Secciones

El cobre frente a los buenos precios

Se espera que la industria minera aprenda las lecciones vividas y no se repitan errores que impidan capitalizar de mejor modo estos recursos extraordinarios. La industria está atenta para aprovechar este período del mejor modo y evitar los errores de la anterior bonanza, que quedaron al descubierto con el fin de los valores altos.
E-mail Compartir

Ni los análisis más optimistas se arriesgaban a vaticinar que el precio de la libra de cobre cerraría el último mes del año en los casi, US$3,6. Un valor atípico, sólo conocido durante el llamado "súper ciclo" que se vivió entre los años 2003 y 2013, por la demanda del metal desde China.

Pero los bajos stocks, la reactivación galopante de la economía china y el fin a los temores de una nueva guerra económica entre los mismos chinos y Estados Unidos, lo han puesto en un escenario muy favorable, noticia que es muy bien recibida en nuestro país, por su importancia para las arcas fiscales.

Y la mirada de los expertos es que el commodity puede seguir una tendencia alcista y vivir un nuevo "súper ciclo", provocando un despegue en esta industria. Aunque hay quienes tienen dudas de ello.

Son muchos los proyectos que están detenidos o funcionando a mínima capacidad porque requieren de valores como los actuales para poder costear la producción metalúrgica. Y como la proyección es al alza la reactivación de esas empresas, sumado a los pequeños mineros provocará un dinamismo que generará nuevos empleos.

La industria está atenta para aprovechar este período del mejor modo y evitar los errores de la anterior bonanza, los que quedaron al descubierto con el fin de los valores altos.

Costos elevadísimos de los proyectos puestos en marcha, excesiva ampliación de las dotaciones y mucha laxitud en regular los pagos de cualquier tipo de servicio, fue la cara menos amable del llamado "súper ciclo".

Lo anterior se puede sintetizar en que hubo ganancia pero también hubo despilfarro, y tales pérdidas parecieron enquistarse y conspiraron contra la competitividad de la industria en los mercados internacionales; encima con poco aporte concreto a la región.

Si se viene una nueva alza, como está previsto, las lecciones aprendidas tienen que ser aplicadas, especialmente en Codelco, porque se requiere que esos recursos extra sirvan para robustecer las arcas fiscales, que deberán financiar acciones tendientes a apoyar a los chilenos que han debido soportar los embates de una crisis social y una dura emergencia sanitaria.

2020: ¿Annus horribilis o Annus mirabilis?

Para evaluar integralmente la realidad, como escribí en marzo, no debemos olvidar que generaciones anteriores sufrieron mucho más y fueron capaces de superar los trances que enfrentaron. Vacunarse contra el COVID_19 es voluntario y gratuito para todos, por eso, el llamado es a ser parte de este plan Rodrigo Rojas, Rector Santo Tomás sede Copiapó, Paulina Bassaure, Gobernadora de la Provincia de Copiapó
E-mail Compartir

HxEstamos finalizando el año sin dudas más difícil que nos haya tocado vivir desde que tenemos recuerdo. Luego de décadas de estabilidad, de mejoras objetivas y de avances civilizatorios en distintos ámbitos, este 2020 marcó un año de franco retroceso. La crisis mundial provocada por el corona virus ha tenido alcances de una magnitud inconmensurable, superior a las ficciones apocalípticas expresadas en numerosas obras literarias o del séptimo arte.

Para muchos el 2020 es el paradigma de lo que podríamos denominar como el "Annus horribilis", expresión latina traducible como el "año terrible". Esta expresión se acuño para representar la idea de que en un año las cosas han salido mal y no se han ajustado a la expectativa tradicional de que todo año debería ser mejor que el anterior. Y razones para pensar esto hay… y muchas.

Un microorganismo invisible paralizó al mundo y provocó una enorme pérdida de vidas humanas, la separación prolongada de familias y amistades, la incertidumbre sobre el presente y el futuro, el miedo al contacto social tan propio de los seres humanos. Consecuencia directa de la pandemia ha sido la paralización de actividades tan necesarias para el progreso de las personas como son la Educación y el trabajo, lo que ha originado la reducción de las posibilidades de desarrollo de amplios sectores, castigando con mayor virulencia a nuestra América latina. La idea de que saldremos más pobres de esta crisis es ya una constatación.

En nuestro país, sumamos a la crisis sociosanitaria un ambiente sociopolítico degradado, que muestra una preocupante tendencia a la polarización y a la construcción de una idea pesimista de vivir una realidad negativa, la que es contradecida con la información objetiva que nos proporciona el índice de desarrollo humano del PNUD, que nos sitúa como el país de la Región que ofrece mayores oportunidades de desarrollo a su población. Nadie puede desconocer que enfrentamos problemas en materias tan relevantes como las pensiones, la salud, la educación y el empleo, todos los que deben ser encarados y resueltos con decisión, sobre la base de lo que hemos logrado, eludiendo las tentaciones autodestructivas.

Aún en este marco, han surgido respuestas que permiten mirar el futuro con mejores perspectivas. El trabajo de la ciencia que ha logrado en tiempo record producir vacunas para inmunizar a la población, es un avance sin precedentes. Asimismo, la labor incesante de los equipos de salud ha posibilitado salvar numerosas vidas y el surgimiento de incontables iniciativas solidarias, paliativas de los nocivos efectos sociales y económicos, muestran la otra cara de la medalla, algo más esperanzadora. Esta visión positiva, menos visible que la más sombría, podría hacernos visualizar que este 2020 también puede ser entendido como un Annus mirabilis, locución latina que significa "año de los milagros" o "de las maravillas". ?


Plan vacunación contra COVID_19: Proteger a quienes nos rodean

Desde el primer contagio en Chile el 3 de marzo, hemos vivido como sociedad momentos duros y difíciles, llegando esta pandemia a mediados de año a mostrarnos su peor rosto y el sacrificio y compromiso heroico del personal de la salud en todo nuestro país, junto al incansable accionar del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera para que la vacuna llegue de forma segura, eficaz, oportuna y bajo todas las aprobaciones y autorizaciones de su uso internacional y nacionalmente.

Proceso que ha contemplado tres etapas, siendo la primera la exploración y seguridad de las vacunas a través del despliegue de embajadores para buscar las mejores alternativas y la disposición de la comunidad científica y académica para participar y apoyar a los principales laboratorios en las distintas investigaciones que se han llevado a cabo para encontrarla, lo que permitió pasar a la segunda etapa que se encuentra finalizada sobre la aprobación de la vacuna para el caso específico de Pfizer con 20 mil dosis en primera instancia y la definición de los grupos prioritarios, llegando a la etapa tres con el inicio del proceso de aplicación de manera logística y operativa de ésta.

Hemos trabajado fuerte y duro, para que antes de que terminase este año se comenzará el proceso de vacunación con los trabajadores de las Unidades de Pacientes Críticos del Sistema de Salud, en las regiones con mayor incidencia del Coronavirus, como lo son Bío-Bío, Araucanía y Magallanes, y parte del personal de la región Metropolitana, pasando a los adultos mayores, los enfermos crónicos y las personas que están desplegadas combatiendo el coronavirus, para que antes de que termine el primer trimestre del próximo año la mayor parte del grupo objetivo se encuentre vacunada.

Vacunarse contra el COVID_19, en nuestro país es voluntario y gratuito para todos, por eso, el llamado es a ser parte de este plan de vacunación que lleva adelante el Gobierno, para protegernos a nosotros mismos, realizando un acto de solidaridad como sociedad que nos permitirá superar esta pandemia con voluntad y unidad, y de esta forma proteger a quienes nos rodean y más queremos.