Propuesta de artículos para la Constitución
Señor director:
Tras el triunfo del Apruebo, ya debemos comenzar a proponer artículos de la nueva Constitución.
Artículo 1. Chile es una república democrática, plurinacional con derechos sociales garantizados y autonomías regionales.
Artículo 2. Chile se organiza con especial respeto a sus regiones. Y somos por lo tanto un país legalmente organizado desde las autonomía regionales.
Artículo 3. Chile reconoce como parte del estado a las primeras naciones o pueblos originarios, reconociendo su cosmovisión y cultura.
Artículo 4. La educación, salud, pensiones, vivienda y protección del trabajo y de las y los trabajadores, es obligación preferente del Estado. Asegurando estos derechos a todas y todos los ciudadanos.
Artículo ( a definir su número) Chile contará con una policía moderna, ajustada a procedimiento de control no reñidos con los DDHH, y con personal profesional y formados en preceptos democráticos.
Artículo (a definir su número y capitulo). Será obligación preferente del Estado y de las autonomías regionales el desarrollo de la ciencia, como herramienta de investigación y desarrollo. Procurando planificada mente la formación de capital humano avanzado con cupos por regiones, para científicas mujeres y del mundo de la discapacidad, como de pueblos originarios.
Guillermo Cortés Lutz, Doctor en Historia Grupo de Estudios de Atacama GEA
Hacia el fin de la transición
Este domingo 25 de octubre quedará marcado en la historia de nuestro país. La opción "Apruebo" y "Convención Constitucional", ganaron con un alto porcentaje de los votos válidamente escrutados. Resultado con los que la ciudadanía -titular inherente de la soberanía- decidió optar por el camino de un cambio constitucional. "Hasta que la dignidad se haga costumbre", fue una de las consignas acuñadas desde hace exactamente un año, cuando más de 1,2 millones de personas se congregaron en una de las marchas más grandes de Chile. Salud de calidad, mejor educación y mayor igualdad, fueron los reclamos que confluyeron en esa oportunidad. A partir de ese momento algo cambió, o como dicen, "Chile cambió", todos cambiamos, porque, de una manera u otra, nos encontramos en esas demandas y mucho más.
El sentido de lo público, volvió a cobrar relevancia. La Constitución -texto lejano y técnico- fue por varias semanas, el más vendido y centro del debate. Esto último, no es extraño, siendo esta, la estructura jurídica de la convivencia en sociedad e instrumento con el cual convivimos cada día. Si bien el voto era voluntario, se entiende a partir de esto, que todos y todas hayan querido participar en este plebiscito. Las cifras que indican, además, una participación histórica. Pero ¿qué significa este triunfo? Quiere decir, que la mayoría de nuestra sociedad desahució la Carta Fundamental vigente y no proyecta su futuro, conviviendo de acuerdo a sus reglas y anhela una nueva forma de convivir en sociedad, a través de un proceso donde estarán ausentes, los mecanismos de neutralización de la política, anclados en la Constitución del 80.
Sin embargo, esto no es el fin de la transición. ¿Cómo podría serlo? La Constitución del 80, sigue vigente y aún no hay un texto redactado que lo reemplace, pero abre la puerta para que esto ocurra. El plebiscito que vivimos hoy, fue la primera opción real que tuvo la ciudadanía de cambiar las cosas, fue el primer plebiscito desde la vuelta de la democracia.
Eduardo Bofill Chávez, profesor Derecho Constitucional de la Universidad Andrés Bello
¿Más de lo mismo?
Revisando los requisitos que una persona necesita para postular a constituyente, en tres palabras, son los mismos, sí son los mismos, los que hoy día se exigen para postular a senador, diputado, alcalde, futuros gobernadores, CORE, que palabras más, palabras menos, terminan siendo, ser chileno(a), tener cuarto medio y respirar...
Igualmente como hoy tienen los parlamentarios, alcaldes, y de seguro tendrán los futuros gobernadores, los nuevos constituyentes tendrán asesores (abogados constitucionalistas), para que los apuntalen, en materias legislativas tan propias de una labor tan delicada como hacer una Constitución, y que con toda seguridad, los van a necesitar, todos los constituyentes, que sean elegidos, solo cumpliendo tan básicos requisitos, como ser chileno(a), tener cuarto medio y respirar...
Si la presencia tan masiva de asesores hoy en el Congreso y a la vez, teniendo requisitos tan escasos que cumplen los parlamentarios que son elegidos, lleva a preguntarse ¿Quiénes terminan legislando en Chile, los asesores ó los parlamentarios?, lleva a preguntarse entonces...
¿En definitiva, quiénes terminarán redactando la nueva Constitución, los noveles constituyentes ó los avezados y muy preparados abogados constitucionalistas que los apuntalaran?
¿Más de lo mismo?
Luis Soler