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El "León de Atacama" cayó frente a Cobreloa en un partido marcado por los protocolos

PRIMERA "B". Deportes Copiapó dominó el partido pero no pudo con sus imprecisiones a la hora de definir y a la gran actuación del portero visitante. No había más de 60 personas en el estadio entre futbolistas, dirigentes, medios de comunicación y autoridades en un encuentro que marca la nueva forma en que se vivirá el fútbol nacional por las estrictas medidas sanitarias de ingreso.
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Cristian Morales Cuello

Fue la tarde del 17 de marzo cuando Deportes Copiapó jugó su último partido oficial contra San Luis de Quillota, encuentro que terminó con un entretenido empate a dos goles. Para esa fecha, Chile ya tenía cerca de 200 casos de covid-19 confirmados, ninguno de ellos en Atacama, pero las autoridades decidieron suspender el fútbol, en primer instancia por dos semanas, pero debieron pasar más de cinco meses para volver a ver el balompié nacional.

Pero el retorno a la actividad del "León de Atacama" no fue el mejor, ya que ayer en un casi vacío estadio Luis Valenzuela Hermosilla, cayó por 2-1 frente a Cobreloa, en un partido donde tuvo las más claras oportunidades, pero no pudo ante la imprecisión de sus jugadores y una actuación memorable del arquero loíno, Maximiliano Velazco.

La noticia fue más allá que el regreso deportivo, ya en Copiapó se jugó el primer partido del fútbol profesional chileno, por lo que los ojos estaban puestos en el principal reducto deportivo en torno al cumplimiento de los protocolos sanitarios, con el fin de evitar contagios.

En una situación atípica para el balompié nacional, solo un par de dirigentes de ambos equipos, autoridades y pocos medios de prensa fueron testigos del encuentro.

Medidas

En el estadio no había más que 60 personas entre comunicadores, autoridades y futbolistas, con protocolos estrictos tanto para el ingreso como para el desarrollo del partido.

El recinto se dividió en tres zonas, donde los accesos eran limitados. Incluso, los reporteros gráficos presentes debieron ser sometidos días antes a exámenes PCR con el fin de confirmar que no estuvieran contagiados. Algo que deberán realizar cada vez que juegue el elenco copiapino, tanto a nivel local como visitante.

En tanto, periodistas y comunicadores radiales se ubicaron en las graderías del sector preferencial, con varios metros de separación, siempre con mascarillas y guantes, además de pasar por un proceso de acreditación previo, mientras que dirigentes se ubicaron en las graderías centrales, sin poder hacer ingreso al sector de camarines, como ocurre habitualmente.

Las transmisiones radiales se limitaron a un locutor y un técnico en cabina, en medidas que fueron cumplidas en su totalidad por los presentes en el