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Cristian Morales

Jefe de informaciones El Diario de Atacama
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Cristian Morales Cuello, jefe de informaciones de esta casa periodística, paradójicamente estaba en Santiago investigando las portadas publicadas en esta edición especial el 18 de octubre, por lo que vivió el estallido social.

"Ya había terminado mi reporteo en la Biblioteca Nacional pero decidí quedarme ese fin de Semana en Santiago para ir a ver un partido de mi equipo. Ese 18 de octubre estaba en el centro de Santiago cuando comenzó todo, y como uno es periodistas hasta en los descanso, recorrí la Alameda desde Estación Central a Plaza Baquedano, viendo cómo se desarrollaban hechos que ahora son históricos, pero después viví el otro lado de la moneda, ya que por el toque de queda, no pude volver pronto a Copiapó. Me cancelaron cuatro vuelos, dormí una noche en el piso del aeropuerto y tuve que caminar varias horas para encontrar refugio en pleno toque de queda en Santiago, fue una experiencia de vida", agregó.

Sobre el trabajo del equipo periodístico durante el estallido social, solo tiene palabras llena de orgullo. "El equipo, en su mayoría jóvenes que están haciendo sus primeras armas, mostró una entrega y valentía a toda prueba. Nos apedrearon el diario en un par de oportunidades. Varias veces tuvimos que trabajar sintiendo el gas lacrimógeno. Pese a todo, el equipo estaba ahí".

El estallido social

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El 18 de octubre marcará un antes y un después en la historia reciente. El alza de 30 pesos del Metro de Santiago gatilló en diversas manifestaciones estudiantiles, quienes comenzaron a evadir el paso del pasaje durante toda una semana. Ya ese viernes, la efervescencia hizo un estallido que se esparció por todo el país, donde las ciudades de Atacama no fueron la excepción, especialmente Copiapó, donde las marchas multitudinarias y pocas veces vistas en la capital regional, algunas veces dieron paso a actos de violencia inusitada. Incluso El Diario de Atacama sufrió una serie de ataques, los cuales no lograron frenar el trabajo del equipo periodístico, que por semanas levó los detalles de marchas y manifestaciones.

Una población solicitaba cambios concretos en una estructura social y económica al borde del colapso. La desigualdad había crecido y provocó que una sola chispa hiciera explotar al país, en un estallido social sin precedentes.

Ya en diciembre y con el inicio de la pandemia apaciguaron en parte los ánimos, y se está a la espera de que comience el proceso para el Plebiscito que determine si se cambiará o no la Constitución.

Rodrigo Caballero

Periodista El Diario de Atacama
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Rodrigo Caballero Pizarro estaba a cargo del área de deportes cuando comenzó el estallido social, por lo que cambió sus funciones dentro de esta redacción para comenzar a cubrir marchas y protestas, siempre con una entrega que fue destacada por sus pares, además de tener buena recepción por parte de los lectores.

Sobre la experiencia, es enfático en señalar que "en lo profesional, ha sido sin duda el desafío más importante, el de cubrir el estallido en El diario de Atacama, toda vez que me tocó reportearlo, casi en primera línea".

Dentro de su trabajo periodístico, le tocó ver diversas situaciones, especialmente "desde la perspectiva desde la brigada de la enfermería, que cumplió también un rol crucial dentro de los acontecimientos de octubre, para cuidar tanto a los manifestantes, como también incluso a algún Carabinero que quedase herido".

Al mismo tiempo, revela la complejidad que significó, por medidas de seguridad del personal, el adelantar las horas de cierre de las ediciones.

"Lo más complejo, más allá del reporteo, fue los cierres de edición, toda vez que por un motivo de seguridad del equipo, teníamos que terminar temprano y eso nos hacía trabajar con muchísima más celeridad".