Especulación
"Yo nunca he sido amigo de Andrés Chadwick; lo conozco, es una buena persona, me cae bien …", recientes declaraciones del senador PS (ex MAPU) José Miguel Insulza en entrevista publicada en "La Segunda" del martes 14, refiriéndose a su decisiva votación positiva en la acusación constitucional contra el ex ministro del Interior, de una parte; y de otra, a su relación con su amigo de toda la vida José Antonio Viera-Gallo, marido de María Teresa Chadwick -hermana del recién pasado jefe de Gabinete-, a quien también considera su amiga, amistades actualmente quebradas.
Sin perjuicio de sus plausibles análisis y argumentos aducidos por su accionar político en general y ante la disyuntiva considerando esa estrecha relación personal, valga esta especulación: ¿Y si hubiese recibido desde la cúpula de su partido la advertencia de que si votaba en contra "sería expulsado"? Si fuese así, ¡No había dónde perderse! Entre sacrificar una carrera y nombre políticos o una amistad, por muy afectuosa que fuere … ¡Tampoco!
Jorge Saavedra Moena
Crisis pensiones argentinas
Señor Director:
Las pensionados argentinos están viviendo un verdadero drama, pues el Presidente Alberto Fernández está implementando una serie de medidas económicas para hacer frente a la crisis económica, y los pensionados argentinos son de los principales perjudicados.
La medida consiste en congelar las pensiones 6 meses, para determinar una nueva fórmula de recálculo, lo cual pulveriza las pensiones si consideramos la inflación del 50% anual del país vecino, por lo tanto, los pensionados están viendo día a día una menor pensión, y lo mismo sucederá cuando se conozco la fórmula de revalorización, pues el ajuste será ser menor que la inflación.
Recordemos que hace 10 años el Gobierno Argentino estatizó los fondos previsionales de las AFJPs, prometiendo en ese entonces mejores pensiones, lo que claramente no se cumplió. Las lecciones para nuestro país son importantes, sobre todo en medio de los ofertones en plena discusión previsional, pero el ejemplo argentino lo único que nos demuestra, es que los sistemas de repartos son inviables y que son los pensionados los más perjudicados.
Eduardo Jerez Sanhueza
Pilar Solidario y discapacidad
La posibilidad de aumentar las pensiones de vejez e invalidez pertenecientes al Pilar Solidario ha estado presente en la agenda social nacional. Luego del debate en el Congreso, se materializó en una ley corta que señala que las personas mayores de 80 años verán un aumento del 50% en la pensión básica solidaria (PBS) y en la pensión máxima con aporte solidario, mientras que el resto de los grupos de edad tendrán este incremento de manera gradual en los próximos años.
En la práctica, esto se traduce en que los beneficiarios de esta pensión, muchos de ellos entre 18 y 66 años que presentan una discapacidad que les impide trabajar total o parcialmente, contarán con este reajuste recién en 2022. Estimamos necesario reconsiderar la gradualidad del aumento para este sector de la población, ya que este colectivo, al igual que las personas mayores, enfrenta una serie de barreras que se traducen en una mayor vulnerabilidad socioeconómica.
Según los resultados de la encuesta CASEN del 2017, las personas con discapacidad se encuentran sobrerrepresentadas en los quintiles de menores ingresos. El porcentaje de personas con discapacidad en el primer quintil dobla al último (10,7% versus 5,0%). Asimismo, en los hogares con presencia de personas con discapacidad el ingreso autónomo es un 26,5% menos que en el resto.
Además, este colectivo presenta mayores índices de pobreza multidimensional: posee 3,3 años menos de educación que el resto de la población y sólo un 30,3% realiza alguna actividad remunerada versus un 60,3% de las personas sin discapacidad.
Estas cifras visibilizan el conjunto de vulnerabilidades que tienen las personas con discapacidad en nuestro país, estrechamente vinculadas con la producción y reproducción de las barreras que limitan su participación en la vida social. La eliminación de la gradualidad en la entrega del aumento para la pensión básica solidaria de invalidez, total o parcial constituiría una medida que mejoraría la calidad de vida de este sector. De esta manera, se avanzaría hacia una sociedad más inclusiva, donde las personas con discapacidad puedan tener las mismas oportunidades que el resto de la población.
Carola Rubia, directora ejecutiva Fundación Descúbreme