La melancolía de Estefan tenía muy preocupada a Ingrid, su mujer ya que el hombre siempre se y en su rostro mantenía un rictus de tristeza permanente.
Los amigos y familia le preguntaban ¿que lo haría realmente feliz?, ¿Qué era lo que más le gustaría hacer?, ¿Qué es lo que haría si pudiese elegir libremente que hacer con su vida cada día?, pero el hombre no tenía respuestas para su decadente estado emocional.
Queridos amigos lectores, sabemos que la vida es un constante ir y venir. Ningún sentimiento bueno dura eternamente, pero debiese servir de consuelo, comprender que ninguno malo tampoco.
Los abismos del alma son fases en lo que los seres humanos nos enfrentamos a nuestros problemas y de ellos aprendemos día a día y mirado de esta forma, también los abismos tienen sentido.
Lo que sucede con el protagonista de nuestra historia, es que está gastando demasiada energía en la resistencia. Cualquier estado de ánimo desagradable, un sentimiento negativo, tiene una razón de ser y requiere de mucha atención y comprensión. Los sentimientos son parte importante de nosotros y debemos permitirles estar ahí sin intentar juzgarlos y menos condenarlos, solo hay que acogerlos, aunque sea muchas veces con dolor.
Cuando el alma se siente abandonada y desesperanzada, se expresa de forma física, hasta el extremo de llegar a padecer enfermedades muy serias. Cuando la persona se siente mal, pero no puede decir nada acerca del sentimiento que experimenta, sin duda sufre. Acá resulta de gran ayuda buscar apoyo en principio con un sicólogo que proteja el desarrollo del proceso y diagnostique lo que está sucediendo para poder realizar una oportuna terapia de sanación.
Agregaré un comentario bastante relevante sobre la complicada relación de Estefan e Ingrid, estar juntos es muy complicado en especial para él, pero lo que el hombre no sabe que con eso obtiene una posibilidad sensacional de aprender mucho, sobre el mismo y que reconociendo sus propios errores, crecerá lo suficiente para superar la tristeza que hoy lo consume.
Aquellas personas que disfrutan todos los caminos que les ofrece la vida, están haciendo un gran depósito de esperanza para transitar con alegría los años dorados de la vida.
Mily Soler Grez
Comunicadora social