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Copiapino presentó módulo dispensador de agua purificada

INNOVACIÓN. Actualmente cuenta con cinco máquinas instaladas en tres condominios de la capital regional.
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Ragua, es la marca del innovador dispensador de agua purificada creado por el emprendedor copiapino Felipe Donoso, quien vio una oportunidad de negocio en la necesidad los atacameños de adquirir agua envasada para su consumo. Este proyecto fue ganador del Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE) de Corfo y patrocinado por la Incubadora de Negocios Chrysalis.

Donoso acaba de inaugurar su nuevo módulo en el Condominio Valle del Inca de Copiapó, el cual para funcionar cuenta con la integración de diversas tecnologías y, además, utiliza energía solar para la iluminación del módulo. La máquina dispone de tres formatos de venta de 20, 10 y 5 lts. y se paga en efectivo, pero pronto contará también con pago a través de tarjetas de débito.

"Ragua consiste en utilizar plantas purificadoras compactas, es decir, fábricas de agua purificada para la comunidad que funcionan las 24 horas del día y se ofrecen para satisfacer las necesidades de agua de condominios. Estas plantas son de última tecnología, cuentan con ocho etapas de purificación y dos de desinfección, además incorporamos energías renovables y utilizamos el agua de rechazo para riego" dijo su creador.

En tanto, Manuel Nanjarí, seremi de Economía indicó que "queremos que fruto del ejemplo de Felipe y su equipo podamos motivar a más jóvenes para que logren desarrollar sus emprendimientos a través de las herramientas de fomento que dispone Corfo y propongan ideas innovadoras que apunten a dar solución a problemáticas o necesidades que tiene nuestra región".

Mientras que la directora regional de Corfo, Silvia Zuleta comentó que "es una iniciativa que tiene grandes proyecciones, no sólo en Copiapó, de hecho, ahora ya hay una máquina Ragua en Serena. Este tipo de proyectos son los que nos interesa impulsar, los cuales a través de una solución innovadora dan respuesta a una problemática de primera necesidad con altas proyecciones de crecimiento".

Expertos abordan el proyecto "El que baila pasa"

ESTUDIO. En la Cámara Alta se aprobó una indicación en el marco del proyecto Ley Antisaqueo, la cual busca multas e incluso penas de presidio. Parlamentarios dicen que no se debe obligar a alguien a realizar una acción que no quiere. El abogado y profesor de derecho penal, Cristian Scheechler comentó que ya existen medidas para sancionar estos hechos y advirtió una "inflación penal".
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La Comisión de Seguridad Pública del Senado aprobó este lunes una indicación en la cual se tipifica la práctica conocida como 'el que baila pasa' como un delito, esto en el marco de la discusión por el proyecto Ley Antisaqueos. Al respecto, el abogado y profesor de derecho penal Cristian Scheechler indicó que la medida es innecesaria, dado que el código penal chileno ya cuenta con herramientas para sancionar ambos hechos (saqueo y bailar para seguir), como por ejemplo, "el delito de falta de coacciones o incluso el delito de amenazas". Además considera que con el proyecto "lo único que estamos haciendo es agregar más carga al sistema y eso se llama inflación penal".

Mientras que el senador (UDI) Víctor Pérez, quien participó de la Comisión, dijo a la página del Senado que "siempre hay una intimidación. Cuando una persona ve una barricada, tiende a alejarse. Ahora cuando alguien obliga a otro a bajarse de su auto para bailar y si se niega, se le amenaza con violencia, estamos hablando de una intimidación mucho más directa porque esa persona se termina sintiendo humillada".

Antecedentes

Hace dos meses comenzó el estallido social en Santiago, movimiento que se trasladó también a las regiones del país. En ese contexto surgió el denominado "El que baila pasa" que consiste en que manifestantes que transitan por la ruta (impidiendo así el paso de vehículos) le piden por medio de cánticos y gritos a los conductores que bailen para poder pasar.

Por ello, comenzaron a viralizarse por las redes sociales videos de personas que se bajaban de su vehículo para bailar junto a los manifestantes, aunque también hubieron conductores que expresaron su rechazo frente a la manifestación.

Sin embargo, lo que comenzó como una manera más de movilizarse, en un futuro puede ser penado, debido a que en la discusión en torno a la Ley Antisaqueo, se aprobó la medida que señala que los involucrados en "El que baila pasa" arriesguen multas económicas y también penas de presidio menor, las que van hasta los 541 días de cárcel para quienes impidan el tránsito por medio de la violencia o amenazas.

Sobre el tema, Cristian Scheechler, abogado y profesor de derecho penal de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica del Norte sede Coquimbo, comentó que "el problema mayor que veo, particularmente del actual Gobierno, en materia político criminal, desde el estallido social, es que se está legislando y se está acentuando algo muy nefasto que se ha visto en los últimos gobiernos en Chile y en los países occidentales, que es legislar para la galería, legislar de acuerdo a la prensa, legislar de acuerdo a cuestiones muy coyunturales".

Agregando que "los delitos en sí, son hechos a los que el derecho le asigna, el más importante castigo, que es la pena, sobre todo, la pena privativa de libertad. Un incumplimiento de contrato, un incumplimiento de obligaciones civiles no genera una pena de un delito así, entonces eso lleva al Gobierno a la obligación de tipificar como delito, conductas que sean particularmente graves primero, y cuando existe un acuerdo social, más o menos importante, de que es necesario transformarla como delito".

El que baila pasa

En relación al 'el que baila pasa' el docente y abogado explicó que "puede tener un desvalor social, que uno podría decir, ¿por qué se le impide a una persona circular, cuando tiene el derecho de hacerlo?, entonces que ese hecho pueda ser considerado como delito, podría, pasar un mínimo, y diría, en términos muy coloquiales, sería como un cuatro raspado, la calificación".

Sin embargo, el experto dijo que no es necesaria la normativa que tipifique como delito 'el que baila pasa', dado que "en el código penal chileno, ya hay, tipos penales con los que se podría sancionar eso, como el delito de falta de coacciones o incluso el delito de amenazas, entonces, si el ordenamiento jurídico, ya le entrega a los jueces y a las policías, herramientas para esto, se hace absolutamente innecesario, que el legislador proponga un nuevo delito, de que el baila pasa (...) el legislador no puede estar a cada rato, imponiéndonos delitos, y pasa algo similar con los saqueos. Nuestro código penal, está repoblado de delitos patrimoniales".

Cristian Scheechler fue enfático en mencionar que el hecho de que "todo lo reprochable sea a su vez sea delito, es nefasto porque además, lo único que logra finalmente, es sobresaturar un sistema que ya es amplio y que lleva justamente a la opinión pública después a decir, que porqué los juicios se demoran, que porqué no se persigue, porque los recursos son limitados, para investigar y para juzgar y si se tipifican conductas como estas, lo único que estamos haciendo es agregar más carga al sistema y eso se llama inflación penal".

Visiones

En tanto el sociólogo César Trabuco señaló como un error el proyecto y la indicación mencionada, ya que a su juicio, "hay un error en legislar sobre caliente, que quiero decir con esto, que la inmediatez en legislar respecto de esto, no siempre es bueno, hay que tomar un poquito de distancia. Llegar a precisar un acto específico como este y penarlo, parece una exageración, al lado de la negligencia en consignar figuras precisas por ejemplo en torno a colusión, evasión, que son los fenómenos, los delitos que hoy la gente está repudiando".

Trabuco expresó que "hay mucha facilidad para penar un acto como 'el que baila pasa', que es absolutamente coyuntural, esto va a desaparecer apenas terminen las manifestaciones obviamente, pero sin embargo no se está dispuesto a legislar con mayor precisión temas de colusión, de evasión, que sí tienen persistencia en el tiempo, entonces aquí hay una desigualdad, en el acto de legislar".

Consultado respecto a dónde surge esta intervención, el sociólogo indicó que "creo que está hecho en un sentido metafórico, en lo que pasa en las autopistas, que para pasar, tienes que pagar peaje, aquí, cuando la ciudadanía se apodera de una calle, el peaje no es el dinero, sino un gesto, que es pedir que bailes, es una metáfora de cómo para circular por las autopistas de este país tú tienes que pagar peaje cada ciertos kilómetros".

En tanto, Emilio Díaz, presidente de la CUT provincial Copiapó, quien también es miembro de la Mesa de Unidad Social opinó que la medida es liviana y que no es lo que se está buscando.

"Creemos que es una medida muy paliativa, en ese sentido se está buscando eliminar cualquier tipo de artimaña que tengan los trabajadores para poder manifestarse (...)", concluyó.

Al respecto el senador (PPD) Felipe Harboe comentó a Radio Bío Bío el pasado lunes que con "El que baila pasa" "se está obligando a una persona bajo amenaza a realizar una acción que no necesariamente quiere hacer".

Agregó que "hoy día es la exigencia de un baile, mañana puede ser otra exigencia".