Una buena noticia
Asegurar la calidad de sus procesos adquiere mayor relevancia en el actual marco pues ello posibilita beneficios de alto impacto para todos quienes componen las comunidades educativas. Rodrigo Rojas Veas, Rector Santo Tomás Copiapó
La pandemia ha traído tiempos difíciles. Sus consecuencias sanitarias, sociales, económicas y educacionales resultan a todas luces devastadoras para los países y sus habitantes, prolongando sus nocivos efectos mucho más allá del plazo que originalmente se pensó que podría durar.
Pese a la incertidumbre de cuando se contará con la vacuna que permita controlar la propagación del virus, las sociedades buscan la forma de gestionar sus actividades en un marco de condiciones adversas como hace tiempo no se enfrentaban, tratando de mitigar los daños y evitar el colapso sociosanitario al que se expone gran cantidad de la población mundial. Los brotes y rebrotes de contagios, la entrada y salida de cuarentenas, la reactivación y el cese de actividades sociales y económicas constituyen el marco diario en que se desenvuelve la vida de miles de millones de personas.
Una de las actividades que se ha visto particularmente afectada es la Educación, un sistema que desarrolla una de las funciones vehiculares más importantes en cualquier comunidad, como es la preparación de ciudadanos y la transmisión del saber. En este escenario plagado de dificultades, la Educación superior ha demostrado una gran capacidad de adaptación, implementando la educación a distancia a través de plataformas tecnológicas, lo que ha permitido mantener la progresión académica de quienes se forman en ellas.
Para acompañar a sus alumnos, el compromiso de las Instituciones resulta esencial. Asegurar la calidad de sus procesos adquiere mayor relevancia en el actual marco pues ello posibilita beneficios de alto impacto para todos quienes componen las comunidades educativas. Por ello, y en el marco del compromiso de Santo Tomás con la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior, la confirmación de que el Centro de Formación Técnica Santo Tomás ha sido aceptado para adscribirse a la gratuidad desde el año 2021 es, sin dudas, una buena noticia.
La magnitud de este logro se comprende cuando sabemos que la gratuidad favorecerá a cerca de 2/3 de los estudiantes nuevos y antiguos del CFT Santo Tomás, de todas sus sedes, incluyendo a Copiapó. La decisión de ingresar a la gratuidad estuvo marcada por la intención de que los estudiantes puedan acceder a esta alternativa de financiamiento estudiantil, garantizándoles, de este modo, el acceso a una formación técnica de excelencia, especialmente en este periodo en que miles de familias a lo largo del país enfrentan crecientes dificultades producto de la pandemia del Coronavirus.