Dos cosas
Señor director: Dos cosas.
Primero, Nuestro país posee enormes riquezas naturales. Minería, litio, agricultura, pesca, etc. En el centro sur y la Antártica, enormes reservas de agua en lagos ríos. ¿Es posible que se hable de racionamiento cuando las multinacionales concesionarias alcanzan los 300 mil millones de pesos en utilidades al año y no invierten en soluciones país? Tenemos un extenso territorio, pero gran parte en manos privadas. ¿Es posible que la vivienda sea un sueño imposible para cientos de miles de familias, especialmente jóvenes, por su costo oneroso? Así suma y sigue.
Segundo, más del 70% de la masa laboral tiene ingresos que no cubren sus necesidades mínimas, más del 50% con empleo precario. El 80% de la población utiliza salud pública, hoy en crisis. Y ni hablar de la educación ni de las ignominiosas pensiones de miles de adultos mayores. ¿Es posible que un sector de la derecha económica y política proponga mantener este sistema crítico que ahoga y genera la ira violenta, enarbolando el que "ahora sí haremos los cambios"?.
No se trata de cambios "marmicoc", no se trata de éste u otros Gobiernos. Esto viene desde hace 40 años y no se puede cambiar nada de fondo porque está amarrado a un modelo donde el Estado, de suyo, es solo "subsidiario", no se hace cargo de las grandes responsabilidades como en el mundo desarrollado. Véase Australia, para nada socialista, con dólar propio, donde el Estado cubre con eficacia las necesidades básicas.
Se trata de Aprobar sí o sí una nueva Constitución donde el Estado sea solidario responsablemente, como no lo ha hecho hasta ahora, en favor del bienestar de la ciudadanía toda.
Gaspar Millas del Río
¿Delitos de falda y cartera?
Desde hace un par de años que no es sorpresa escuchar a los chilenos pidiendo penas de cárcel para quienes cometan los denominados delitos de cuello y corbata, ¿esto no es extraño? A mi parecer, esta frase tiene un gran sesgo machista. ¿Será que no hay delitos de falda y cartera? ¿o será que quienes cometen estos delitos son mayoritariamente hombres? La respuesta clara es que los directorios de las empresas a nivel nacional cuentan con un bajo porcentaje de participación femenina.
En el último reporte de Medición de Indicadores, de la Comisión del Mercado Financiero (CMF), de 2019, emitido por el Comité de Género, se reportó que el indicador de la participación de mujeres en los directorios, ascendió a un 8,6%, menor al del año anterior que fue un 8,8%.
Durante mi vida profesional he sido director de empresas de distintos tamaños y diferente industrias y, como consultor, he tenido la posibilidad de asesorar directorios y en la gran mayoría las mujeres directoras estaban ausentes o eran una inmensa minoría. Lo anterior me ha permitido constatar que cuando hay mujeres presentes en las mesas directivas estas mesas funcionan mucho mejor. Las mujeres aportan, comúnmente, visiones distintas a los hombres. Son además muy rigurosas al momento de prepararse para una sesión de directorio, cosa que no siempre ocurre con los hombres.
El trabajo que se debe hacer no es fácil y debe comenzar por producir un cambio en la mentalidad empresarial de Chile para llegar a ser una sociedad más inclusiva, que permita el desarrollo laboral de las mujeres al mismo nivel de los hombres. Debo decir que soy contrario a quienes piden reformas que obliguen a que exista una paridad de mujeres en directorios, por ley. Más bien creo que el mercado debe ir empujado a que las empresas cambien sus prácticas de Gobierno Corporativo, simplemente porque no es sustentable una empresa que cree que sólo se puede gobernar por hombres. Esa empresa vale menos, así de simple.
Juan Carlos Hayes, miembro del G100 y Académico UDD
Mujeres
¿Por qué después de siglos debemos seguir luchando? parece irreal que hoy aún se escuchen gritos de lucha femenina, como si no existiéramos, como si realmente fuéramos de segunda clase. Suena fuerte en las palabras y peor es la realidad, vivimos en un sistema que ha perpetuado la opresión hacia toda esencia femenina, hacia el género, hacia la tierra y toda idea de creatividad y vida.
Vivir para nosotras es revolucionario, luchamos para ser escuchadas, votar, estudiar, trabajar, tener un sueldo justo y un trato igualitario, criar, caminar libres y sin miedo, tener representatividad, para que alcance el pan, para decidir por nuestros cuerpos, defender nuestros barrios, los ríos y las montañas, como si tuviéramos que pedir permiso, como si tuviéramos dueños. Hay quienes se apropian de todo lugar y de quienes lo habitan, con dólares y dolores, nos quieren hacer creer en una igualdad inexistente mientras vemos, muchas veces, que nuestras luchas resultan en golpes, burlas y muertes.
Violenta es la batalla por el respeto y la equidad, el machismo se cuela por distintos escenarios, con una normalidad por siglos invisible. ¿Se visibiliza acaso la pandemia del patriarcado que trae más muertes que el coronavirus?, tristemente la respuesta es no
Nicole Vergara Maragaño, cofundadora y Directora en Fundación Mingako, organización ganadora de Fondo Común 2019