Turismo
En toda crisis hay una oportunidad.
Es cierto que ante la pandemia uno de los sectores más afectados ha sido la industria del del turismo, pero es también este nicho el que tiene un gran potencial de reinvención ante las demandas de los viajeros del futuro.
El confinamiento nos ha restringido y cambiado la forma de relacionarnos, pero también- estoy seguro- ha despertado en la mayoría de las personas un deseo por retomar la exploración de nuevos lugares y experiencias, de reencontrarse con otras culturas y seres humanos.
El viaje seguirá vigente y se retomará con fuerza, pero no como la conocíamos hasta antes de la pandemia. Los nuevos pasajeros cambiarán los traslados temáticos acotados a pocas horas o a un solo día, por viajes integrales de mayor duración que les permitan combinar una visita de negocios, con recorridos culturales, días de descanso y encuentros con familiares y amigos.
Aquí el desafío para quienes participamos y desarrollamos el turismo, es adecuarnos a los requerimientos de los próximos viajeros que, por un lado, darán prioridad a aquellos servicios que aseguren protección, seguridad y tranquilidad a todo el ecosistema. Y por otro, a los que ofrezcan mayor conectividad y adaptabilidad para cubrir los objetivos de sus estadías.
En relación a lo primero, será fundamental reinventar desde ya las formas de atención a través de la implementación de medidas sanitarias que protejan a empleados y viajeros, sobre todo en los hoteles, tal como lo está aplicando la cadena Accor, a través de la ejecución de 150 protocolos de higiene y seguridad.
Sobre lo segundo, tendremos que ser capaces de reacondicionar espacios para que los huéspedes cumplan actividades diversas, incorporando por lo demás más herramientas digitales y tecnológicas de primer nivel que les permitan mantenerse conectados en cualquiera de los destinos, pues es un hecho que será cada vez más frecuente recibir a personas que trabajarán viajando.
Patrick Mendes, CEO de Accor para Sudamérica
Día Mundial del Medio Ambiente II
El Día Mundial del Medio Ambiente ha ganado notoriedad con los años, y el de este viernes -independiente de la actual situación mundial- no será la excepción. Sin embargo, el contexto nos plantea desafíos inmediatos mucho más ambiciosos, específicamente en cuanto a energías limpias.
Chile acaba de bajar tres posiciones en el Ranking de Transición Energética elaborado por el Foro Económico Mundial[i], siendo uno de los 6 países que retrocedieron en relación con el año anterior. Si bien actualmente estamos en la posición 29 de un total de 115 países, y terceros en América Latina detrás de Uruguay y Colombia, es importante continuar haciendo todos los esfuerzos para impulsar el desarrollo de las ERNC.
La contingencia mundial encuentra a la industria chilena en un muy buen pie, con un nivel de desarrollo envidiable, incluso si la comparamos con algunos países desarrollados. Pero no debemos bajar la guardia ni poner en segundo plano -debido a la contingencia- a una industria que tantas oportunidades genera para el país.
Víctor Opazo Carvallo, CEO de Solek Chile
Día Mundial del Medio Ambiente II
La hora de la naturaleza es el lema elegido este año para el Día Mundial del Medio Ambiente. Tal y como informa la ONU en su web, sin la naturaleza no sería posible la vida en el planeta, de ahí la relevancia de concienciar a la población a valorar la biodiversidad, fomentando y reforzando la necesidad de generar políticas de desarrollo sostenible.
Las imágenes durante el confinamiento humano con ciudades en las cuales animales silvestres pasean con tranquilidad, ríos y lagos recuperando su claridad, ciudades menos contaminadas y otras maravillas como la visualización de fauna que parecía extinta. Todas estas situaciones demuestran el grado de presión que hemos estado ejerciendo a nuestra biodiversidad en estas últimas décadas y como ella está luchando por mantenerse y por continuar allí junto a nosotros prestando servicios ecosistémicos invaluables para la vida humana.
Hasta ahora, los acuerdos de Río, el protocolo de Kyoto, los ODS y las reuniones COP son acciones que van en ese camino pero que no terminan de permear fuertemente en las políticas de los países. Una sociedad es sostenible cuando se preocupa de sus problemas actuales y futuros, dando soluciones que mantengan la calidad y diversidad de los recursos naturales a nuevas generaciones. Tenemos que pasar de las buenas intenciones a realmente ser un país con planificación territorial acorde, ciudades saludables y turismo respetuoso, todos conceptos que escuchamos permanentemente y que muchos acusan apoyar, pero que aún no se ve reflejado en nuestras políticas y acciones.
Se necesita del apoyo político, empresarial y de la sociedad civil sino la tarea de sostenibilidad quedará abocada sólo al Ministerio del Medioambiente y con muy poca fuerza en el sistema global de desarrollo de Chile. l
Dr. Roberto Moreno, director Centro de Investigación Multidisciplinario de La Araucanía (CIMA) de la Universidad Autónoma de Chile