Secciones

Juan Luis Salinas, autor de "El peso de la sangre".

En resumen

E-mail Compartir

-¿Cómo fue el proceso de escritura?

-Fue enriquecedor y desgastante. No quería ensayar el papel de víctima, solo relatar cómo un virus cambió a una sociedad y evidenció la indiferencia de los sistemas de salud, además de terminar en tres décadas con la vida de más 32 millones de personas en el mundo. Eso es muy doloroso de narrar. Especialmente cuando muchos de ellos para mi ya tenían nombre, cara y sabía en las condiciones que habían muerto. Había días en que sentía que escribía con el fantasma de los muertos en mi espalda.

"El peso de la sangre" (Debate) es un libro del periodista Juan Luis Salinas. Una narración sobre el Sida, escrita en primera persona por alguien que vivió la enfermedad y que llegó a tener un riesgo vital de un 90%. Esta historia se basa en su propia experiencia y en una investigación que duró cinco años.

-¿Qué fue lo que más te impactó?

-Fue terrible que quemaran la cama del primer diagnosticado en Chile o que algunos hospitales emitieran circulares para no admitir personas con el virus a fines de los 80. Hubo vecinos que se opusieron a que instalaran centros de acogida cerca de sus casas y en algunos hospitales los diagnosticados hicieron ollas comunes para alimentarse. En Chile algunas mujeres fueran esterilizadas solo por ser seropositivas. Y en Republica Democrática del Congo las familias abandonaron hijos seropositivos por "malditos".

-¿Qué te gustaría que provocara este libro?

-En los últimos años hubo un aumento de los casos de VIH entre menores de 20 en Chile. Todo el mundo se sorprendió. Incluso un periódico tituló: "La vuelta del sida". Yo me pregunté: ¿Dónde se había ido? Antes de iniciar la investigación y la escritura del libro, veía que aumentaban los pacientes en el centro de atención al que asisto, que no es público. Esa falta de respeto al virus es lo que me impresionó y me sigue impresionando, y esa falta de respeto es lo que me gustaría que el libro ayudara a terminar.

El periodista Juan Luis Salinas buscó las historias de este libro en distintas regiones de Chile.

3 preguntas

1

2

3

archivo del autor

"Watchmen": un misterio oscuro detrás de la máscara

El 15 de diciembre concluye la serie más ambiciosa de HBO, una adaptación del cómic de Alan Moore que ironizó sobre el rol de los justicieros enmascarados.
E-mail Compartir

El británico Alan Moore (autor de historietas, escritor, ocultista, anarquista) es responsable de "Watchmen", una serie de cómics publicados entre 1986 y 1987 que parodian el género de superhéroes a la luz de los totalitarismos del siglo XX. Alimentándose de referentes contraculturales como William Burroughs, la saga se ambienta en un mundo distópico donde los justicieros enmascarados, activos desde la década del 40, han trabajado para Estados Unidos.

En el universo paralelo de Moore, el país ganó la Guerra de Vietnam y Richard Nixon no cayó con Watergate. De hecho, los periodistas a cargo del caso, Bob Woodward y Carl Bernstein, fueron asesinados. Pero hacia 1985, en medio de las tensiones de la Guerra Fría, estos vigilantes no gozan de buena fama y viven escondidos.

Con el dibujante Dave Gibbons como aliado, Moore convirtió cada ejemplar en una caja de sorpresas y referencias político-culturales. Las historias contienen otras historias en un ejercicio de narrativa no-lineal y metalenguaje que sigue siendo muy elogiado. La revista "Time", por ejemplo, incluyó a "Watchmen" en su lista de las 100 mejores novelas de habla inglesa publicadas desde 1923.

La adaptación televisiva de HBO, que ofrece nuevos capítulos todos los domingos hasta el 15 de diciembre, es una idea del productor Damon Lindelof. Vale decir que no cuenta con el aval de Moore, férreo enemigo de las adaptaciones de sus obras, pero cobra sentido en los tiempos que corren.

La serie transcurre en el 2019, 34 años después de los eventos del cómic. Robert Redford (sí, el mismo) lleva 29 años siendo el presidente de Estados Unidos. Un grupo de supremacistas blancos llamado "Séptimo de Caballería" ha adoptado los escritos del vigilante enmascarado Rorschach (definido por Moore como "anticomunista y fuertemente nacionalista") para salir a las calles de Tulsa. La policía, dirigida por Judd Crawford (Don Johnson lejos de "Miami Vice"), también usa disfraces para proteger su identidad. La nueva distopía incluye a una agente que viste un hábito de monja (Regina King).

Lindelof tiene la osadía de construir un universo nuevo sobre las coordenadas del cómic y, principalmente, sobre su gran lema, robado del poeta romano Juvenal: "¿Quién vigila a los vigilantes". Lo importante es que respeta su espíritu y conjunción de estilos. El comienzo es, de hecho, impresionante: una recreación en blanco y negro del implacable ataque racista que tuvo lugar en Tulsa en el año 1921, cuando supremacistas blancos asesinaron a más de 300 personas. La serie va saltando en el tiempo a medida que abre subtramas y escenas complementarias. Como si fuera poco, el portal "peteypedia" aloja material complementario que permiten ampliar el universo de la pantalla.

"Watchmen" es ambiciosa como pocas producciones televisivas. Tiene un aire a "serie total". A medio camino entre el entretenimiento y la reflexión sobre nuestros tiempos. Y una banda sonora perfecta a cargo de Trent Reznor, ese músico oscuro que, a la cabeza de su banda Nine Inch Nails plasmó las grandes pesadillas globales de los 90.

Jeremy Irons encarna en la serie a Ozymandias, uno de los personajes originales de moore.


en resumen

"Watchmen" es una serie de 9 capítulos, inspirada en el comic creado por Alan Moore. Se puede ver a través de HBO todos los domingos y llega a su fin el próximo 15 de diciembre.

Por Andrés Nazarala R

imdb