Rodrigo Moreno Valera
Con el objetivo de conocer las estrategias discursivas para promover o rechazar la propuesta de cambio de Constitución emanada de las manifestaciones del año pasado, la consultora Cambio Social realizó un estudio que evidenció que de manera transversal los copiapinos reconocen que existen problemas sociales que se deben resolver. Además, que para argumentar ambas posturas (Apruebo/Rechazo) las personas se reconocen inexpertos en el ámbito jurídico, pero expertos en su diario vivir.
El trabajo contempló entrevistas a 29 personas (hombres y mujeres) de distintos rangos etarios, todos ellos mayores de 18 años, y el análisis de tres documentos que abordan la temática del posible cambio constitucional y quiénes deberían hacerlo.
Mientras que la metodología aplicada fue cualitativa, cuyo análisis discursivo de orientación psicosocial abordó los "repertorios discursivos", basándose en que el lenguaje y su plasmación en los discursos se convierten en un conjunto de prácticas lingüísticas que mantienen y promueven determinadas relaciones sociales.
Conclusiones
El estudio concluyó que destacan "la ilegitimidad", "el momento" y "los problemas sociales" como argumentos para respaldar o refutar la necesidad de una nueva Carta Magna en Chile. Sobre este fenómeno, la doctora en intervención psicosocial y miembro de la consultora Cambio Social, Sara Arenas, explicó que "se utilizan los mismos énfasis para construir un discurso y deconstruir el discurso (...) terminamos dándonos cuenta de cómo se utiliza el lenguaje finalmente. Se da la tendencia a buscar un poco el status quo".
Además, que "terminamos polarizando un poco el discurso, se empieza a atrincherar un poco el discurso y no permite ver lo que motivó todo esto que son los problemas sociales (...) Lo que se diferencia es cómo se resuelven esos problemas, con un cambio total, un cambio cautelado", dijo.
En cuanto a "la ilegitimidad", el trabajo expone que quienes buscan reemplazar la Constitución actual utilizan ese argumento afirmando que la Carta Magna actual fue "creada y promulgada en una dictadura civil militar (...) la hace ilegítima, ya que algunos grupos económicos minoritarios en conjunto con las fuerzas militares lograron imponer un modelo de país en un contexto de miedo colectivo".
A la vez, que quienes se oponen al proceso constituyente manifiestan que "actualmente existiría una dictadura de las minorías compuesto por izquierdistas, anarquistas y violentistas, los cuales impusieron el cambio constitucional".
En lo que respecta a "el momento", el análisis dice que las personas a favor señalan que "es visto como una oportunidad frente a los problemas sociales, a las desigualdades y al silencio post dictatorial". Y los opositores al cambio, declaran que "hoy no es el momento de cambiarlo todo, ya que la ingobernabilidad producto del estallido social, más el escenario mundial y local de recesión producto de la pandemia se verán aumentados por la falta de certeza para los grupos empresariales, lo que generará más cesantía, afectando principalmente a la 'clase media'".
En el recurso argumentativo de "los problemas sociales", el texto plantea que las personas a favor de una nueva Constitución "afirman que es imposible hacer cambios profundos sin cambiar la ley madre (...) Cualquier ley reformista puede declararse inconstitucional y no tener ninguna aplicación. Este argumento se confirma en una serie de proyectos de ley que se declaran insconstitucionales antes o después de ser discutido por los/as legisladores/as".
Mientras que los opositores a una nueva Constitución, la defienden con este recurso señalando que "esta genera garantías al mundo empresarial, lo que es bueno para el progreso de todos (ideología del chorreo). Los problemas de la ciudadanía son producto de las leyes creada por los políticos y no lo de la Constitución que, según ellos, ha generado estabilidad por décadas".
Doble discurso
Así como el trabajo de la consultora evidenció que los copiapinos utilizan un mismo argumento para defender una postura a favor o en contra del cambio constitucional, también se presenta el doble discurso a la hora de debatir sobre la necesidad del Plebiscito.
Respecto al por qué se presenta el doble discurso en el debate del proceso constituyente, la doctora Sara Arenas manifestó que no es una práctica relacionada netamente al debate del Plebiscito, sino que "eso se da siempre, por ejemplo, a veces nos mostramos pro migración y luego decimos algo como 'nos están quitando el trabajo', lo decimos nosotros mismos y ahí tenemos doble discurso ,es muy común en los humanos".
"Son interesantes estas construcciones lingüísticas porque muestra lo incoherentes que somos a veces nosotros mismos en el decir, el actuar. Por eso es importante ver estos repertorios que se empiezan a instalar, que son cosas sociales finalmente, versiones que se masifican en un contexto social y que todo el mundo lo comparte con distintos significados incluso", expuso Arenas.
Más reflexión
Finalmente, la profesional dijo que tras este análisis, la idea es que la gente sea más reflexiva, ya que "por ejemplo, cuando dicen que el Plebiscito del domingo es producto de una minoría dictatorial, como lo tratan de asimilar algunos y tratan de una dictadura, si tú lo puedes cuestionar, si eres más reflexivo y decir que en ningún caso es una dictadura lo que vivimos en octubre del año pasado en adelante, no es dictadura ni legalmente, nadie reconocería eso como una dictadura, es falacia un poco el argumento".
"Se utilizan los mismos énfasis para construir el discurso (...) terminamos dándonos cuenta de cómo se utiliza el lenguaje finalmente. Se da la tendencia a buscar un poco el status quo"
Sara Arenas, Psicóloga