Marzo es el tercer mes del año en el calendario gregoriano y tiene 31 días. Su nombre deriva del latín Martius, que era el primer mes del calendario romano. Martius a su vez se deriva de Mars, el nombre en latín de Marte, dios romano de la guerra. Desde un punto de vista económico, para la mayoría de los chilenos, marzo es uno de los meses menos esperado del año, ya que la lista de gastos adicionales de este periodo puede parecer eterna: pago de matrículas y colegiaturas; compra de uniformes, textos y útiles escolares; gastos de permiso de circulación y seguros automotrices (SOAP); pago de deudas por vacaciones recién finalizadas; entre otros. Sin olvidar, los gastos mensuales cotidianos relacionados con vivienda, alimentación, vestuario, servicios básicos, etc.
Entonces, ¿cómo podemos zafar de esta incómoda situación? Para que la billetera hogareña no sufra tanto, se torna clave administrar los ingresos de forma inteligente. Para esto último, las medidas recomendadas son: planificar, cotizar y usar productos financieros adecuadamente.
La planificación permite identificar cuáles son los gastos mensuales, estimar su monto, priorizar los gastos imprescindibles, reducir los desembolsos innecesarios, y definir una mejor organización del dinero familiar, equilibrando ingresos con egresos. Así, se determina el monto total para gastar en el mes. Luego, como segunda recomendación, se propone cotizar los productos y servicios con diferentes proveedores, con el objetivo de averiguar cuáles son los más convenientes y con precios bajos. Finalmente, se propone evaluar la mejor forma de financiarlos. Primero, en la medida de lo posible, se sugiere pagar en efectivo. Si no se puede, entonces usar una tarjeta de crédito bancaria aprovechando los beneficios de pago en cuotas y sin interés. Como tercera opción, puede ocupar la línea de crédito de una cuenta corriente y comprometerse a devolver la deuda en un plazo menor a seis meses.
No hay que ponerse tan exquisitos con la calidad. El dilema es satisfacer diversas necesidades con recursos escasos. No se recomienda pedir créditos de consumo ni tomar deudas de largo aliento, porque en un futuro próximo vendrá el mes de septiembre, con las fiestas patrias, y, posteriormente, en diciembre, se requerirán recursos económicos para regalos de Navidad. Mi anhelo es que usted sobreviva el mes de marzo.
Hernán Pape Larre
Doctor en Ciencias Empresariales Académico Departamento de Industria y Negocios, U. de Atacama