El cobre, covid-19 y oportunidad
El ministro Baldo Prokurica propone incorporar el metal rojo en aeropuertos, hospitales y recintos de alto flujo de público. ¿Es posible replicarlo en el extranjero? ¿puede ser una oportunidad para Chile? Científicos dicen que el coronavirus podría ser uno de los tantos virus que pueda estar en la tierra a largo plazo. Por ende, no es descabellado pensar que los países formularán su vida diaria con elementos como el cobre.
El coronavirus podría durar cerca de cuatro horas en las superficies hechas de cobre, lo que ha provocado un incremento en su uso a nivel nacional e incluso mundial. Solo en mascarillas las empresas chilenas han desarrollado modelos, que han sido replicados en países como Estados Unidos y en continentes como Europa, lo que abre interesantes perspectivas en el marco de la emergencia. El ministro de Minería Baldo Prokurica le propuso a su par de Obras Públicas, Alfredo Moreno, que recintos de gran afluencia como aeropuertos o terminales de buses, tengan en su construcción el metal rojo, lo que puede ser muy efectivo para el control de la pandemia y por ende para la salud de las personas, pero que también podría servir para el desarrollo del país.
Si tomamos en cuenta que las proyecciones indican que el coronavirus podría traer consecuencias para las personas hasta al menos 2024, podemos decir que los países deberán idear sus políticas con controles que pueden ir de la mano perfectamente con la propuesta de Prokurica.
Las propiedades antibacterianas del cobre pueden ser un gran aliado en ciudades con una mayor densidad poblacional y donde la desinfección con elementos puede terminar siendo un desgaste humano y económico, que requiere de opciones.
Es una clara desventaja contar con superficies donde el virus pueda permanecer incluso días y tomando en cuenta que es una tema a largo plazo, perfectamente podemos pensar que habrán países que evalúen la opción de integrar el cobre en la vida diaria, especialmente cuando hay científicos que dicen que no es el único coronavirus que puede afectar a los seres humanos, sino que hay otros cuyos alcances son desconocidos.
Un mundo hecho de cobre puede ser un idealismo, pero no es descabellado que sea más solicitado, quizás no como el jabón y alcohol gel, pero sí en un punto que Chile puede aprovechar a medida que va avanzando la emergencia. Las mascarillas son una de tantas opciones que se puedan dar.
Atacama es una tierra de proyectos paralizados y quizás eso a futuro sea una oportunidad. Esas vetas no han sido explotadas y puede que las ideas de grandes países necesiten aquel cobre que está en estas tierras, que por años han sufrido por la falta de actividad económica.