"Significa que el Estado acepta lo evidente, que es la realidad de que no son un pueblo extinto"
Daniella Cicardini — Diputada
"Será como casarse (…) las dos partes (cliente y banco) deben estar interesadas".
José Manuel Mena — Presidente de la ABIF
— Por la Portabilidad Financiera"Los detectives encontraron en un sitio eriazo de Portal del Inca una guagüita prácticamente de 9 meses, la que mantenía circundando en su cuello con un par de nudos una prenda de vestir correspondiente a un calzón y, además de ello, lo que sobraba de esa prenda estaba introducida en su boca". Con estas palabras el jefe provincial de la Policía de Investigaciones de Copiapó, Alejandro Herrera.
Estudios realizados en Chile señalan que debido al adelgazamiento de la capa de ozono, los jóvenes ya a los 18 años de edad, han tomado todo el sol que debieron distribuir en 50 años. En este sentido, con el fin de medir los índices de radiación ultravioleta en Copiapó, la Conama instaló ayer un "solmáforo" en las afueras del mall Plaza Real.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) ajustó a la baja la proyección de crecimiento del sector disminuyendo del 8,9% que se había previsto a 6,9% anual. "Los datos actualizados muestran que la actividad de la construcción lleva ya tres meses consecutivos en que exhibe cifras negativas", dijo el presidente de la entidad gremial, Gastón Escala.
El presidente de la Asociación de Bancos (ABIF), José Manuel Mena, emitió unas desalentadoras declaraciones a propósito del ataque informático sufrido por BancoEstado y que afectó a cerca de 12 mil computadores. "Que uno tenga estructura, personal especializado y herramientas no aseguran que no te ataquen, hay que decirlo claro, esa es la realidad mundial", dijo respecto a esta realidad que viven los países y que tienen como protagonistas a "empresas de delincuencia", según dice Mena que están especializadas en esta forma de delinquir.
¿Se debe esperar sentados entonces lo que suceda dado que ni siquiera los esfuerzos de las entidades son suficientes?
Ciertamente que la pregunta toma relevancia dado que estamos ante un proceso que escapa de las fronteras chilenas y que nos lleva a una batalla desigual, donde sabemos muy poco de las tecnologías que manejan estos ciberdelicuentes y donde pareciera que hay muy pocos avances en los sistemas de las entidades que manejan una cosa no menor, como son los dineros de las personas.
BancoEstado dice que no hay afectación de fondos, pero queda la duda si para atrás se hayan registrado traspasos irregulares dentro de las cuentas de las personas o de la propia entidad a propósito de la vulnerabilidad probada con el incidente de este lunes que terminó por cerrar la mayoría de las sucursales a nivel nacional.
Pero esto es solo una muestra de las debilidades tecnológicas que hay en Chile en general. Los trámites en línea, las clases online, la falta de Internet o el mal Internet, siguen siendo una realidad que quedó más en evidencia en esta pandemia y cuarentenas. El mismo BancoEstado cuenta con una aplicación que dista de ser amigable y que falla constantemente, provocando diversas críticas.
Junto a esto plataformas como la comisaría virtual han sufrido fallas o intermitencias, mientras que los permisos que son descargados han sido fácilmente replicados y circulan en ciudades como Copiapó, donde hubo un detenido en la Plaza de Armas por portar uno que supuestamente le envió un amigo de Antofagasta.
Como vemos, no estamos hablando solo de expertos mundiales de tecnología que vulneran los sistemas, sino que de "ciudadanos a pie" que con un computador y una aplicación o software, pueden replicar documentos tan fácilmente que queda la duda de cuántos pueden haber rondando en Atacama y el país.
Ahora, hoy, mañana, el humanismo ha de ser el relato que impere. Yo lo creo, sí, lo creo. Los relatos destacados en el siglo pasado y aún hoy, emergieron, fulgieron, se sucedieron, fueron superados, y el último, el liberal, muestra evidentes signos de agotamiento, por decir lo menos.
Los otros relatos globales, de pleno, están agotados, están desacreditados, no hay duda. ¿Y ahora qué? ¿Qué relato superará al vigente? ¿Qué relato se ha de imponer?
Creo firmemente que ha de ser el relato humanista; aquel que ponga en el centro al hombre y a la mujer como verdaderos seres humanos que son. Un relato humanista que considere al hombre y a la mujer como persona, entes que genuinamente deben gozar de los mismos derechos. Un relato en que los seres humanos en su individualidad deben ser tratados de manera similar, al margen de cualquier diferencia como seres sociales.
Ahora, hoy, ¿qué podríamos hacer cada uno de nosotros? ¿Cómo podríamos contribuir a la construcción de este nuevo relato? Podríamos comenzar poniendo en práctica el famoso aforismo: "Conócete a ti mismo". ¿Qué conseguiríamos? ¿Cómo tributaríamos así a este nuevo relato? Aportando tal vez a identificarnos, a exteriorizar nuestra identidad, en la primera comunidad que conocemos, la familia, y luego, en la comunidad escolar, y así, concéntricamente, de menor a mayor.
El siguiente paso, y a la par, será conocer, re-conocer al otro, al tú, al prójimo, y ver en él y en ella a un ser humano único, particular y especial que, como tal, debe ser tratado y respetado.
Es necesario, es urgente, dar forma a un nuevo relato global, que anticipe, que prevea, que empareje la cancha, que no sea tan cuesta arriba y que si es cuesta abajo, que haya manos que detengan el descarrilamiento.
¿Han visto en estos meses que se reúna el G7, el G10, el G15, el G20 o el G77? Al menos, no sabemos de reuniones pomposas, de grandes misiones de avanzada tan características.
La clave en este escenario pandémico y en otros adlátere, de este siglo XXI es la colaboración, no cualquiera, sino aquella leal, sin prebendas, sin componendas. Las nuevas relaciones han de ser de mayor horizontalidad, de menor verticalidad o jerarquía, atenuada por una comunicación entre iguales, entre personas que se re-conocen. Ya no más desarrollo de capital humano, sí más desarrollo humano.
¿Cómo? Implementando políticas públicas que incidan en mejores resultados en salud, educación, nutrición infantil y factores ambientales como el agua y el saneamiento, la contaminación y el cambio climático. En suma, la pobreza no ha de ser la negación al desarrollo humano, sino una oportunidad.
¡No más pobreza!, ¡Sí, más humanidad!
Raúl Caamaño Matamala
Profesor de la Universidad Católica de Temuco