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Cuáles han sido los beneficios para el medio ambiente ante la pandemia del COVID-19

Raúl Céspedes Valenzuela , Museólogo, Hèctor Soto Vera, Director Regional de Conaf
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Todos hemos visto en el último tiempo, como los medios de comunicación internacional han resaltado los inesperados beneficios que se han visto reflejados para el medio ambiente a nivel mundial. El principal de estos ha sido la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI), recordemos que son GEI, son aquellos gases que forman parte de la atmósfera natural y antropogénica, es decir, aquellos gases emitidos por la actividad humana, cuya presencia contribuye al efecto invernadero.

Siendo los principales gases: El vapor de agua, consecuencia de la evaporación en la que la mayor parte se origina como resultado de la evaporación natural que ocurre en nuestros océanos. El Dióxido de carbono (Co2), de los gases el más importante y asociado a actividades humanas y el principal responsable de este efecto, gases que derivan del usos de combustible fósiles para procesos industriales y medios de transporte (Aéreos, terrestre y marítimos). Su emisión deriva de procesos de combustión como del Petróleo, carbón, erupciones volcánicas así como de la madera, presentando la mayor emisión para este último, en incendios forestales. También cabe mencionar entre otros gases el Metano (CH4), Óxido nitroso (N2O), Clorofluorocarbonos (CFC), El ozono troposférico (O3)

Por tanto, la reducción de los gases en la atmosfera, la limpieza de los cuerpos de agua, la presencia de fauna en las ciudades, la mayor presencia de aves en el borde costero, la disminución en el tráfico ilegal de la fauna silvestre. Han sido algunos de los ejemplos que hemos visto en televisión y en la prensa escrita, esto nos demuestran los beneficios que ésta entregando la pandemia a la que se está enfrentado el mundo actualmente para el medio ambiente.

Sabemos que la pandemia del COVID-19 es un grave problema a la salud y para la vida humana, pero a medida que los gobiernos a nivel mundial toman nuevos protocolos de seguridad, nos han permitido cambiar nuestra costumbre para evitar el contagio; el lavado de manos, distanciamiento, permanecer en nuestros hogares, cierre sanitarios de fronteras, regiones y comunas, cierre de áreas silvestres privadas y públicas, reducción en el número y frecuencia de vuelos, la suspensión de grandes concentraciones y eventos deportivos, sociales y culturales. Está trayendo como consecuencia una clara baja en el nivel de emisiones de gases contaminantes.

La pregunta que debemos hacernos es, si este beneficio momentáneo hacia el medio ambiente se podrá mantener en el tiempo, de manera de ayudar en la detención del cambio climático, o nos enfrentaremos a un acelerado crecimiento industrial, que buscara recuperar el recurso económico perdido posterior a esta pandemia.


Pandemia histórica

Se cataloga como Pandemia, si un brote epidémico afecta a regiones geográficas extensas (varios continentes). Tal es el caso del Covid-19.

Una Epidemia se produce cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población determinada, afectando simultáneamente a un gran número de personas durante un periodo de tiempo concreto. En caso de propagación descontrolada, una epidemia puede colapsar un sistema de salud, como ocurrió en 2014 con el brote de Ébola en África occidental, considerado el peor de la historia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Coronavirus Covid-19 como una Pandemia debido a su propagación mundial. ¿Qué significa esto? Como organización médico-humanitaria de emergencia, Médicos Sin Fronteras tiene experiencia trabajando con enfermedades endémicas y epidémicas, especialmente con las poblaciones que tienen un sistema de salud muy débil, poca inmunización (poca cobertura de los planes de vacunación) o se encuentran pasando por un conflicto armado o desastre natural.

¿Que debe hacer usted? Si bien es comprensible sentirse ansioso por el brote, la OMS enfatizó el hecho de que, si no se encuentra en un área donde se esté propagando el COVID-19, no ha viajado desde un lugar de propagación o no ha estado en contacto con un paciente infectado, su riesgo de infección es bajo.

No obstante, todos tenemos la responsabilidad de protegernos y proteger a los demás. Ya sabemos no acercarnos a las personas, usar mascarilla, alcohol Gel, lavarse las manos. Además, debemos evitar tocarnos los ojos, nariz y boca; cubrir la boca y la nariz con el codo doblado o un pañuelo desechable al toser o estornudar; y quedarnos en casa y buscar atención médica de los proveedores locales de salud, si no nos sentimos bien.

Nuestra Región de Atacama, ya tiene casos de Covid-19 y debemos estar muy alertas, ya que el auto cuidado es fundamental. Seamos responsables ante esto.

Querámonos y protejámonos como Familia, no saque a los niños a la calle ni concurra a lugares públicos. Este Fin de Semana, por favor a quedarse en casa y cuidarse.

Un esfuerzo mayor

El estado tiene el poder y el contexto para exigir algo más de empresas de servicios y bancos. Hasta ahora solo hemos oído ruegos y declaraciones "buenistas". Este fenómeno -la pandemia- igual que el anterior -la crisis social- deben entenderse ampliamente y el Estado debe ser capaz de ajustar su rol a los nuevos requerimientos y desafíos que están apareciendo.
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Tal como ocurrió durante gran parte de la crisis social, la respuesta con ayuda para la ciudadanía en el contexto del coronavirus, está lejos de ser el definitivo y necesario.

Chile ostenta, hasta ahora, un trabajo muy destacable en lo sanitario. Se han hecho esfuerzos enormes aplicando test a tres mil personas por día, se han levantado hospitales de emergencia, se realizó una importante compra de ventiladores, es decir, nos hemos preparado, a lo que debemos sumar la solidez del sistema nacional.

Quien no lo entienda o no lo acepte solo debe hacer el ejercicio de comparar a Chile con el resto del mundo en indicadores como expectativa de vida, mortalidad infantil, enfermedades solucionadas. Esto no significa que todo está saldado y nada haya por hacer.

A modo de ejemplo, el acceso a la salud y la equidad son materia pendiente y eso explica porqué las personas de menores ingresos viven menos años que aquellos de sectores más acomodados.

El trabajo del ministro Jaime Mañalich ha sido -salvo algunas declaraciones innecesarias- bastante correcto.

Pero hay una materia pendiente en ayuda económica/social. El gobierno no ha sido lo suficientemente explícito con los bancos en materia de los beneficios que estos deben entregar a los consumidores, salvo declaraciones "buenistas" y ruegos simplones como los realizados por Lucas Palacios, ministro de Economía. Hasta ahora no hubo congelamiento del cobro de servicios básicos y no se ha resuelto el problema que cada año plantean las alzas de las isapres, las mismas que la Justicia califica de arbitrarias e ilegales.

Un sector del gobierno parece no entender la magnitud de lo que la población puede enfrentar, como tampoco entendió antes la profundidad de la molestia con la construcción de país que hemos hecho.

Hasta ahora no hay un proyecto que verdaderamente implique un esfuerzo de los sectores más privilegiados. Todo lo que se ha hecho apunta a más esfuerzos de los mismos sectores, vale decir, cambios que resultan insuficientes.

El ejecutivo, en especial el Presidente, siguen perdiendo oportunidades, no de subir en las encuestas, sino de construir el Chile del mañana que necesariamente debe considerar realidades muy distintas a las de hoy.