Ayer, la Estatua de la Minería y la pileta de la Plaza de Armas de Copiapó aparecieron con rayados, pintura roja, restos de velas y carteles pegados con fotos y nombres que recuerda a las personas que han perdido la vida en el contexto de las manifestaciones, tras el estallido social que se vive hace unas semanas en el país. Al igual que las otras estatuas del lugar, las que también han sido rayadas.
La situación no pasó desapercibida en las redes sociales, generando reacciones divididas entre quienes aplauden el acto y otros que lo consideran inapropiado.
Consultado sobre el hecho, Guillermo Cortés, director del Museo Regional, se pronunció al respecto señalando que no es de sorprender que este tipo de actos se lleven a cabo. "Entendemos que a lo largo de toda la historia, cada vez que hay revoluciones y estallidos sociales los monumentos públicos son atacados, vandalizados. Basta recordar lo que pasó con las estatuas de Sadam Husein en Irak, tras la intervención de Estados Unidos, lo que pasó con la estatua de Shefshenco en Rumania, lo que pasó en la Revolución Francesa y así una larga serie de hechos".
Además que "entendemos que así es y que en los estallidos sociales se ataca aquellos símbolos que representan el establishment, estatus quo. En este caso malamente, ya que la estatua es una alegoría a la minería de Atacama".
No obstante, Cortés explicó que "vemos con preocupación que se ataquen estos monumentos porque de alguna manera representan al conjunto de la población de Atacama (...) Estamos organizados como el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y tenemos estrecha comunicación con la Bidema, con quienes ya conversamos sobre el incidente".
Restauración
En cuanto a la reparación de la estatua de la minería, el director del Museo Regional comentó que "se puede hacer una restauración a la pieza, que tiene que ver con limpiarla de tal forma de no generarle ningún destrozo. Pese a que la pintura penetra bastante, es menos dificultoso que otro tipo de trabajos de restauración".
Respecto al costo que tendría dicho trabajo, Cortés estimo el gasto en "unos $10 millones aproximadamente, no es barato por los insumos que hay que traer y ese tipo de cosas".
Historia
La Estatua de la Minería representa a una mujer vestida con una toga a la manera de los antiguos griegos, sosteniendo un mazo minero, está hecha de mármol de carrara y se ubica sobre una base también de mármol en la que destacan cóndores, gárgolas y el escudo nacional. Todo esto dentro de una pileta del mismo material.
La fuente de la Plaza de Armas es de estilo neoclásico y fue esculpida por los artistas franceses Mili y Rousseu del taller Durand Vossy, y llegó desde Francia a la capital regional el año 1963. El año 1993 la fuente fue declarada monumento histórico por sus méritos artísticos y su valor patrimonial.
Sobre el valor de la estatua, la gestora cultural Yuviza Osorio comentó que el mármol de carrara "es traído de la zona de Toscana, Italia y se encuentra extinto. La escultura data del siglo XIX por lo que tiene un valor patrimonial importantísimo, es reconocida por la Ley de Patrimonio Cultural así que espero que el peso de la ley caiga cuando sean identificados quienes provocaron este sacrilegio contra nuestras esculturas".
Bidema
Igualmente, Iván Contreras, comisario de la Brigada Investigadora de Delitos Medio Ambientales y contra el Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI en Copiapó, hizo un llamado a la ciudadanía para proteger los monumentos nacionales, manifestando que "estos son un patrimonio de Copiapó, tienen que ver con la cultura de Copiapó".
En cuanto a las penas que arriesgan quienes sean identificados como responsables por los daños a las estatuas, Contreras explicó que estos "serán condenados por el artículo 38 de la Ley de Patrimonio Cultural que dice el que causare daños a un monumento nacional o afectara de cualquier modo su integridad será sancionado con la pena de presidio menor en su grado de medio a máximo y la multa de 50 a 200 Unidades Tributarias Mensuales (UTM)".