Bolivianos varados fueron trasladados a albergues pero sin fiscalización sanitaria
COPIAPÓ. 23 hombres y 9 mujeres fueron situados en recintos distintos por género tras gestión particular, pero sin que las autoridades sanitarias se acercaran a revisar las instalaciones y condiciones del lugar. Ciudadanos manifestaron sentirse desamparados por parte del Gobierno de Bolivia por no proveer información necesaria para poder volver a su país.
Finalmente los 32 ciudadanos bolivianos varados en Copiapó - 23 hombres y 9 mujeres - que aún no pueden regresar a su país por el cierre de fronteras debido a la crisis de salud por el COVID -19 y que se encontraban sin lugar estable para alojar, fueron trasladados a dos albergues por género como medida inmediata a la situación de calle que vivieron por algunas horas.
Con el fin de que pudieran pernoctar en un lugar seguro la madrugada de ayer, la cual se extendió hasta la de hoy, los recintos fueron conseguidos de forma particular debido a la emergencia.
Sin embargo, ambos lugares no fueron fiscalizados por las autoridades regionales de Salud para saber si cumplían los requisitos sanitarios correspondientes en medio de la pandemia, y a su vez recibir recomendaciones para afrontarla bajo el contexto en el que se encuentran.
Esto según consignó el representante de los ciudadanos bolivianos afectados, Charles Trigo, quien dijo que "de parte de la autoridades de salud no se han presentado en los albergues para revisarlos, aunque creemos que si tienen que estar en conocimiento. Simplemente recibimos la ayuda particular con estos dos lugares para que nuestros compatriotas no durmieran en la calle, ya que era una situación de emergencia", y considerando el estado actual de toque de queda en el país.
Condiciones
Uno de los albergues es la Casa de Acogida del Obispado de Copiapó, el cual está alojando a las nueve mujeres del grupo aquejado.
Al respecto de las condiciones en que se encuentra el lugar, Jorge Alfaro, director del Departamento de Acción Social de la Diócesis de Copiapó, puntualizó que, particularmente, "nosotros si avisamos que las nueve mujeres las llevaríamos a la Casa de Acogidas, que habitualmente usamos de albergue para mujeres (...) ahí se reúnen todas las condiciones para una casa con esta cantidad de gente. Tienen agua caliente, ducha, baños, cocina, sala de estar y hacemos una constante sanitización propia del lugar".
Mientras que el recinto que acoge a los 23 hombres, es una sede de partido político regional en Copiapó, que los propios ciudadanos bolivianos prefirieron no se diera a conocer públicamente por tratarse de una ayuda social y no política.
Así, al entrar a la sede, se puede apreciar que tanto baños y cocina se encuentran higienizadas, como también cuenta con un amplio sector de patio y aire libre donde los albergados pueden distenderse. Pero, al revisar la parte donde deben descansar y pernoctar, se visualiza un estado de hacinamiento de los ocupantes en dos habitaciones colindantes, sin poder practicar un distanciamiento entre personas de forma adecuada.
Cabe recalcar que El Diario de Atacama se intentó contactar con la Seremi de Salud de Atacama, en su facultad como ente fiscalizador sanitario de la región, para saber si están en conocimiento de esta situación y si efectivamente no hubo una revisión previa a los albergues antes de ser usados, pero sin tener respuesta hasta el cierre de esta edición.
Desamparados
Por otra parte, un sentimiento generalizado de este grupo de extranjeros, es el de desamparo y abandono por parte del Gobierno de Bolivia para que puedan volver a sus ciudades. Acusan al consulado de no proveer la información necesaria para tener respuestas a su situación e incluso emplazan directamente a la presidente interina de su nación, Jeanine Ánez, de no mostrar preocupación ante estos hechos.
"La señora Jeanine y su Gobierno, lamentablemente se han olvidado de nosotros. Aquí y como una gran mayoría de compatriotas solo venimos a países vecinos por temporada a trabajar. Se ha olvidado de los propios bolivianos en esta emergencia", comentó Rosende Quispe de 58 años.
En tanto, Iber Torrico de 30 años, enfatizó que "necesitamos un mayor compromiso y apoyo de nuestra presidenta. Necesitamos volver a nuestro país para estar de nuevo con nuestras familias que se encuentran muy preocupados por la situación".
En la misma línea, Karina Salvatierra de 25 años, opinó que "lamentablemente nos encontramos desamparados por parte de nuestro Gobierno. A fines de abril, nos hicieron llenar y firmar un formulario para que pudiéramos volver, en donde se nos daría una fecha estimada para hacer la cuarentena que nos exigen para el proceso de regreso a Bolivia. Hasta la fecha no hemos tenido respuesta del Consulado", dijo.
Finalmente desde el mismo grupo, señalaron que a pesar de no tener un apoyo concreto por parte de las autoridades a su problemática, se sienten agradecidos de la ayuda que le han brindado particulares en la región para la emergencia que viven. Muchos de ellos que conocieron por primera vez Chile este año, en busca de mejores oportunidades laborales, pero que "se vieron interrumpidos de la noche a la mañana por la pandemia".