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El retrato menos idílico de la maternidad

Por primera vez traducida al castellano, la neoyorkina Jane Lazarre es una voz importante del feminismo. Así lo demuestra con "El nudo materno" (The mother knot, 1976), un libro autobiográfico sobre ser madre.
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Su obra "El nudo materno" acaba de ser publicada en español. Y desde que se editó en inglés la autora ha dicho en numerosas oportunidades que "la maternidad es una metáfora de la condición humana", una sentencia que usa para abarcar el enorme impacto que tiene sobre nuestra existencia la experiencia de la crianza.

"El nudo materno" aborda desde su propia memoria, descarnada y tierna, esa precisa ambivalencia que caracterizaban sus días como joven madre. "El nudo" es un entramado de contradicciones y culpas, que en un momento fluyó desde el odio al amor y de vuelta. Fricciones entre realidad y expectativas.

La imagen de una mujer paciente y plácida, que extiende con total dominio sobre su cría un saber que le viene dado por naturaleza e instinto, se modula en el libro junto a las violencias y desgarros anímicos por los que sube y baja la madre frustrada con tantas exigencias y culpas.

En el ambiente protegido y pulcro, donde la maternidad es idilio y belleza entre nubes, las frases resueltas y cruelmente ciertas de la autora, sobre asuntos que a lo más se susurran o se piensan en el sótano de la mente, constituyen una clara muestra de solidaridad femenina. "Si hubieran historias más honestas sobre lo que significa ser madre, las mujeres se sentirían menos culpables", dice Lazarre.

El libro consta de cuatro capítulos: "Nacimiento", "Madres y padres", "Niños" y "La dama oscura". Su prosa es colorida, ágil y confidente. Muchas observaciones son estacas mentales que cualquier ser humano lleva clavadas cuando se enfrenta a la crianza.

Honradez

"Pensé que nunca debería haber tenido un hijo. Si al menos alguien me hubiera dicho en qué consistía, me lo habría ahorrado y ahora estaría a salvo. ¿De dónde había salido ese ser sin igual de una fuerza titánica, que bramaba incomprensiblemente y sorbía de mi pecho hasta consumirme? ¿Quién era él en realidad y con qué autoridad se había ganado el derecho a dominar mi vida?". Así se pregunta la extenuada protagonista frente al demandante recién nacido que desafía a su nueva identidad de madre primeriza a comportarse como "una buena madre".

Una de las partes más viscerales, y quizás más poéticas, surge en los primeros días de crianza. Cuando los límites entre el cuerpo de la madre y de la cría aún no están tan claros. Días de leche y miradas desenfocadas. Y el dolor, la sangre y las heridas del parto también las recuerda como insoportables. Momentos de pesadilla que contienen un destilado de vida.

Lo social también se dibuja en esta memoria. Por ejemplo, en la plaza, le confiesa a otra madre: "Yo daría la vida por él -recalqué-. Todas esas películas sobre mujeres sorteando tanques entre balazos para salvar a sus hijos son reales. Sin duda prefiero morir a perderlo. Supongo que esto es amor -dije estremeciéndome, y después nos echamos a reír-, pero ha destrozado mi vida, y solo vivo pensando en cómo recuperarla dije para terminar, pues sin la segunda parte de la frase, la primera era una pérfida mentira, una mentira que juramos desterrar para siempre."

Reflexiones sobre la pareja y el amor, certeras y crueles casi siempre, aparecen en las zonas de la intimidad. Por ejemplo, la mujer piensa sobre su desaliñado atuendo: "¿Para qué vestirme -pensaba con desazón-, si cada tres horas tengo que cambiarme y darle de mamar? ¿Para qué peinarme si me impregnará la melena de babas en un segundo; si los churretes de caquita acuosa, húmeda y pestilente resbalarán por la tela de mi camisa; si mis hombros lucirán las manchas blancas de sus triunfantes eructos como esos galones dorados y esplendorosos de los militares?".

"La maternidad no es sólo una experiencia íntima, sino también política", ha dicho la autora Jane Lazarre.


El nudo materno

Jane Lazarre

Editorial Las Afueras

272 páginas

$23 mil

Por Amelia Carvallo A.

Novelista y ensayista estadounidense Jane Lazarre ha tomado el camino de las memorias para retratar temas como la maternidad, el racismo y el cáncer. Docente de la Universidad de Yale y del City College de Nueva York, reflexiona en periódicos y revistas sobre ser una feminista de raíces judías, o la esposa de un afroamericano y madre de dos hijos.

'¿De dónde había salido ese ser sin igual de una fuerza titánica, que bramaba incomprensiblemente y sorbía de mi pecho hasta consumirme?'

'¿Para qué vestirme -pensaba con desazón-, si cada tres horas tengo que cambiarme y darle de mamar? ¿Para qué peinarme?'.

gloria_solsona