, lo cual es una positiva noticia, al ser tema de justicia y equidad, y en AIEP seguiremos trabajando en fortalecer ese ámbito, lo cual está definido en nuestro quehacer: "Valoramos la dignidad e individualidad de las personas y la responsabilidad ciudadana".
Rodrigo Núñez, secretario general AIEP
Piscinas, playas y covid
Durante los meses estivales, la asistencia a lugares para relajarnos en agua como piscinas y playas aumentan considerablemente. No existe evidencia de que el Sars Cov2, que es el virus causante del COVID-19, pueda propagarse entre personas a través del agua en estos lugares.
Como bien sabemos, el virus se propaga principalmente entre personas por las gotitas que son liberadas al hablar, toser o estornudar. También sabemos que nuestras manos son fuente de contagio al tocar superficies contaminadas, que luego, al llevarlas a nuestra cara, nariz u ojos, el virus fácilmente puede entrar y alojarse en nuestros pulmones.
Dentro de las medidas que pueden ser consideradas para reducir el riesgo de contagiarse o propagar el virus durante la permanencia en estos lugares públicos, podemos mencionar: asistir solo con su grupo familiar; si presenta algún síntoma de COVID-19, se encuentra en espera de resultados o estuvo con personas confirmadas, quédese en casa; revise las medidas preventivas específicas que presenta el lugar para evitar la propagación del virus (protocolos de ingreso, demarcaciones por familia, límites de aforo, entre otros); lleve kit con artículos para proteger su salud como mascarilla (dos por cada integrante de la familia, por si se moja, recuerde que las mascarillas húmedas pierden completamente su funcionalidad y por consiguiente protección), desinfectante de manos, pañuelos desechables y toalla de papel); mantenga el distanciamiento social dentro y fuera del agua; y evite lugares con mucha afluencia de público.
Además, siempre use mascarilla cuando no esté bañándose. El tiempo en el agua debe ser limitado y siempre tomando los resguardos, manteniendo el distanciamiento social con otras personas. No consuma alimentos durante la estadía en playas y piscinas, y evite compartir artículos como equipos, juguetes, etc. de personas que no pertenecen a su grupo familiar directo.
Siempre debemos recordar que la prevención es fundamental para cuidarnos y así disfrutar con responsabilidad un momento de esparcimiento sin poner en riesgo mi vida, la de mis seres queridos y la del resto de las personas.
Carolina Uribe, directora Enfermería UDLA