Preocupación aqueja a Collas ante pérdidas por catástrofe natural
RÍO JORQUERA. Comunidad ha registrado extinción de forraje para sus animales, siembra, ganado y de pertenencias en sus hogares. Hasta el cierre de la nota, además, se encontraban sin conectividad rural.
Incertidumbre existe por parte de la comunidad Colla de Atacama, debido a una centena de pobladores y trabajadores del Río Jorquera en el sector Cuestecilla, que hasta el cierre de esta edición aun no podían restablecer conectividad rural. Lo anterior, a consecuencia del corte de caminos afectados por el paso de mal tiempo en la región desde la tarde del 27 de enero.
Si bien desde la directiva de la comunidad reportaron que las cerca de 100 personas (30 clanes collas) aisladas en la zona se encuentran bien físicamente, la mayoría de las familias asentadas en el lugar han perdido pertenencias de sus casas y gran parte de sus fuentes laborales por los daños a la siembra, al forraje para los animales y el ganado.
Ante la emergencia, cerca del mediodía de ayer, el Gobierno Regional informó que ya habían activado los protocolos para llegar y brindar ayuda al lugar. "Actualmente tenemos un trabajo que se está realizando con viabilidad hacia el sector del Río Jorquera donde está la comunidad Colla, y en donde grupos de personas están esperando en buenas condiciones, según nos informaron desde los equipos comunales y desde una empresa privada que está suministrando ayuda en el sector", aseguró el intendente de Atacama, Patricio Urquieta.
Sin embargo, el presidente de la Comunidad Coya del Río Jorquera, Roberto Salinas, indicó por la tarde que "las autoridades aun no han llegado al lugar siendo las 16 horas, en algo que puede responder a una falta de organización creo, porque dudo que sepan bien que el único atajo con resguardo que los lleva hasta allá, es la 'Cuesta del Gato'. Algo que, al menos, no nos consultaron a nosotros previamente".
Por lo mismo, el dirigente puntualizó que "la comunidad por sus propios medios, ha estado realizando las labores de despejar el camino hacia abajo, con una retroescavadora que nos vimos en la obligación de comprar hace un tiempo por emergencias similares, como los aluviones de 2015 y 2017", dijo.
Preocupación
Pero en conjunto con la reanudación de la conectividad en la zona, que permite mayor movilidad de los comuneros a otras localidades (muchos de ellos y ellas se trasladan hasta Copiapó para atenciones médicas, hacer compras, entre otros), la mayor de sus preocupaciones se centran en las pérdidas que afectarán directamente a sus fuentes laborales en el futuro, y la recuperación de los daños materiales de las familias y sus hogares.
"Tenemos la preocupación de que, por ejemplo, los potreros taparon el pasto por la tragedia, siendo el forraje para los animales. Entendiendo que ese es el principal sustento de los comuneros con ganado, para junio se prevé que se queden sin pasto para el invierno, donde se esperan grandes perdidas, lo que es algo sumamente grave", manifestó Manuel Palacios, consejero de la Comunidad.
Palacios agregó que "otra cosa es que para el sector hacia arriba de la zona, hay comuneros que trabajan en minería, siendo la principal fuente económica de sus familias, que al no estar habilitados los caminos no pueden llegar hasta sus hogares para proveer del sustento para ellas".
Finalmente, el director de la Onemi regional, Javier Sáez, junto con ratificar un equipo de trabajo que se trasladó hasta la zona ayer, comunicó que el objetivo es poder "entrar en contacto con la comunidad y ver las necesidades fundamentales que tienen, evaluar los próximos apoyos en ayuda humanitaria y otros que se puedan generar en contacto con ellos".