El pasado 7 de noviembre, a menos de tres semanas del 18 de octubre, ingresamos al Congreso el proyecto de ley que crea un subsidio para alcanzar un Ingreso Mínimo Garantizado (IMG), iniciativa central de la Agenda Social anunciada por el Presidente Piñera para hacer frente a las legítimas demandas de la ciudadanía.
Su objetivo es claro y concreto: complementar las remuneraciones de los trabajadores que menos ganan de la forma más expedita posible -directo a su bolsillo -, para que ellos y sus familias puedan llegar con algo más de alivio a fin de mes.
En Chile la desigualdad, antes de impuestos y transferencias, es muy similar a la de países europeos. Sin embargo, considerando impuestos, y particularmente las transferencias, es donde nuestro país aún está al debe. Este subsidio, al ser una transferencia monetaria que va directamente a los trabajadores de menores ingresos, apunta en la dirección correcta para dar respuesta a esta carencia.
El IMG permitirá que todos los trabajadores dependientes formales de nuestro país que trabajen jornada completa reciban, mensualmente, al menos $300 mil pesos líquidos. Sabemos que esta cifra puede ser considerada como insuficiente. Sin embargo, representa un importante apoyo, fiscalmente responsable, y aún más relevante cuando consideramos el complejo momento económico.
Para el diseño de este instrumento, como Gobierno, desde el primer día, nos pusimos como objetivo crear un beneficio ciento por ciento centrado en las trabajadoras y trabajadores de nuestro país, sin discriminación alguna. Así, buscamos no solo aumentar sus ingresos, sino también no perjudicar sus oportunidades laborales, como sí lo podría haber hecho un tan importante incremento en el salario mínimo.
A casi cuatro meses del inicio de su tramitación legislativa, es preocupante ver cómo las demoras en la discusión retrasan la entrega de un beneficio que llegará a cerca de 670 mil trabajadores de nuestro país, la mayoría de ellos mujeres, dos tercios trabajadores de regiones y más de la mitad pertenecientes al 40% más vulnerable del país.
En este contexto, no haber logrado despachar la semana pasada el proyecto de IMG y que el trámite legislativo se haya prolongado, llegando a Comisión Mixta, es lamentable, ya que significa aplazar una vez más la entrega de este beneficio. Cada día de retraso implica aplazar el pago y llegar más tarde a todos los potenciales beneficiarios.
Además del retraso en el pago, nos preocupa la insistencia de la Cámara de Diputados de dejar fuera de la posibilidad de obtener este beneficio a cerca de 200 mil trabajadores, por el solo hecho de trabajar en una empresa con ventas de más de 75 mil UF, algo que claramente no depende de ellos y que probablemente desconocen. Esto no significa que no apoyemos que las empresas realicen el mayor esfuerzo posible en aumentar las remuneraciones de sus trabajadores. Tampoco significa que no sancionaremos duramente malas prácticas como consecuencia de la existencia del subsidio: el proyecto contempla importantes multas a empresas que, por ejemplo, despidan trabajadores para contratar a otros por una menor remuneración, entre otros potenciales vicios.
El proyecto de I MG es un importante avance para miles de trabajadores de nuestro país. Esperamos que la iniciativa tenga un expedito último trámite y así prontamente podamos entregar, ojalá sin discriminación alguna, este tan anhelado apoyo.