Proceso constituyente y los consumidores
Estamos ad portas de un plebiscito en donde se discutirá la nueva Carta Fundamental de nuestro país.
En ese contexto, me gustaría reflexionar sobre la importancia de los Derechos del Consumidor, que hoy, en pleno siglo XXI, es necesario tener presente en un nuevo orden constitucional.
En la experiencia comparada, tanto en Norteamérica como la Unión Europea, se han regulado los Derechos de los Consumidores como fundamento necesario de protección Constitucional. Así las cosas es loable destacar el caso de España, en donde en la Carta Fundamental (Artículo 51), se reconoce la protección de los Consumidores de forma expresa.
En efecto, estando a menos de treinta días de un proceso constituyente, me surge la siguiente interrogante; ¿Es necesario o plausible que los Derechos de los Consumidores sean reconocidos por nuestra Carta Fundamental?
La pregunta anterior, a mi parecer, no tiene un sentido meramente populista, sino que proviene de un razonamiento jurídico, toda vez que el consumo -como variable micro y macro económica- se posiciona como una necesidad dentro del orden social que, hoy por hoy, es fundamental para construir un mercado equitativo, pero a su vez, justo para ambas partes.
Así las cosas, y como siempre lo digo, al final del día, todos somos consumidores, y como tal, es necesario que, a este grupo de personas, se le reconozca una protección efectiva dada la importancia de los consumidores dentro de un sistema social, jurídico y económico.
César Vargas, abogado
Cómo convivir con el virus
Hemos tenido un año complejo, donde cada uno de nosotros ha debido desplegar una serie de estrategias cognitivas y socioafectivas para lograr avanzar hacia las metas trazadas. En medio de este escenario, se nos invita a convivir con el peligro del contagio de COVID 19, entendiendo que a través del autocuidado podemos protegernos. ¿Qué implicancias tiene esto para nuestra salud mental? Seguramente muchas, ya que el miedo y el temor se han apoderado de nosotros, lo que nos paraliza y nos convierte en personas menos libres.
La invitación hoy es a recuperar la confianza, a través de la responsabilidad que implica esta libertad, y ser responsable requiere de una cierta autonomía moral, que sostiene firmemente la necesidad de cuidarme para cuidar a otros, asumo que el bien común está por sobre mis deseos o satisfacciones personales, si logramos mantener esta premisa, estaremos en mejores condiciones de avanzar hacia un desconfinamiento más seguro y feliz.
Por otro lado, es necesario tener presente que el miedo se ha instalado fuertemente en forma invisible, y frente a las medidas de retomar las actividades en el ámbito público seguramente experimentaremos una sensación de inseguridad y vulnerabilidad, lo que irá desapareciendo si intentamos avanzar en forma paulatina tomando las medidas necesarias, ya sabemos que no existen certezas, ya entendemos que la vida siempre nos puede sorprender, entonces aprendamos a vivir desde la confianza, unida a la responsabilidad individual y colectiva, y no desde el miedo, que nos estanca y paraliza.
Hay muchos aprendizajes que hemos adquirido en este año y uno de ellos es aprender a ser felices con los obstáculos y los desafíos que enfrentamos en nuestras vidas.
Ivonne Maldonado, académica Escuela de Psicología U. de Las Américas
Las nuevas ciudades 8-80
Lo que ayer eran certezas hoy no lo son. En nuestro horizonte ya poder ver que se producirán cambios importantes, dentro de ellos, muchas formas de ver y desarrollar la arquitectura de nuestro país.
Uno de los principales paradigmas, la vivienda propia, podría evolucionar y no ser el gran objetivo a lo largo de la vida. Renacen con ellos algunas formas de habitar colectivo, posiblemente los subsidios de arriendo lleguen a ser muy protagónicos, en general por el alto costo del suelo. A pesar de la pandemia se sigue pensando en una mayor movilidad de los jóvenes que salen al mercado laboral, el tener el trabajo en casa, por ejemplo y cambiar de trabajo constantemente.
Nuevas formas de vida, por ser más solitaria en las grandes ciudades, en contraposición debería tender a un mayor sentido de comunidad, compartir servicios para buscar una mayor sostenibilidad o economía colaborativa. Soluciones modulares que permitan cambios rápidos en las formas de uso, cambiar fácilmente ambientes y lugares para recibir amigos, configurar módulos de trabajo y la relación cada vez mas importante, una incorporación de elementos naturales para asegurar luz natural y buena oxigenación.
El tema de la salud no será menor pensando en una población que esta envejeciendo, las cocinas y los baños en general son desde el punto de vista de la accesibilidad los lugares más complejos, por lo que necesitan un diseño apropiado. Existen autores que hablan del '8-80 Cities', "si todo lo que hacemos en nuestras ciudades funciona bien para niños de 8 años y para adultos de 80 años, será óptima para todos".
Uwe Rohwedder, arquitecto y académico UCEN