El agua en tiempos de pandemia
Con la emergencia sanitaria que estamos viviendo, se hace más evidente la importancia de cuidar el agua, recurso vital y limitado que hoy es clave para evitar la propagación del COVID-19. Sin embargo, el agua para el uso humano es escasa en muchas zonas del mundo y en Chile atravesamos por una grave crisis hídrica, tras una década de la peor sequía de la que se tenga registro. Un buen lavado de manos podría convertirse en un tema crítico.Según los últimos datos del MOP, desde 2019 a la fecha, 136 comunas entre las regiones de Coquimbo y Maule fueron declaradas zonas de escasez hídrica, lo que significa que el 39% de las comunas del país están seriamente afectadas. En este escenario, hoy más que nunca es urgente hacer un uso racional y eficiente del agua. Si bien la escasez hídrica se ve agudizada por los efectos adversos del cambio climático, también es un hecho que muchas personas hacen un uso desmedido de este elemento, acostumbrados a su abundancia. En tiempos de coronavirus, es necesario recordar que tanto las personas como la industria deben implementar medidas eficientes para hacer un uso correcto del agua que para otros es de difícil acceso. Desde la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático estamos desplegando esfuerzos para coordinar al sector productivo con el sector público, con el objetivo de generar una gestión hídrica adecuada en las cuencas hidrográficas del país y, de esta forma, asegurar la disponibilidad de agua que se necesita para el bienestar de las comunidades y el desarrollo económico de los territorios. La invitación es a tomar conciencia y modificar nuestros hábitos para asegurar la disponibilidad de un recurso como el agua, sin el cual se hace inviable la propia subsistencia humana.
Giovanni Calderón Bassi, director Ejecutivo Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático
Controversia
Recientemente, el columnista Carlos Peña ha protagonizado una controversia al irse contra quienes piensan que la experiencia de la tormenta pandémica es un antes y un después que apagará las injusticias, inhibirá la violencia tribal, corregirá la ignorancia o echará lejos a la discriminación. El señor Peña, así, mira el mundo de forma realista y desprecia cualquier ejercicio de demagogia moral y excesivo simplismo buenista.Su reflexión racional claramente herirá las sensibilidades idealistas y de sentido común de la mayoría de los chilenos; de ahí que nazca una controversia de este tipo. Pero su meditación nos recuerda, aunque queramos olvidarlo pasajeramente, de que este es un mundo inexorablemente injusto, ambiguo, ambivalente y complejo. Su planteamiento racionalista, no obstante, posee una perspectiva necesaria para buscar de mejor forma las soluciones técnicas a los grandes desafíos de nuestro país. La enfermedad, la ignorancia y el sectarismo no se curan con buenas intenciones, ni con palabras vagas para quedar bien con todos y con uno mismo. En un mercado de las ideas maduro, las expresiones políticamente incorrectas son bienvenidas si apuntan a un espíritu constructivo, a una postura dialogante y poseen una sólida argumentación, echando mano a la acumulación de conocimiento especializado. Es eso, a menos que prefiramos la ignorancia o la indignación emocional. Con todo, otra cosa bien diferente es querer ver el mundo de forma unilateral, como muchos de sus críticos -quienes buscan su censura- revelan.
Camilo Barría-Rodríguez, historiador
Discriminación
Frente a las acciones discriminatorias que han vivido algunos profesionales del área de la salud en los últimos días, en diversos espacios de dominio público, es fundamental que las personas se informen adecuadamente. Somos los profesionales de la salud quienes nos preocupamos de proteger la vida y el bienestar de las personas y aplicamos con especial dedicación y cuidado todas las medidas que se requieren para prevenir la propagación de cualquier enfermedad y especialmente en este caso del nuevo coronavirus.Como enfermera matrona, no puedo sino señalar que la seguridad clínica, la prevención y la conducta ética es parte de nuestra vida profesional y personal, y siempre estaremos atentos a proteger, cuidar, promover y restablecer la salud de la población y de nuestras familias. Estamos formadas para comprender las reacciones que pueden tener las personas frente a esta crisis sanitaria y acompañarlos con gran profesionalismo en el transcurso de la enfermedad, dando lo mejor de nosotros para su recuperación y en algunos casos acompañar en el buen morir, y necesitamos de todos para que nuestro accionar y el de todas las personas que trabajamos en las instituciones de salud sea fructífera.Quisiera agradecer a todos aquellos que trabajan en las instituciones de salud y reitero el llamado a informarse pero, sobre todo, a ayudarnos a proteger a la población cumpliendo con todas las medidas para evitar la propagación de esta epidemia mundial.
Mónica Canales, decana Facultad de Enfermería U. Andrés Bello