Cómo adornar el hogar según Poe
El ensayo "La filosofía de la decoración" muestra al maestro del terror explicando cómo lograr una escenografía para sus cuentos: cortinas rojas, persianas, papel mural y luz tenue.
Acomodar los muebles y objetos de una casa es como ubicar las pinturas en una galería de arte: "tanto el cuadro como el cuarto son susceptibles a aquellos principios fijos que regulan todas las variedades del arte; y prácticamente las mismas leyes a través de las que decidimos los méritos de una pintura son suficientes para decidir sobre el arreglo de un aposento", dice Edgar Allan Poe en su ensayo "La filosofía de la decoración", texto que regresa a las librerías cuando cada uno está, de alguna manera, obligado a revisar su espacio íntimo.
El texto, original de 1840, fue publicado por Orjikh Editores en inglés, el idioma en que fue concebido, y en español, con la traducción del escritor Francisco Díaz Klaassen, junto a notas de lectura tituladas "La habitación ideal", del académico de la Pontificia Universidad Católica Pablo Chiuminatto, y su exayudante Begoña Alberdi. Los tres autores muestran a un Poe explicando su posición ante asuntos más terrenales que sus obras.
El autor de cuentos de terror y misterio como "El cuervo" y "El corazón delator", entre otros clásicos, destaca, además de su calidad narrativa, por las cuidadas escenografías donde algún personaje se da cuenta que en realidad no existe, o es visitado por voces del inframundo.
"En términos de la decoración interior de sus residencias, cuando no de la arquitectura exterior, los ingleses son insuperables. La sensibilidad de los italianos apenas va más allá de los mármoles y colores. (…) Sólo los yanquis son absurdos", afirma Poe, justificando este mal gusto en que "no tenemos una aristocracia de sangre y, habiéndonos inventado por lo tanto, como una cosa natural y ciertamente inevitable, una aristocracia de dólares, la puesta en escena de la riqueza tiene aquí que tomar el lugar y la función del despliegue heráldico en los países monárquicos, (…) nuestras nociones del gusto han llegado a fusionarse en mero espectáculo".
"El precio de un artículo de mobiliario ha llegado a ser, a la larga y con nosotros, prácticamente la única prueba de su mérito desde el punto de vista decorativo", agrega el escritor de "El cuervo". El poema en prosa trata de un viudo que es visitado por uno de estos pájaros durante la noche, elevándose "por encima de la puerta de mi habitación, posándose sobre un busto de Palas". Es decir, aquellas esculturas que incluyen sólo el rostro y el comienzo del cuello. La pieza donde ocurre la historia ha sido recreada cientos de veces, incluso por Los Simpsons, destacando siempre la puerta, la figura decorativa y una persiana.
Chiuminatto y Alberdi agregan en "La habitación ideal" que en la obra de 1845 Poe está conectado con sus intereses creativos "a través de la vinculación profunda entre la composición poética y los espacios físicos en que la imagina", ya que todo existe para la historia, no para los caprichos del autor ni del personaje: la luz entrando por la persiana, junto la escultura y los libros como única compañía de un hombre solo. "La falta de armonía se observa a veces en la índole de las distintas piezas de mobiliario, pero por lo general en sus colores o formas de adaptación al uso", agrega al respecto el autor estadounidense en "La filosofía de la decoración".
Poe, recomienda, entre otros aspectos, evitar las luces demasiado "resplandecientes" al interior de la casa, debido a que "una luz moderada -o lo que los artistas llaman una luz fría- con sus consecuentes sombras cálidas, hará maravillas incluso en una habitación mal amueblada". El escritor se declara contra el vidrio, material cuya "característica más destacada es el brillo -y en esa única palabra, ¡cuánto de todo lo que es detestable expresamos! Las luces parpadeantes e inquietas son a veces gratas para niños e idiotas, siempre-, pero en el adorno de un cuarto deberían ser escrupulosamente evitadas", porque "mientras nos hacemos ricos, nuestras ideas se van oxidando".
Tras leer pasajes como este, la reflexión en torno a los adornos de la casa es inevitable, más para Chiuminatto, académico de la facultad de letras de la Universidad Católica (UC) que revisó el trabajo decorativo de Poe: "Desgraciadamente, mi casa ni se acerca a la propuesta que hace. El funcionalismo en el que vivimos determina casi toda la vida por la ley de la utilidad. No obstante, muchos libros pueblan los muros de mi casa y eso para mí es una forma de lujo en estos tiempos".
Poe en el encierro
Las notas que acompañan al ensayo del también autor del cuento "Los crímenes de la Rue Morgue" fueron tituladas como "La habitación ideal" por Chiuminatto y Alberdi, quienes describen que la concepción hogareña con que Poe ejemplifica sus gustos -una casa no muy grande, con vidrios y cortinas en tonos rojos, paredes forradas en papel, cuadros con paisajes que dan la sensación de ser pequeñas ventanas, y pequeños detalles en dorado- es el escenario perfecto para "un crimen, un deceso, el horror. Y, por qué no, la residencia de lo que perdura; es una habitación para la imaginación y la fantasía, como placeres del cuerpo, y al mismo tiempo una caja que los conserva. Hoy, en su sueño interrumpido por la vigilia; mañana, el sueño eterno".
-Poe, decorativamente, marca la diferencia entre el espacio de trabajo y el espacio íntimo. ¿Cómo interpretarías esto ahora que, con la pandemia, ambos mundos son uno solo?
-La casa, como espacio íntimo, así como la calle, el afuera, sirven de metáforas para la vida interior y la necesidad de la vida social o callejear, de compartir que favorece el espacio público. Sin duda la situación en la que nos encontramos permite revalorizar la libertad y la vida pública en un sentido amplio. Creo que no exagero si afirmo que estamos viviendo un encierro que vuelve todo plano, donde faltan las texturas que aporta la vida como la conocíamos. Esa pérdida y la repetición, donde todos los días parecen iguales, tiene algo de los relatos más oscuros de Edgar Allan Poe.
-¿Cómo crees que se sentiría este autor clásico del terror ahora en cuarentena?
-Por sus escritos, su poesía y sus cuentos, pienso que se vería ante la obligación de reconocer que esto que vivimos se parece más a una pesadilla que a un sueño. Esa transformación de lo doméstico y más cercano es precisamente lo que el escritor estadounidense usa como base para sus relatos llenos de suspenso y terror.
"La filosofía de la decoración"
Edgar Allan Poe (con notas de Chiuminatto y Alberdi)
Orjikh Editores
88 páginas
$ 7.500
Por Valeria Barahona
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