El camino hacia las 40 horas
La cantidad de horas de trabajo no asegura la calidad del mismo. Me pregunto ¿Pensamos que podemos producir menos, entendiendo la lógica matemática de que a menor horario menor producción?
Es muy complejo que las personas construyamos una sociedad feliz si no hay tiempo para disfrutar en familia, conocer a tu vecino, generar instancias de organización comunitaria. Pues ahí donde podemos tener ganancias, que contribuirán en la disminución de patologías asociadas a salud mental, así como también a la disminución de accidentes laborales. Desde esta mirada, creo necesario ampliar el foco de percepción, centrándose en que a largo plazo traerá mayores recompensas que gastos.
Hace un tiempo, Bután atrajo la atención internacional cuando el monarca describió su reino como "el país de la felicidad nacional bruta", después de que su pueblo se confesara en una encuesta como inmensamente feliz. Si replicáramos esta encuesta hoy en nuestro país, sería ingenuo pensar que un gran número se declararía feliz, si su día a día transcurre en el trabajo, con extensas jornadas laborales, que muchas veces no son tan productivas. Creo que como sociedad debemos poner énfasis en lo realmente importante, pues nos pasamos la vida esperando tener bienes para disfrutar e hipotecamos la felicidad, olvidándonos que ésta no es una meta y menos aún la adquisición de alguna cosa. Debemos romper el mito de que mientras más horas trabajamos, ganaremos más dinero y eso nos hará feliz, ya que esa ilusión conduce una sociedad agotada y frustrada que busca afuera algo que solo se puede obtener desde su interior.
Ivonne Maldonado, Académica Psicología Universidad de Las Américas
Ética de los diputados
El resumen del año 2019 de la Comisión de Ética de la Cámara dice que 26 diputados han sido investigados por sus actuaciones, incluso algunos han sido investigados por más de 4 veces...
Los sancionados son castigados con exiguas multas, en comparación de sus jugosas dietas...
Raya para la suma, la acumulación de castigos por faltar a la Ética de un diputado, debería significar que arriesga su permanencia en la Cámara, ¡por favor!, si un diputado no actúa con Ética, no puede estar legislando, fiscalizando y representando a sus electores y menos dictando normas que influirán en la vida de cada chileno...
Si a los paupérrimos requisitos que hoy se le exigen a un candidato al Congreso, ser chileno(a), tener 4to. Medio y Respirar, se le agrega su falta de Ética en sus actuaciones como diputado y la ausencia absoluta de castigos ejemplares por incurrir en ella reiteradamente, no hay argumentos posibles para esperar que los chilenos vuelvan a votar y a creer en la Familia Política & Asociados, salvo que los obliguen, de lo contrario a pagar una multa, que sí a veces es desproporcionada con respecto a sus bajos sueldos, o sea cada día peor....
Sugerencia, lo recomendable sería que la Comisión de Ética sea formada por personas notables, externas a la Cámara, intachables, no resulta adecuado que jueces y partes sean del mismo grupo de diputados, definitivamente no es una muy buena señal de independencia en sus decisiones...
Ética según la RAE, es un conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva.
Luis Soler
Fin de la década y demandas sociales
Se cierra la segunda década del siglo XXI, que puso de manifiesto un incremento significativo de demandas por mejores condiciones sociales. Cómo no recordar las movilizaciones estudiantiles del 2011 y la necesidad de fórmulas para reparar los daños y desequilibrios de la desigualdad en Chile. Década que se cierra con el estallido social y se abre, a la siguiente, con un inédito proceso constituyente.
En esta década, se revaloró el proceso de democratización y participación y el papel de los gobiernos institucionales se vio tensionado. Las personas, convertidas en números, público o consumidores, fueron volviendo a su estado de conciencia ciudadana, expresando su parecer sobre el devenir del país.
Sin duda que fue una década compleja para las instituciones que no aquilataron los cambios que se estaban generando, muchas de ellas coaptadas por intereses individuales o corporativos. Así, el mundo institucional pasó estos últimos 10 años sin tener una visión, estrategias, objetivos ni prioridades claras.
La vida económica se convirtió en un aspecto central del debate social. Así, la dignidad, la igualdad y la democracia pasaron por análisis económicos y cuotas de poder, abriendo la puerta a respuestas cada vez hasta extremas que reflejan fundamentalismos y nacionalismos exacerbados. Responsabilizando por el éxito y el fracaso de esta década a ciudadanos que fueron invisibilizados y sometidos a las presiones de un modelo de consumo que prometía el camino a la felicidad.
En esta nueva etapa tendremos que apostar por procesos más reflexivos, respecto de nuestro desarrollo cultural y político. Esto nos llevará, quizás, a elegir el camino más largo, prefiriendo lo complejo a lo simple, lo lento a lo rápido, en pos de una sociedad más inclusiva y justa para todas y todos.
José Albuccó, académico Universidad Católica Silva Henríquez