Con más de 410.000 casos en el mundo y los Juegos Olímpicos de Tokio postergados hasta el 2021, el coronavirus ha llegado a cada rincón del planeta: está en todos los continentes y se acerca a los 200 países contaminados, incluyendo Rapa Nui, una isla que parecía protegida de cualquier agente invasor y que cerró sus fronteras el lunes, pero que ayer reportó su primer caso autóctono.

Ayer también el ministro de Salud de Afganistán, Ferozudín Feroz, dijo que la pandemia podría afectar a 16 millones de afganos y acabar con la vida de más de 100.000 personas en el país. El presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio, declaró el Estado de emergencia en el país durante un año, pese a que no se ha informado aún sobre casos positivos de covid-19.

En América, México declaró el avance hacia la fase 2 de la pandemia, con contagios comunitarios, y Estados Unidos podría ser, según la Organización Mundial de la Salud, el nuevo foco mundial del virus en un corto plazo. Mientras Pakistán anunció rebajas en los precios de petróleo y trigo, el presidente ruso, Vladimir Putin, fue el primer líder mundial en vestir con un traje de aislamiento para visitar un hospital con casos sospechosos.

Tal vez el único lugar del mundo que poco a poco comienza a renacer tras el paso arrollador del virus es China, especialmente Wuhan y Beijing. En el inicio de la primavera, esta última ciudad ya reabrió algunos parques, mientras que la cuarentena en la provincia de Hubei debería caducar por completo dentro de 15 días.