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5 de enero de 1859, Revolución Constituyente

Isaías Zavala , Alcalde de Diego de Almagro, Guillermo Cortés Lutz, Doctor en Teoría de la Historia
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La revolución constituyente del 5 de enero de 1859, es sin duda alguna un hito central de la historia de Chile y de Atacama ya que los fundamentos cívicos, políticos y éticos que la inspiraron constituyen una valiosa fuente que posibilita a los(as) atacameños (as) reflexionar sobre la importancia de la participación y de la lucha por los ideales de la justicia, la equidad y la libertad. Y que, al día de hoy, producto del legitimo estallido social, producto del abuso sostenido de la oligarquía, están más vigente que nunca.

Ahora en que la descentralización política-administrativa del país parece ser una prioridad no discutida por nadie, nos parece que debemos profundizar el proceso de sistematización didáctica de este hito histórico, de tal manera que entre a nuestras aulas, y que en las escuelas y liceos, y sobre todo en nuestra educación terciaria, donde jóvenes y futuros profesionales atacameños conozcan y comprendan nuestra historia y junto a ello se dé la generación de la conciencia social y política de nuestras raíces.

Ha llegado la hora de que rescatar y reconocer la obra de los visionarios Pedro León Gallo Goyenechea, José Sierra, Anselmo Carabantes, Nicolás Mujica, Felipe Santiago Matta, artífices y guías de liberales y librepensadores, que fundamentaron su liderazgo político en la participación activa de los artesanos, parte del pueblo copiapino y de los mineros de Chañarcillo, de las mujeres, es decir, de quien hizo carne el movimiento de carácter popular, liberalizante, laica, y con una visión federalista, como forma de gobierno donde las provincias, hoy regiones, fueran parte activa y sinérgica del desarrollo nacional.

En palabras del historiador Julio Pinto Vallejos, esta revolución tuvo la característica de ser la última revolución liberal del siglo XIX con participación de la clase popular de Chile. Es por ello que en este acontecimiento podemos encontrar elementos filosóficos, valóricos, sociológicos, políticos, económicos, administrativos, geográficos, y cívicos que mediados adecuadamente por los docentes de las distintas escuelas y liceos, pueden constituir un valioso recurso didáctico que inspire la conciencia y el compromiso cívico de los jóvenes de nuestro país y región.

Proponemos pues, ya que no pueden haber más demoras, que los distintos centros educativos, a través de sus equipos técnico-pedagógicos, los directores académicos y vicerrectores de las universidades, puedan implementar una Unidad Didáctica Integrada, en la cual los diversos subsectores de aprendizaje trabajen sobre el eje temático de La revolución constituyente del 5 de enero de 1859, sus implicancias y su vigenia en la historia presente.

El aprendizaje sistemático de nuestros hechos y sucesos son de absoluta prioridad, porque debemos comprender que si bien la región de Atacama, es productora de uvas, de minera, de excelente pisco, de turismo, también debemos asumir de cara al presente y el futuro que la principal producción de esta Tierra es su Historia.


Nuevo año, nuevo Chile

Este 2020 debe ser para los chilenos, el año de los cambios, de consolidar un nuevo país, de mayor justicia y equidad.

Por cierto, una nueva constitución debe ser fundamental para lograr ese cambio. Y no nos debe paralizar la derecha de Piñera y los suyos, que pretenden instalar la idea que partir de 0, es dejar todo de lado y caer en la angustia de lo desconocido. ¿Por qué piensan así? Porque le temen a lo democrático, a lo elegido por el Pueblo. Son hijos de la constitución de Pinochet, esa que legalizó las AFPs y dejó la educación y la salud, en manos del mercado. Nosotros, por el contrario, no tenemos miedo a que el pueblo se manifieste, por eso impulsamos una nueva constitución, a través de una asamblea constituyente o convención constituyente, electa democráticamente. Que tenga paridad de género, que asegure la participación de los pueblos originarios y también, que tenga representación de los independientes. Eso es democracia, es respeto por la opinión del pueblo. Quien opine lo contrario, como lo hace la derecha, es intentar defender los privilegios que les ha otorgado la constitución de Guzmán.

Claramente, nuestro desafío es crucial, porque la derecha de Piñera, de José Antonio Kast, de Ena von Baer o Jacqueline Van Rysselberghe, instalarán el discurso del terror, para hacernos creer que el cambio es negativo, que cambiar la constitución nos llevará al oscurantismo de la edad media. A ellos les es cómodo continuar con una constitución que los interpreta, creada a la medida de esta derecha capitalista.

Es por eso que debemos trabajar de la mano de las mujeres, de los pueblos indígenas, de muchos independientes. Trabajar junto a los jóvenes que iniciaron este cambio con los 30 pesos del metro. ¿Y cómo no?, trabajar también con la Primera Línea, para que podamos alcanzar ese primer objetivo el domingo 26 de abril e iniciar el camino hacia nueva constitución, para que sea esa convención constituyente con amplia representación, la que tenga en sus manos, la misión de elaborar nuestra carta de navegación. Porque nuestro país, porque el pueblo se lo merece.