Nadie dijo nada
Señor director:
Con estas tres palabras, el poeta Carlos Pezoa Véliz, finalizaba sus versos para un vagabundo muerto en la intemperie y sepultado en la soledad del cementerio. No había familiar alguno, solamente el viento otoñal movía el ramaje de los árboles como despidiendo al que emprendía su viaje sin retorno.
¿Cuántos farrean en las madrugadas despreciando las restricciones - toque de queda y cuarentena - que todos estamos obligados a respetar por la Pandemia? Se sienten héroes del momento. Se convocan por las redes sociales. En su mayoría son jóvenes que tienen una vida por delante, pero demuestran que nada les importa. Sus padres, abuelos y familiares están en sus hogares, a resguardo de la contaminación viral. Pero hacen caso omiso de lo que todos, sin distinción, debemos respetar.
Nada de mascarillas y menos distancia social caracterizan estas fiestas. Silenciosamente el Covid19 se regocija ante tantas posibilidades que se le presentan para atacar, a más de alguno de los asistentes. ¿A cuántos? Al cabo de breves días uno o más de los felices reunidos caerá.
Y, el que fallezca lo hará en soledad. Sus familiares no podrán vestirlo, como es tradicional, con el mejor traje o ponerle en su pecho la camiseta de su club preferido. No habrá velorio. Su cuerpo, amortajado con un grueso envoltorio plástico, será colocado en un féretro herméticamente sellado. Su sepultación, de preferencia en tierra, se cumplirá antes de 48 horas. Con la presencia de no más de 10 personas. Ni sus amigos de las redes sociales se enterarán de su partida. Al cabo de un tiempo se darán cuenta de su ausencia.
Así ocurrirá con más de alguno de los que quebrantan las disposiciones de la autoridad sanitaria. Y, como lo decía el poeta, "tras la paletada, nadie dijo nada, nadie dijo nada"
Ismael Núñez Montero, periodista emérito
Activo de la empresa familiar
Uno de los activos más importantes que tiene una empresa familiar es su reputación y marca, la cual se traduce en la capacidad para atraer y retener a sus clientes. Ante la actual crisis, una marca que se ha construido a lo largo de muchas generaciones puede ser mejorada y elevada, o empañada y destruida, dependiendo de las acciones tomadas.
Cuando las personas reflexionan sobre una determinada marca, lo que hacen es pensar en una empresa y los productos o servicios que proveen. Esto incluye su historia, el recurso humano y las decisiones que toma. Aquellas bien posicionadas, que cuentan con empleados alineados, promueven la resiliencia, la longevidad y la lealtad del cliente.
La actual crisis que ha generado un boom del e-commerce, dando lugar a nueva forma de desarrollar nuevas categorías de productos y servicios, se ha transformado en una oportunidad para reinventarse y mejorar aspectos no vistos. Para responder con éxito, las marcas familiares deben centrarse en la evolución de la experiencia del consumidor digital, quienes se sienten mucho más valorados al tener una buena experiencia, llegando a fidelizar a esa marca.
Entender las emociones de los usuarios y generar estrategias e interacciones que permitan adecuarse a estas necesidades, permitirá validar esa marca y, por consiguiente, ayudar a perpetuar el negocio.
Claudio Müller, académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información Facultad de Economía y Negocios U. de Chile
Pensiones de alimentos
Ante las constantes acusaciones de impunidad a quienes rompen la cuarentena, como abogada feminista quiero recordar que de lo que sí hemos visto impunidad constante es ante el incumplimiento de pago de pensión de alimentos. Según tribunales la orden de arresto se torna "muy gravosa" sin mirar la gravosidad que implica para quien cuida no tener ese ingreso esencial, y la falta de solución judicial a ese incumplimiento está perpetuando el hábito del no pago de este derecho, sin ninguna consecuencia. Es irrisorio afirmar que la crisis sanitaria es una excusa para esto, como si existiera previamente una rápida diligencia por parte de Carabineros y/o la PDI en circunstancias de normalidad. Pero incluso así, el hecho que se decrete, al menos constituye una advertencia que en muchos casos podría repercutir en que se cumpla efectivamente este pago que las familias sostenidas principalmente por mujeres en particular durante esta crisis requieren con urgencia.
Si a eso le sumamos que en muchos casos tampoco se está verificando la relación directa y regular, nos encontramos en un escenario en que el costo de los cuidados ha aumentado y además, no se cumple con los alimentos que ya desde antes seguramente eran insuficientes.
Los roles de género se refuerzan en pandemia mediante mujeres agobiadas y empobrecidas por los cuidados, las que no importan en la administración de justicia, que replica la discriminación de género afectado la garantía constitucional de igualdad ante la ley.
Francisca Millán, abogada de AML Defensa de Mujeres