Recuerdan a Senna a 26 años de su muerte
FORMULA 1. Uno de los grandes contrincantes de su carrera, Alain Prost, dijo haber "murto una parte de él también".
Ayrton Senna lideraba el Gran Premio de San Marino (Italia) tras las siete primeras vueltas. Sin embargo, el brasileño perdió el control de su Williams en la curva y se estrelló a aproximadamente 300 kilómetros contra un muro de hormigón. Fue trasladado en helicóptero a un hospital de Bologna, pero murió horas después por las graves fracturas que sufrió en su cráneo, un 1 de mayo de 1994.
Senna a esas alturas de su carrera se había ganado un lugar en el olimpo de la Fórmula 1. El oriundo de San Pablo consiguió tres campeonenatos (todos con McClaren), 41 victorias, 65 pole positions y estuvo en 80 podios. "No estoy diseñado para ser segundo o tercero, estoy diseñado para ganar", llegó a afirmar en una ocasión.
Los que lo conocieron cuentan que fuera de la pista era un tipo introvertido y callado. Sin embargo, cuando se subía al auto se transformaba en un feroz animal competitivo. Estaba lleno de mañas, se deslizaba como nadie bajo la lluvia y humillaba a sus rivales.
Como toda leyenda, tuvo un contrincante con el que protagonizó una vibrante rivalidad, el francés Alain Prost. Eran los mejores, eran ambiciosos y la colisión que tuvieron en Japón, cuando ambos buscaban el título, debe ser uno de los momentos más tensos y polémicos en la historia del deporte. "Cuando murió, una parte de mí también había muerto", comentó el galo.
Senna le dio alegría a Brasil en una época en que la selección de fútbol no ganó ningún Mundial y ayudaba a los que menos tenían. No lo olvidan. En las carreras que se disputan en su país, se escucha en las tribunas "Olé, olé, olé, Senna, Senna".