Gustavo Borges / Efe
El mítico Pelé acertó un pase de Rivelino en el minuto 18 y con un golpe de cabeza puso el balón en la red para marcar uno de los goles más trascendentes de su vida, el día en el que se convirtió en un Dios del fútbol en el Mundial de México 70 que hoy cumplirá medio siglo de su inauguración.
Fue un centro al área que Edson Arantes do Nascimento recibió con clase para darle a Brasil una ventaja de 1-0 en la final ante Italia que terminó 4-1 y convirtió al mejor futbolista del siglo XX (según FIFA) en el primer jugador con tres títulos mundiales, luego de haber sido campeón en Suecia 1958 y Chile 1962.
Brasil, dirigido por Mario Zagallo, propuso el partido. Después de que Boninsegna empatara a los 37', el Scratch fue superior en la segunda mitad y ante más de 107.000 aficionados resultaroncampeones del mundo con goles de Gerson, Jairzinho y Carlos Alberto.
Si bien es recordado por la hazaña de Pelé, el Mundial de México, primero celebrado fuera de Europa o Sudamérica, marcó el inicio de una nueva era en la competición deportiva más importante.
En México, por primera vez se utilizaron las tarjetas amarillas para amonestar a los jugadores y por primera vez la televisión transmitió en colores.
Dos años después de organizar unos Juegos Olímpicos que también resultaron un antes y un después, los mexicanos hicieron suyo el Mundial y llenaron el Estadio Azteca, el Jalisco de Guadalajara, el Cuauhtémoc de Puebla, el Nou Camp de León y el Luis Gutiérrez Dosal de Toluca.
el partido del siglo
Si bien la final fue el gran espectáculo porque definió al campeón y consagró a Pelé, las semifinales fueron espectaculares, sobre todo la de Italia contra Alemania, considerada como el partido del siglo.
Brasil venció 3-1 a Uruguay en el Jalisco con goles de Clodoaldo, Jaircinho y Rivelino en un duelo en el que los brasileños agradecieron haberse sentido como locales.
Sin embargo el gran espectáculo aconteció en el Azteca con el cara a cara entre dos equipos poderosos.
Roberto Boninsegna puso delante a los italianos a los 8'. A partir de ahí la "Azurra" dominó, pero los alemanes de Helmunt Schön se recuperaron y empataron a los 90' por intermedio de Karl-Heinz Schnellinger.
La Alemania de Franz Beckenbahuer creció. En la prórroga el mítico Gerd Müller anotó el 1-2 a los 94', aunque los italianos igualaron cuatro minutos después por intermedio de Tarcisio Burgnich.
Luigi Riva puso el 3-2 en el 104', pero Müller volvió a aparecer de la nada y empató en el 110' para convertir el Azteca en una casa de locos.
El momento cumbre fue en el minuto 111. Gianni Rivera le dio el triunfo a los italianos, que sacaron a relucir su poderosa maquinaria defensiva y accedieron a la final, aunque llegaron a ella cansados ante un Brasil que los barrió.
"El Estadio Azteca rinde homenaje a las selecciones de Italia (4) y Alemania (3), protagonistas en el Mundial de 1970 del Partido del siglo", reza una placa colocada en la sede del duelo.
El campeón en 1966 Inglaterra perdió 1-0 con Brasil y quedó segundo de su grupo y en cuartos de finales fue vencido 3-2 por Alemania, mientras el local México se clasificó invicto aunque en segundo lugar de su llave al empatar sin goles con el líder Unión Soviética y derrotar 4-0 a El Salvador y 1-0 a Bélgica.
En la única vez que estuvieron en la fase de los ocho mejores en un Mundial, los mexicanos fueron goleados en cuartos de finales, 4-1 por Italia.
16 años después del nacimiento de Pelé como dios del juego, en 1986 el Azteca volvió a ser la casa de la conversión en deidad de otro grande, el argentino Diego Armando Maradona, quien se echó al hombro a su país y lo convirtió en campeón mundial por segunda vez en su historia.