Carta abierta
Corfo adjudicó la licitación del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) a un consorcio de universidades de EE.UU. Como Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, sostengo que la calidad técnica de nuestra propuesta -presentada por el Consorcio ASDIT- es igual o superior a la adjudicada, opinión que coincide con la de los expertos internacionales que las evaluaron. Así, sería la evaluación de las instancias de Corfo lo que cambió el resultado. Además, cabe mencionar que el ITL tiene un presupuesto de 192 millones de dólares, el 30% del presupuesto del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Es en base a esta evidencia que manifiesto lo que sigue a continuación. Esta frustrante noticia se recibe como un mensaje claro del Gobierno a su país: que no confía en sus instituciones, ni en sus universidades, ni en sus empresas innovadoras, ni en las capacidades de sus profesionales. Que no cree en el manoseado discurso de transformar nuestra producción extractiva de recursos en una moderna basada en la innovación nacional. Nos dice que el litio y las energías limpias son recursos naturales explotables por potencias extranjeras, sin desarrollo tecnológico local alguno, como lo fueron el salitre y el cobre, como sabemos se hace en los países subdesarrollados. Que las y los jóvenes brillantes de nuestro país bien pueden estudiar en las mejores universidades nacionales, pero que mejor se doctoren en el extranjero con becas chilenas y se queden allá, porque así tendrán acceso a las mejores oportunidades que Chile ofrece a esos países para hacer innovación avanzada en nuestro suelo y financiada por nuestros recursos. Que las esperanzas y la necesidad de contar con mayores recursos en investigación y desarrollo no serán realidad, aún cuando haya recursos, como es en este caso. En fin, que el acceso a la innovación continuará como hasta ahora, en base a tecnología avanzada extranjera que pagaremos con trabajo de bajo valor agregado y que da lo mismo desarrollar capacidades tecnológicas propias o extranjeras.
Este mensaje nos resulta insultante e ignorante. Desconoce las capacidades creadas con gran esfuerzo en Chile en ciencia y tecnología, las que son reconocidas internacionalmente por nuestros pares expertos. No contempla que el desarrollo sostenible requiere de conocimiento, desarrollo tecnológico e innovación nacional, lo que se basa en formación de recursos humanos avanzados y en instituciones de investigación que le den sustento. En suma, no concibe que es esencial una mayor madurez cultural, en confiar en uno mismo, en dejar de depender de una mano externa para construir un camino propio.
Hago un llamado a las autoridades nacionales a reflexionar muy seriamente sobre las consecuencias de esta decisión en nuestra sociedad.
Francisco Martínez Concha, decano Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas Universidad de Chile
El "poder" que nos entrega hablar en difícil
Señor director:
La disrupción de la tecnología en las finanzas es clave para avanzar en inclusión financiera, pero para reducir la asimetría con los consumidores, producto del complejo vocabulario que usamos como industria ¿Qué estamos haciendo las instituciones, sean públicas o privadas? ¡Poco!
Nuestro desafío es de educación financiera, y en el intertanto seguimos agregando tecnicismos que nos alejan de las personas. Mientras, seguimos acuñando conceptos como Wallets, billeteras virtuales, tarjetas de prepago, cuentas digitales, etc.
¿Por qué no tomar la experiencia de otros mercados para referirnos a soluciones financieras integrales desarrolladas por fintechs, usando la denominación NeoBanco, bancos digitales o algún concepto con el término banco? Buenas razones deben haber para que la ley de bancos restringiera este término solo a los actores tradicionales; aunque quizás sea momento de reevaluar estas limitaciones de lenguaje para facilitar la competencia y la inclusión.
El lenguaje es una arista necesaria para facilitar la libre competencia, dejemos de anclarnos en el "poder" de hablar en difícil. En la educación está el lenguaje, y en esta, la inclusión que tanto esperamos.
Fernando Araya, CEO de Tenpo.
Lavín, Matheii y credibilidad
Todos sabemos que la política es dinámica; que aquello que fue efectivo hace poco hoy ya no lo es más y que, por consiguiente, la ductilidad; la "muñeca" o "el juego de piernas" es un activo que debe tener todo político. Sin embargo, la adaptabilidad no es simple acomodo y los políticos deben ser capaces de cultivar al mismo tiempo su credibilidad. Lavín dijo que se presentaría a las municipales y ahora no lo hace; Matthei dijo todo lo contrario y ahora se presenta a la reelección por Providencia. Esta falta de consistencia tarde o temprano termina pasándoles la cuenta a aquellos que no son capaces de honrar su palabra. Esto no es solo desdeñable desde el punto de vista moral, también lo es en un sentido pragmático: a un político le conviene no quedar como un mentiroso y la primera lección que deberían aprender para estos efectos es la siguiente: no prometer lo que de seguro no podrán cumplir.
Juan L. Lagos, Fundación para el Progreso