¿Por qué se habla de lumpen?
Por estos días, la opinión pública ha estado utilizando una palabra para describir a quienes cometen destrozos y saqueos durante las manifestaciones sociales. Se trata del germanismo lumpen, cuya raíz etimológica (Lump) data del siglo XVI, de donde deriva Lappen (trapo/ harapo) y cuya declinación -Lumpen- sirve para describir literalmente a los harapientos; a los sinvergüenza, mendigos, vagabundos y ladrones que viven al margen de la sociedad.
El equivalente español sería el pícaro, de ahí la novela picaresca que data del mismo siglo. En el caso chileno, es semejante al vagabundo, peón y gañan de la época colonial.
En el siglo XIX, Marx y Engels utilizaron el concepto Lumpenproletariat para describir a la masa pobre carente de toda conciencia de clase, enemiga del proletariado y herramienta de la burguesía y la aristocracia. En 1852, les sirvió para explicar el golpe de estado de Napoleón III, el que utilizó a dicha población para comenzar con el Segundo Imperio francés. Luego, la conceptualización marxista penetró en la sociología sirviendo para describir a las personas marginales o más bien a los marginados, aunque no necesariamente para explicar el ascenso de algún régimen.
Hoy, tras el estallido social de octubre, se emplea la palabra con irresponsabilidad, puesto que se ha dicho que el lumpen es dirigido y organizado con algún propósito, tesis que estaría adherida a las raíces más antiguas del marxismo y que denotaría el inminente final de la democracia.
De abstenernos de esta teoría, estaríamos hablando de una masa amorfa de individuos marginados que salen a destruirlo todo, sin organización y sin propósito más que la devastación y el beneficio propio. Por supuesto, en el siglo XXI no podemos decir que se trata de vagabundos, gañanes o pícaros, sino que, de problemas como la baja escolarización o la pobreza multidimensional, dificultades que, por ejemplo, tienen los niños y jóvenes del SENAME, donde según estadísticas de aquella institución (2018), el 48% de ellos poseen retraso escolar, 36% no asisten a la escuela, 55% tienen problemas de salud mental y de donde proviene uno de cada dos reos penitenciarios (Fundación San Carlos, 2017).
Entonces, en un ejercicio de responsabilidad debemos preguntarnos: ¿quiénes componen el lumpen? Tras entenderlo, no podemos permitirnos hablar de ellos sin un compromiso. De no estar dispuestos a comprometernos, mejor no pronunciar esta palabra prestada y antigua.
Felipe Orellana O. Centro de Investigaciones Históricas U. San Sebastián
Frente Amplio
Después de ver hoy como el Frente Amplio comienza a desgranarse por diferencias de opinión por el Acuerdo Constitucional, trae a la memoria las palabras que dijo Florcita Motuda, pasada la última elección presidencial, en donde su candidata Beatriz Sánchez no pasó a segunda vuelta. "Quizás qué c... hubiera quedado, por suerte no salimos" (sic)
Luis Soler
Inclusión y deudas de demandas sociales
La inclusión y el desarrollo del aprendizaje de nuestros niños es también un hecho al que hay que gestar, mirar y responsabilizarse en miras a un mejor desarrollo de la humanidad y nuestro país. Deuda también histórica que en el marco de las demandas sociales ha tenido poca visibilización.
Padres con niños de diagnósticos diversos como Autismo, Síndrome de Down, etc, han convocado a marchas desarrolladas en contextos familiares que en resumen implican una mirada al sistema de salud y de educación que los incluya, facilite el acceso farmacológico y terapéutico e implemente medidas concretas en estos aspectos.
No es posible que niños con estas condiciones, no puedan ir a escuelas "comunes" y más aún no se les entienda como sujetos de derecho y con capacidades que puedan aportar a su sociedad.
Lamentablemente, nuestros pequeños en Chile poco y nada tienen que ver con cruzadas porque es la propia vida a la que tienen que hacerles frente, junto a sus familias, para acceder al sistema de salud, con numerosas terapias y enfrentarse a diario con un sistema escolar que no los considera tal y como se presentan en sus capacidades.
Claudia Figueroa, académica Escuela Fonoaudiología U. Andrés Bello
Uruguay
Seguramente el Gobierno izquierdista de Maduro, con el apoyo de Cuba, ya tiene definido el día que se iniciarán las violentas manifestaciones de bienvenida al nuevo Presidente de Uruguay, el derechista Luis Lacalle Pou. Uruguay vive en paz, por tener un Gobierno afín a Maduro.
Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent, analista político militar