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Desigualdades y descentralización

Mario Maturana Claro , Presidente Capítulo Regional Fundación Chile Descentralizado…Desarrollado, Claudia Peñailillo Cronoro, Periodista y Licenciada en Comunicación Social
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El proceso de descentralización que ha diseñado nuestro país y uno de cuyos hitos es la elección de gobernadores regionales en octubre de 2020, se encuentra de frente con las fundadas demandas de la ciudadanía que estamos experimentando y con el proceso que se inicia con el "Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución" y avanza hacia el establecimiento de un nuevo pacto constitucional, con participación ciudadana, por primera vez en nuestra historia republicana.

La pregunta que surge en este expectante escenario es: ¿qué pasa con el proceso de descentralización en marcha? ¿debe detenerse? ¿debe postergarse para una ocasión más propicia?

La respuesta es clara: no. Por el contrario, el fortalecimiento y un decidido avance hacia el logro de sus finalidades es una tremenda herramienta, que se suma al intento por lograr el conjunto de medidas que debe adoptar nuestro país para superar desigualdades en salud, previsión, educación, vivienda, transporte, infraestructura, etc. La mayoría de estas desigualdades, por no decir todas, se agravan cuando agregamos al análisis el componente territorial. En efecto, si hay dificultades con la provisión de salud, éstas son mayores en regiones apartadas del centro, donde faltan especialistas; si la calidad de la educación pública ha decaído, los logros del sistema de nuestra Región la ubican en el último y a veces en el penúltimo lugar, en los último treinta años; si se critica el sistema de transporte público en el área metropolitana y en las grandes regiones, en la nuestra contamos con servicios de micros y colectivos, que aumentan la congestión y la contaminación de un parque automotriz en expansión y una infraestructura vial urbana estrecha, falta de semáforos y señalización. Suma y sigue.

Es el momento de fortalecer y acelerar el proceso de descentralización política, administrativa y fiscal, de manera que los territorios nos hagamos cargo lo antes posible de impulsar nuestro desarrollo. Para ello, necesitamos más información ciudadana, claridad sobre los recursos con que contará el gobierno regional democrático descentralizado y la creación de las condiciones que aseguren gobiernos regionales eficaces.

En ese orden, debemos aplaudir la decisión de SUBDERE, de apoyar el estudio para un Centro de Pensamiento Estratégico Territorial para Atacama, y transferir la experiencia a otras regiones, órgano entre cuyas finalidades está proporcionar a los gobiernos regionales información estratégica focalizada en el territorio, para fijar políticas basadas en evidencia.


Basta de herirnos

Ni la pobreza, ni la riqueza, ni la carencia ni la abundancia. Nada es absolutamente perfecto o condicionante para que las situaciones obedezcan a alteraciones irracionales o imperiosamente ideales. ¿A qué me refiero? A la convivencia entre personas que se aferran a sus propios dogmas y creencias; a su condición privilegiada o de desamparo y opresión. ¡Basta ya!

Las sociedades se construyen de un sinnúmero de clanes de diversos colores, ideologías y etnias, por eso no pueden ser perfectas en su manejo, ya que cada cual responde a sus propios ideales y sueños. Así somos y así debemos aceptarnos y crecer fortaleciendo nuestras insuficiencias con el otro, complementándonos en capacidades.

Cada vez que existe mezquindad pese a poseer bienes materiales o, cada vez que renace un resentimiento entre quienes se conciben agraviados por la sociedad, estamos ante un crudo escenario con un eje inestable. Quejarnos por los que otros hacen o dejaron de hacer desde la comodidad de nuestro entorno, no es contribuir con la solución sino más bien es naufragar sin timón en una espera casi inerte.

Basta de herirnos, de querer que sean otros los que cambien y no ver que somos tan imperfectos como cualquiera. Seamos honestos y humanos, démonos la mano para levantarnos, ofrezcamos gratitud y alegría como bastión de mando en nuestro propio caminar, porque desde pequeños gestos podemos cambiar el día a día por algo mucho mejor.

Velemos por nuestro territorio sin intentar reproducir lo que otras naciones tan distintas en idiosincrasia ejecutan. Seamos constructores con manos limpias, con el aporte único de los niños y los jóvenes, sin olvidar la experiencia fascinante de los adultos mayores. Mirémonos a los ojos sin odios, sin miseria de espíritu, porque tú eres tan importante como yo. Aquí, en el entorno donde vivimos vamos a tener las mismas oportunidades que cualquiera, los mismos deberes y derechos, las mismas igualdades. Estamos en construcción, por eso basta de herirnos, basta de temernos, porque hoy es tiempo de levantarnos orgullosos de lo que somos.