La industria de los videojuegos sigue creciendo a pasos agigantados y parece no detenerse. La industria ha sido líder mundial en los últimos años logrando superar al decaído mercado discográfico y al cine con cifras exorbitantes. En 2016 acumuló ventas por 90 mil millones de dólares sumando todos los dispositivos y Hollywood casi 40 millones de dólares. El año pasado los videojuegos proyectaban ganancias por cerca de 140 mil millones de dólares.
Chile no se queda atrás con un crecimiento que se estima del 17% el año pasado y que en términos de videojugadores cuenta con 2 milllones solamente esports, sistema multijugador en que participan de campeonatos como un equipo... con diferencias que deben ser tomadas con atención.
En el país Messi y Ronaldo siguen siendo referentes, pero puede que en el mediano y largo plazo ya no lo sean, replicando lo que sucede en China donde la popularidad corre por parte de "gamers", como es el caso de "Doinb" y "The Shy", el primero con 4 millones de seguidores y el segundo con 1,4 millones.
Hoy en Chile seguramente la mayoría de los adultos desconocen esos nombres, pero ese no parece ser el problema, sino no saber el efecto de ellos y los videojuegos en los hogares.
Y es que el proceso adictivo puede sacudir, con las lógicas diferencias, en Asia, Chile y otros lugares, lo que debe abrir interrogantes en torno al status actual de adicciones en niños, jóvenes y adultos con los videojuegos.
Lejos de demonizarlos, la tarea parece ser el reconocer que en cualquier dispositivo ya sea consola, celular, tablet y otros pueden encontrarse y que van a ser parte de alguna u otra forma en la vida diaria. El punto es concientizar que como todo exceso, pueden producir graves consecuencias.
El grado de conocimiento es tan ambiguo que se está lejos de regularlo como en China, donde hay restricciones de horario dado que es mirado como un problema de salud grave con muertes incluidas por estar varias horas tras una pantalla.
La "epidemia" en Chile no parece tener las mismas características, pero no por ello hay que dejar de estar alerta con las consecuencias físicas e incluso monetarias. Los videojuegos tienen una diversificación que quisiera cualquier industria, al punto que hay cientos de juegos del tipo online que son capaces de hacer gastar decenas o cientos de miles de pesos no en un solo pago, sino que de forma parcelada para por ejemplo tener un mejor personaje, características que no tienen los antiguos videojuegos en los que solo se pagaba de una sola vez.