La historia de Ella, joven trans que espera con ansias obtener el cambio de nombre y sexo registral
BIOGRAFÍA. Desde pequeña siempre se sintió ajena al cuerpo que tenía y le manifestó a sus padres ser una niña. Posteriormente, tras el apoyo incondicional de su madre, comenzó el proceso de transición y hoy a sus 15 años lleva su vida como Ella Salinas Ángulo. Sin embargo, para llegar a esto tuvo que atravesar un largo camino que no estuvo exento de dificultades.
El 19 de noviembre del 2004 Carolina Ángulo tuvo un hijo a quien llamó como Gabriel. Sin embargo, desde sus cuatro años de edad empezó a decir que él no era un niño, sino que era una niña. Actualmente su nombre social es Ella Esperanza Salinas Ángulo, tiene 15 años y se encuentra a la espera de poder realizar su cambio de nombre y sexo registral.
En conversación con El Diario de Atacama Carolina y Ella ahondaron en cómo fue el camino que debieron recorrer, el periodo de transición, el bullying que recibió por parte de algunos de sus compañeros y la importancia que tiene dejar atrás su nombre legal.
"No era como los demás"
"Yo desde chica sabía que no era como las demás personas, en el sentido de que no me sentía cómoda estando con niños, sino más con las niñas. Cuando iba en la calle con mi mamá me gustaba escuchar el sonido de los tacones y ver el pelo como se movía, entonces yo en mis zapatos le ponía piedras para que sonaran, también cuando pequeña recuerdo que me ponía los zapatos de mi mamá, me ponía unas mantas con un cintillo y maquillaje a escondidas", comentó la joven.
Recuerda que a temprana edad le dijo a su madre que quería ser una niña, pero en esa oportunidad sus palabras no fueron tomadas en serio. Carolina asegura que desde los cuatro años empezó a decir que tenía vagina, y ella junto al padre de Ella no tenían ningún conocimiento sobre la temática trans. Por ello, la llevaron a una psicóloga (que tampoco manejaba la identidad de género) durante un año y medio aproximadamente.
Lo que pensaban en ese entonces era que tenía un desorden de personalidad y que creía ser una niña, por ende debían potenciar el lado masculino. Ningún "juego de niño" le gustaba y debían darle juguetes más neutros para que se divirtiera.
"Hicimos un trabajo con la psicóloga para que aprendiera a relacionarse con sus pares, porque ya en el jardín empezó a tener problemas. Si decían niños para allá y niñas para acá, se iba el lado de las niñas y tenía problemas con sus compañeros, ya en el jardín le hacían bullying", comentó la madre de la joven.
Parte de su infancia la pasó en Santiago y estuvo en un colegio de la capital, donde sufrió algunas complicaciones con sus compañeros. Ella indicó que uno de ellos "me pegaba en la cabeza, siempre lo hacía, también habían niños que cuando me juntaba con las niñas se ponían a correr y me decían 'traidor, eres gay'".
Tras la instrucción de potenciar su lado masculino, la llevaban a ver películas de acción. Recuerdan haber visto X-Men y el personaje favorito de Ella fue Tormenta, quería tener así su pelo. Además, cuando iban al supermercado o juguetería veía una muñeca y decía: "mamá está muñeca te la quiero regalar", pero era para que la pudiera tener en la casa. Ella reveló que las bolsas de yoghurt las amarraba y simulaba la forma de una muñeca para jugar.
En 2014 ambas llegaron a vivir a Copiapó y a inicios del año siguiente hizo ingreso la Escuela Abraham Sepúlveda. Carolina relata que todos los años pasados fueron extraños y que su hija no se reía con nada.
Empezar a comprender qué pasa
La madre de Ella en un inicio no entendía qué sucedía y no tenía ningún conocimiento de que existían las personas trans, asimilaba lo que le pasaba a su hija como una confusión. Luego, en 2015, vio el reportaje de una niña trans que hizo la transición y contó su historia, "y ahí fue como ¡Esto es!, será que esto le pasa", exclamó.
Desde ahí comenzó a buscar información sobre el tema y tras la publicación del reportaje antes mencionado, salieron algunas entrevistas a personas trans, se trataba de tres historias y todos tenían el mismo intento suicida y "en ese momento dije mi hija lleva 10 años diciéndome 'yo no soy un niño' y a mí me entró un pánico", relató.
"Casi un 50% termina suicidándose porque los papás no estamos informados, porque la sociedad es cruel. Cuando se desarrollan son niños y niñas felices, aceptados por sus compañeros, viviendo una vida como cualquier otro, pero cuando tienen papás que no entienden qué les pasa no tienen a quién recurrir y ahí me contacté con una página", contó Ángulo.
En primera instancia tomó contacto con Transexualidad.cl y obtuvo mayor información sobre lo que significaba ser trans, tuvo acceso a testimonios y a leer historias que todas tenían algo en común, en que los niños desde pequeños tiene un deseo interno que se manifiesta.
"Era una niña desde chica, siempre fue una niña y yo no tenía la información, entonces hice todo lo que un papá no tiene que hacer; traté de decirle 'tú no eres niña, eres niño. Tú no tienes vagina, tienes pene. Acéptate'. La lleve a un psicólogo para que me la sanaran. Yo nunca le voy a imponer nada a mis hijos, siempre voy a dejar que ellos vayan decidiendo en base a lo que les voy mostrando, pero con toda esa apertura que tenía, igual no tenía la información necesaria y cometí errores por desinformación", comentó Carolina.
"Mamá, nunca he querido ser niño"
Posterior al acercamiento con quienes estaban tras la página, Carolina empezó a ir al psicólogo. Durante ese tiempo Ella comenzó a somatizar lo que le estaba pasando, se enfermaba del estómago y pasaba todos los días en inspectoría, de hecho, le decían hipocondríaco (ya que en ese tiempo era Gabriel), pero asegura que era porque tenía una compañera que la ponía nerviosa, todos los días la molestaba y además tenía problemas para dormir.
Alrededor de las una de la mañana de un día de agosto del 2015, Ella no podía dormir y se acercó a su madre. "Me dice 'tengo que hablar contigo'. Me senté, a todo esto la investigación la hice sin decirle nada a ella, la escuché y me dice: 'Mamá, yo nunca he querido ser niño'. Ahí tenía 10 años. Ella tampoco no tenía idea de qué eran las personas trans pero sabía que no era niño. Entonces mantuve la calma y le pregunté desde cuándo se sentía así y me dijo: 'Desde que sé'. Ahí le dije que estuviera tranquila, que no sabía mucho pero que habían otras personas como ella, que había estado investigando, que esperáramos y viéramos qué hacemos", dijo Ángulo.
Recordando ese momento Ella mencionó que "yo me sentía feliz, no estaba pescando la reacción de mi mamá sino que pensaba ¡Quiero mi vestido ya! Me acuerdo que me compré mi primer vestido, era súper lindo, blanco, y me ponía a girar porque era como campana".
Transición
Pasados unos meses vino la etapa de conversar el tema con la familia. Uno de los primeros en saber fue el padre de Ella, quien no tuvo la mejor reacción al comienzo, pasó por un proceso de negación por cerca de un año, pero luego todo mejoró.
Luego le contaron a la familia materna, abuela y tías de Ella, en un comienzo tenían miedo al rechazo pero fue todo lo contrario, obtuvieron buena recepción y mucho apoyo. "Cuando le conté a los adultos fue como: 'ah, por eso'. A todo el mundo le encajo como era la Ella", dijo la madre.
La otra parte era comunicarle a sus primos y primas, a quienes les dieron la explicación de que el doctor cuando nació a todos le habían dicho que era niño pero que se había equivocado y en realidad era una niña. Al principio rieron y luego comprendieron lo que pasaba.
Posterior a eso, Ella relata que sus primas "me llevaron al clóset y me empezaron a disfrazar, me pusieron faldas, zapatos, poleras, me pusieron una toalla en la cabeza y un cintillo. Me sentí como en esas películas en que el patito feo lo convierten, así me sentía, fabulosa".
Tras haber compartido la noticia con el grupo familiar, venía el cambio en el colegio. Tenía planes de entrar al Liceo de Música, dejar atrás a Gabriel y no tener la necesidad de contarle a gran cantidad de gente sobre la transición, pero no había cupo en esa oportunidad y debió seguir en la Escuela Abraham Sepúlveda.
Ella participó en el Festival de la Canción de colegios, donde obtuvo el segundo lugar, y ese fue el último día de Gabriel. En marzo de 2016 entró al recinto para hacer quinto básico como Alegría, primer nombre que escogió cuando inició su transición.
"Yo quería un nombre que identificara cómo me sentía, cómo estaba súper feliz porque iba a ser mujer, dije Alegría y después Esperanza, porque combinaban", dijo la joven. Posteriormente le dejó de gustar y finalmente su nombre quedó como Ella.
Mientras se mantuvo en este colegio tuvo una buena recepción de la comunidad educativa, a excepción de algunos compañeros que la molestaban diciéndole "pensaba que eras hombre" o "travesti", pero el recinto actuó a tiempo. Ese año se hizo una capacitación en el establecimiento a todos los profesores e hicieron un trabajo de orientación con los alumnos sobre la diversidad.
La madre de la joven asegura que vio un cambio en su hija tras haber hecho la transición, ahora veía una niña que se reía, que estaba feliz. Luego de un año su padre entendió lo que sucedía y volvía a retomar contacto con Ella, respetando su identidad y participando además en un encuentro de la Fundación Renaciendo, que es donde participa Carolina junto a Ella en la actualidad.
Sobre lo que fue su periodo de transición, Ella comentó que "el último año que fui Gabriel no me sentía bien, yo ya sabía lo que era el suicidio y estaba pensando qué hacer, con qué me mataba para que no doliera. Cuando le conté a mi mamá fue un alivio".
Finalmente encontraron cupo en el Liceo Música, recinto donde también hicieron capacitaciones al respecto, y en este lugar en el libro de clases e informe de notas la tienen con su nombre social: Ella Salinas. Hasta la fecha no ha tenido ningún tipo de inconvenientes en el recinto y ha sido tratada como cualquier otra niña.
Parte del proceso de transición también ha sido el tratamiento médico. Desde los 12 años comenzó a ir al endocrinólogo, está con hormonización cruzada y se inyecta bloqueadores de hormonas masculinas, junto con tomar pastillas para la generación progesterona y otras para el calcio.
Entre los principales cambios que ha sentido en su cuerpo, Ella comentó que "antes no podía engordar, por más que comía y comía, ahora sí, como y engordo. También mis senos crecieron. Fue de un día para otro, estuve unos meses tomando progesterona y cuando una vez fui al espejo cuando me iba a bañar quedé como ¡Oh! No me quejo".
Lo otro que siempre ha deseado Ella es operarse, pero ese es un proceso que podrá realizar después de los 18 años.
Cambio de nombre y sexo registral
Tanto para Carolina como para Ella, la Ley de Identidad de Género y la posibilidad de realizar el cambio de nombre y sexo registral, "es algo que le otorga dignidad a los niñas y niñas".
Los jóvenes entre 14 y 17 años para hacer efectivo este cambio deben hacerlo mediante el Tribunal de Familia, ellas ya solicitaron la cita y el 18 de febrero tienen una audiencia a la cual deben llevar todos los documentos que acrediten que Ella desde hace años es una niña trans y vive como tal.
Al lograr este cambio, ya se podrán evitar momentos incómodos en lugares públicos que la llaman por su nombre legal y no tener que explicar en esas instancias que ella es trans para que respeten su identidad. Uno de los últimos acontecimientos donde tuvo una situación incómoda fue cuando rindió el Simce.
En esa oportunidad "la llamaron por su nombre legal, le dijeron a la niña que tomó la prueba pero se le olvidó, lo corrigió, no lo hizo con mala intención, pero se somete a ese tipo de recordatorios de que no eres Ella, eres Gabriel. Entonces esto es bueno", detalla la mamá de Ella.
Sin embargo, apuntó a que existe una deuda en la normativa, ya que los chicos y chicas trans tienen dignidad desde que nacen y a su juicio, deberían tener el derecho de cambiar su nombre y sexo registral a menor edad. "Los chicos trans empiezan desde los 6 años y desde ahí se debería tener la opción que sus padres puedan solicitar el cambio", agregó.
Sobre el cambio al que prontamente espera optar, Ella expresó que "estoy feliz, porque me acuerdo que cuando iba al hospital o a ver a mi papá en avión, decían Gabriel Salinas... Entonces yo me acercaba y les decía que soy trans, que si me podían llamar con mi nombre social. Es tedioso, y me da mucha vergüenza, no quiero que digan mi nombre legal".
Ahora Ella está mucho más abierta a que la gente sepa que es trans, está decisión la tomó "hace poco, porque me di cuenta que si quiero tener amigos de verdad, tienen que saber que soy trans", dijo.
Importancia de educarse
Por último, la madre de la joven recalcó la importancia de educarse en estas temáticas. "Es importante educar a la población, la Fundación Renaciendo, que es donde pertenezco, y la Fundación Junto Contigo son sin fines de lucro, lo único importante es acompañar a las familias. Para algunos papás esto es muy grave, para otros no tanto, pero son procesos de cada persona, lo importante es decirles que no están solos. Es cosa que se contacten con alguna de estas fundaciones, que son las que yo conozco, y se informen".
Agregó que "tener un hijo o hija trans no es un problema ni un castigo, es parte de la vida, es una persona que merece respeto, amor y cuidados. Como papás vamos a conocer mucho más teniendo hijos con diversidad sexual, de cualquier tipo, lo único que van a hacer en ti es hacerte crecer".
"Me dice tengo que hablar contigo. Me senté (...) la escuché y me dice: 'Mamá yo nunca he querido ser un niño'. Ahí tenía 10 años".
Carolina Ángulo, Madre de Ella Salinas.
"El último año que fui Gabriel no me sentía bien, ya sabía lo que era el suicido y estaba pensando qué hacer, con qué matarme para que no me doliera"
Ella Salinas
Capacitación sobre Ley de Identidad de Género
El viernes 24 de enero a las 15 horas se realizará una capacitación sobre la Implementación de la Ley de Identidad de Género en Tribunales de Familia, que se llevará a cabo en la Corte de Apelaciones de Copiapó. Está dirigida a jueces y juezas de familia, consejeros/as técnicos, funcionarios/ funcionarias de los tribunales de familia y al público en general. Las inscripciones se deben realizar al correo ulloaantonio@hotmail.com.
4 años desde esa edad Ella comenzó a decirle a sus padres que era una niña.
18 de febrero del 2019 tienen audiencia en el Tribunal de Familia.