El mito de la solidaridad
Señor director:
El principal argumento para que la cotización extra vaya a un fondo común es darle un componente solidario a nuestro sistema previsional.
Para desmentir el argumento anterior, consideremos las expectativas de vida de un trabajador vulnerable respecto a un trabajador de mayor ingreso.
Si ambos destinarán el 6% de su trabajo a un fondo común, es mayor beneficiado es el trabajador de mayor ingreso, pues su expectativa de vida es muy superior al del trabajador vulnerable, por lo que este último trabajará 40 años de su vida para mejorar la pensión de un trabajador que tuvo muchas más oportunidades y recursos en su vida.
El trabajador vulnerable tiene una vida laboral mucho más dura, y con menos preocupación por su salud y por lo mismo su esperanza de vida es menor si la comparamos con las personas de mayores ingresos, cuyos chequeos médicos son parte de su día a día.
La solidaridad en previsión debe venir desde el pilar solidario, pues es la única forma de focalizar en quien realmente lo necesita.
Eduardo Jerez
O'Higgins
Un 20 de agosto de 1820, exactamente hace doscientos años, zarpaba desde el puerto de Valparaíso la Expedición Libertadora al Perú.
El hecho marcaba en forma trascendental la visión de un país llamado Chile, que impulsado por un estadista, cuyo natalicio se celebra el mismo día, consolidaba la independencia no solo de nuestro país, sino además de toda Latinoamérica.
La monumental obra, inmensa en su concepción y requerimientos materiales, demostró que una nación, adecuadamente dirigida y convenientemente motivada por la justicia de su causa, es capaz de llevar a cabo los más grandes desafíos.
De que otra forma se explicaría entonces, que con recursos reducidos y en forma paralela a la Guerra a Muerte que se llevaba a cabo en su territorio, fuera Chile capaz de dar vida a la expedición que hemos mencionado.
O´Higgins demostraba también su visión de estadista, no siempre reconocida, ya que muchas veces ha sido eclipsada por su vida y acciones militares.
Antonio Yakcich Furche, presidente Instituto O´higginiano de Rancagua
Inglés en tiempos de pandemia
No es extraño hoy seguir escuchando a "autoridades educacionales" referirse a la importancia de esta lengua como herramienta de desarrollo profesional. ¿Ayudan algo al mejoramiento de la enseñanza-aprendizaje del inglés? Suena más a 'embrollo' -algo así como especie de activismo pedagógico aquello de "aulas multisensoriales", uso de redes, no grammar, modo filandes, inglés en inglés, teachers academies, "jugando con los sentidos", "fórmula de Lauridsen", "la neurona lingüística" (the rubber bell, the hilt of the sword) . Ahora- gran noticia gran - habrá un colegio municipal bilingüe en Santiago, aparte de otros "happenings" en tiempos de pandemia surgen como vacaciones invierno. En lugar de orientar la enseñanza, confunden. suman las disparidades entre las mallas que forman profesores de esta lengua. Hace varias décadas, que las "metodologías" han venido perdiendo su Norte por una sobre-confianza en tecnologías y cuestiones accesorias. Escuché una vez a un rector que decía "basta con apretar botones" y el aprendizaje de inglés mejora.
Desde las deficiencias en las "metodologías", a la reclusión del inglés en "centros o coordinaciones de idiomas", el nivel académico de esta lengua se ha visto desmejorado al considerarse solo como "requisito de titulación", ¡lejos del bilingüismo! Las primeras, van desde la confusión de enfoques (teorías), métodos (camino hacia…) y técnicas (actividades) hasta el manejo de las contribuciones de la "lingüística aplicada" y la "psicología de los aprendizajes verbales", pilares fundamentales en una "metodología de enseñanza". Las teorías generales del curriculum algo aportan, pero insuficientes. Los pasos o "tempo" en una clase para presentar, ejercitar y usar la lengua en situaciones comunicativas, hoy son cualquier cosa incrementando así las dificultades en la producción y comprensión de la lengua (oral /escrita). Dudo que algún colega de inglés tenga conocimiento de la "historia de métodos" que vienen desde la enseñanza de lenguas clásicas hasta el así llamado "enfoque comunicativo". La confusión - dicho en lenguaje figurado - entre "anestesia y magnesia" seguirá marcando rumbos equivocados. En una de tantas, con la enseñanza online en pandemia, puede que surja un buen camino al "bilingüismo". Debemos ser -optimistas cuando ya en Japón se inventó la mascarilla que traduce/interpresa al menos una siete/ocho lenguas. Será más fácil ser políglota ahora aplicando las metodologías de enseñanza del inglés en Ucrania, dicen que son "milagrosas". N. Parra (poeta) escribió "el problema de la filosofía es quién lava los platos"
Omer Silva