"Probablemente lo peor ya quedó atrás"
Bernardita Silva — Gerenta de estudios de La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC)
— Y comercio mayorista en Santiago"Primarias deben ser sobre ideas y propuestas compartidas"
Gabriel Boric
Diputado de Convergencia Social
El miedo a las multitudes, el teletrabajo, el avance de las tecnologías, las nuevas formas de movilidad, la integración urbana y las características propias de los territorios, son fenómenos -algunos provocados o acelerados por la pandemia, otros de más largo tiempo- que están cambiando la manera en que nos relacionamos con nuestras ciudades y que deben ser considerados en el diseño de las políticas públicas para construir urbes con mejor calidad de vida.
Este será uno de los principales desafíos que enfrentaremos como región, no sólo por el hecho de abordar una labor que nos permita avanzar decididamente en un desafío permanente de Atacama, sino que esta nueva realidad marcada por el covid-19 exigirá repensar las formas de desarrollo, que se vinculen desde la identidad de las regiones a entornos más amigables con sus ciudadanos.
Como dijo el destacado arquitecto y Premio Pritzker, Alejandro Aravena, las ciudades son "una concentración de oportunidades y no una acumulación de casas", pues vinculan a sus habitantes con acceso al trabajo, educación, salud o recreación, en definitiva son espacios para que las personas puedan encontrar mejores posibilidades para realizarse desde lo personal, familiar y laboral.
En este sentido, y a pesar de la compleja situación que vivimos, las características de nuestra región abren una oportunidad para que los planes de reactivación, junto con generar empleo -que es crítico hoy en día-, también se transformen en aportes reales para mejorar significativamente la calidad de vida.
De ahí lo importante de concretar lo que hemos denominado infraestructura social, es decir obras en sectores vulnerables que permitan que las personas no deban trasladarse grandes distancias para acceder a servicios, creando una verdadera "ciudad de los 15 minutos". En esta línea, y con una mirada de más largo plazo, también es relevante comenzar a pensar en un proyecto de transporte, ecológico, eficiente y moderno, que facilite la conectividad Caldera-Copiapó-Tierra Amarilla.Este será un desafío que exigirá trabajar colaborativamente entre distintos actores locales, construyendo desde las realidades territoriales ciudades integradas y para todos.
Guillermo Ramírez
Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Copiapó
El boom de empleo experimentado por la región a mediados de los noventa vuelve a repetirse en la región.
Esto, según las últimas cifras de desocupación entregadas ayer por el INE y que señalan que el trimestre móvil junio-agosto de este año el desempleo bajó a un 7,8%, la cifra más baja de los últimos seis años.
Comprometido a fondo con Copiapó y sus habitantes, puede ser la frase que mejor defina a quien fuera en vida Enrique Gallo Toledo, activo radiodifusor y colaborador de los medios durante toda una vida y quien falleciera ayer a los 77 años de edad en el Hospital Regional, a consecuencia de una afección tumoral.
Defendió hasta 2008 la camiseta de Deportes Copiapó, el año pasado partió a préstamo a la Tercera División para jugar por Barnechea, y terminó el fin de semana último alcanzando el segundo lugar en el Homeless World Cup "Río 2010", que es lo mismo que el Mundial de Fútbol Calle, disputado en Copacabana Beach. Es la historia del copiapino Jonathan Viveros.
Copiapó y Tierra Amarilla saldrían de cuarentena en un futuro muy inmediato, según se desprende de las palabras del ministro de Salud, Enrique Paris, en el informe en cadena nacional dado ayer. De acuerdo a la autoridad ambas tendrán "buenas noticias", por lo que se desprende que este lunes podrían estar en fase 2. Sus palabras se condicen con los últimos informes epidemiológicos. Copiapó tenía al 24 de septiembre 131 casos activos y seguirá bajando, dado que en los últimos días ha estabilizado los contagios, mientras que Tierra Amarilla tenía cuatro, aunque ayer sumó dos, lo que de todas maneras no afectaría su estado.
Es inminente el paso siguiente, si tomamos en cuenta que una ciudad como Calama, que tiene una población más menos parecida a la capital regional, contaba con menos de 140 casos activos cuando se anunció que salía del confinamiento.
Sin embargo, quedan aspectos que sería bien a considerar. El efecto Fiestas Patrias aún no se visualiza en cifras y podría ser que en los próximos días haya un aumento, lo que podría incidir en números ya no tan azules.
Junto a esto, queda dilucidar el real parámetro de positividad. A nivel local se dice que se mide por comuna, pero el Minsal a fines de agosto dijo que se mide a nivel regional.
Si fuera el caso, en los últimos siete días el promedio es de un 9% y, en caso de subir, podría incumplir las recomendaciones para desconfinar, dado que para avanzar a transición se exige un 10%.
Como sea, la eventual entrada a Fase 2 y el anuncio de "buenas noticias", no deben ser motivo de relajo, sino que se deben mantener las medidas para evitar, primero un alza en estos días que impida el desconfinamiento, y segundo, los trastornos a mediano plazo. Recordemos a ciudades como Arica, que hace unos meses alcanzaron a estar semanas sin cuarentena, volvieron a entrar y hoy siguen en ese estado, sin perspectivas positivas en el corto plazo. Lo mismo en Antofagasta donde hace meses habían salido de cuarentena, volvieron al poco tiempo y salieron recién ayer, con calles llenas en el sector centro.
Tampoco olvidar lo que está pasando en el sur, donde están volviendo a tener altos índices, incluso peores que en la llamada "primera ola" -aunque técnicamente no es este el concepto- luego de meses de tener números que en teoría fueron bajos.
Los índices del Paso a Paso son más estrictos y ahora es más fácil retroceder. Es preciso que este eventual desconfinamiento no sea algo que dure un corto tiempo.