Pandemia: Jardines infantiles y Sala Cuna particulares cierran sus puertas
CRISIS. Tres pertenecen a Copiapó, uno en Vallenar y el último en Caldera. Mencionaron que la situación económica ya es insostenible.
Desde la llegada de la crisis sanitaria al país y a la región los jardines particulares y sala cuna enfrentan una compleja situación, debido a que ya serán ocho meses desde que debieron poner pausa a sus labores. En la Región de Atacama ya hay cinco jardines particulares que no podrán volver a abrir sus puertas debido a que ya no pueden seguir acumulando deudas, pagando arriendo y otros.
Antecedentes
Erika Soto, parte de la directiva de la Agrupación de Jardines Particulares de Atacama, detalló que son muchos los sostenedores que se encuentran en una compleja situación debido a la crisis sanitaria.
Sobre ello, Soto, quien también es sostenedora de la Sala Cuna y Jardín Infantil "Happy Baby" en Copiapó, comentó que "nos hemos visto bastante afectadas, por la sencilla razón de que nuestra fuente de ingresos eran las mensualidades de las niñas y niños o bien las empresas nos pagaban, entonces al no percibir esos ingresos, tuvimos que acogernos a la Ley de Protección del Empleo y de hecho, estamos en ese trámite, ya desde abril que empezó a regir esto, porque nosotros estamos a partir del 20 de marzo sin funcionar como establecimiento y estamos esperando que la autoridad sanitaria nos pueda permitir la reapertura de nuestros establecimientos con los protocolos respectivos".
La directiva de la Agrupación de Jardines Infantiles en la región comentó que muchos de los establecimientos son arrendados. "Hemos tenido que dejar de cancelar arriendos, de hecho, los pagos de la gente lo está pagando la AFC (Administradora de Fondos de Cesantía), que es un alivio, pero igual es una preocupación porque hay que pagar igual las imposiciones de las personas y ese es otro gasto que se nos acrecienta con deudas".
Si bien los primeros meses pudieron pagar arriendo, a esta altura del año la situación es insostenible, por lo que serían cinco los establecimientos que cerrarán sus puertas de manera definitiva. "En Vallenar hay uno, en Caldera otro y aquí en Copiapó, si no me equivoco son tres, de lo que sabemos que están con los permisos respectivos", dijo.
Soto detalló que la gran mayoría de jardines que está en la agrupación, "tenemos un reconocimiento, como un empadronamiento, y esto nos permitía trabajar y hacer convenio con las empresas. Somos entre 30 a 35 jardines a nivel regional".
En tanto, consultada sobre una las posibilidades de retornar presencial, Soto indicó que como jardines estamos con muchas ganas de volver, pero a la vez también con mucha preocupación y temor, si vamos a retornar, tenemos que trabajar con los niños que nos lleguen en ese momento, ¿y cuántos niños van a llegar? esa es la incertidumbre que hay, porque muchos papás no van a querer mandar a sus hijos para arriesgarlos".
Además, agregó que deberán trabajar en implementar los protocolos acorde a la crisis sanitaria, lo cual también implica un trabajo de por medio.
Cierran sus puertas
De acuerdo a expresado por Erika Soto, cada jardín tiene un promedio mínimo de 10 trabajadores, por lo que serían mínimo 50 trabajadores los afectados con el cierre definitivo de jardines en Atacama.
"Quedan sin trabajo educadoras de párvulos, técnicos en párvulos, manipuladora de alimentos, aseo y personas que apoyan a la educación, profesoras en inglés, profesoras de yoga, de educación musical, y todas van quedando sin oferta de empleo también, nutricionistas, que son las que nos apoyan con las minutas, entonces todo ese personal queda fuera", comentó.
En detalle, los recintos que cerrarían son: Pequeño Cervantino en Copiapó, Manitos Pintadas de Caldera, Nuevo manantial en Copiapó y Carrusel de Vallenar.
Elsa Ortiz es sostenedora del Jardín Manitos Pintadas y detalló que funcionarán de manera virtual hasta diciembre, pero el 2021 ya cierran de manera definitiva.
"Teníamos una matrícula de 35 párvulos, sala cuna y nivel medio. Educadoras y técnicos en párvulos, aseo, manipuladora de alimentos, contábamos con todo el equipo completo, éramos 10 personas y no pudimos sostener el jardín, porque hay que pagar un arriendo ($850 mil), el establecimiento no es de propiedad de nosotras, hay que pagar cotizaciones, y así, un sinfín de gastos que es imposible sostener con algunos poquitos párvulos que siguen con nosotros de forma virtual", indicó.
Actualmente cuentan con ocho niños que continuarán con modalidad online hasta diciembre. La institución llevaba siete años funcionando en Caldera. "La idea de nosotros es poder terminar bien y no seguir endeudándonos, por eso decidimos llegar hasta diciembre del 2020 (...) es efectivo el cierre, en este momento no podemos seguir sosteniendo esta situación, ya es imposible, porque como no tuvimos respuestas concretas de ayuda, no vamos a poder seguir, para el próximo año. Fue muy difícil porque es un proyecto que construimos a base de pura vocación", sostuvo.
Por último, Elsa Ortíz dijo que sería ideal algún tipo de bonificación o alguna ayuda estatal. "Esperamos que haya una solución para los otros jardines, las otras sostenedoras, que en realidad, también han tenido el mismo trabajo y arduo en poder sostener esta situación, pero espero les llegue alguna solución para que no vayan a tener que llegar a esas instancias que hemos tenido que llegar nosotros. Extender el apoyo a través de alguna entidad, Gobierno, algo que pueda ayudar a amortiguar económicamente", concluyó.
"Es efectivo el cierre, en este momento no podemos seguir sosteniendo esta situación, ya es imposible, porque como no tuvimos respuestas concretas de ayuda, no vamos a poder seguir el próximo año".
Elsa Ortíz de Zárate, Sostenedora Jardín Manitos Pintadas de Caldera