Secciones

Gracia Obach, gestora cultural

En resumen

E-mail Compartir

-¿Por qué remodelar el Museo de Aeromodelismo Juan Francisco (MAJ) de Olmué?

-Cuando me vine a vivir a Olmué uno de las primeros lugares que visité fue el museo de Aeromodelismo. Ahí me encontré con Marcelo Corral, su director, un apasionado de la aviación que a pulso, ha levantado este espacio para el aeromodelismo y la aviación. Yo creo en los museos y en su rol de encuentro e identidad, entonces le ofrecí trabajar en conjunto para otorgarle un guión al museo. Marcelo aceptó. Y un Fondart permitió dar este primer paso.

-¿Cual es la importancia de un museo para un pueblo chico?

-La piedra angular del MAJ es educar. Olmué es un pueblo chico que ha extendido sus brazos a los colegios y a los turistas que vienen a La Campana. Desde el aeródromo despegan aeroplanos y los niños tienen la oportunidad de educarse en el aeromodelismo, peldaño directo hacia la aviación. Algunos alumnos del MAJ son pilotos civiles o se encuentran en camino a ser pilotos. Por esta razón se hizo necesario remodelar el MAJ y mostrarlo de manera más docta.

-¿Que réplicas de aviones curiosos encontrará quien visite el MAJ?

-Modelos como el avión francés Bleriot XI y el planeador alemán Minimoa, que fueron unos de los primeros aviones llegados a Chile. Además se pueden apreciar modelos de la II Guerra Mundial y aviones categoría acrobática, como modelos a escala de aviones reales y también de diseño específico para Aeromodelismo. Se encuentran en el MAJ varios modelos construidos por los alumnos que asisten a los talleres, algunos incluso en proceso de construcción.

Gracia Obach impulsó la remodelación del Museo de Aeromodelismo Juan Francisco.

3 preguntas

1

Gracia Obach es gestora cultural especializada en museos, master de la University College de Londres y una de las impulsoras de la remodelación del Museo de Aeromodelismo de Olmué. Trabajó en el área de programación del MAC, en el Hackney Museum (UK) y en el Polytech Festival de Moscú. En Chile, actualmente, asesora instituciones públicas y privadas.

2

3

archivo personal

El horror folclórico en tiempos de individualismo

La próxima semana se estrena la elogiada "Midsommar", el segundo largometraje de Ari Aster. La cinta se enfoca en una secta pagana sueca.
E-mail Compartir

Los elogios desmedidos que ha acumulado la película "Midsommar" (desde el 7 de noviembre en cines chilenos) a lo largo del mundo atentan en contra de su propia naturaleza. Esta no es una de esas propuestas cinematográficas que puedan inclinar la balanza hacia un consenso positivo, sino que más bien uno de esos filmes que dividen aguas. Porque el director Ari Aster ("Hereditary") compone un universo radical al que se puede entrar o simplemente quedar fuera. Vale decir que un referente capital y evidente es aquí "El hombre de mimbre" (Robin Hardy, 1973), uno de los grandes clásicos de "horror folclórico".

La película comienza en Estados Unidos, donde Dani (Florence Pugh), una joven estudiante de Sicología, debe lidiar con una tragedia horrible: su hermana asesina a sus padres y luego de suicida. Devastada, no tiene en el mundo a nadie más que a su novio Cristian (Jack Raynor), un tipo individualista que quiere terminar con ella desde hace tiempo.

Aster compone esta introducción con gran habilidad narrativa: a través de mails, conversaciones telefónicas y la participación de los amigos de Cristian, quienes preparan un viaje a Suecia con el fin de participar de unos rituales que se llevan a cabo cada 90 años en una localidad rural. Uno de ellos es sueco y desea que sus amigos conozcan la tierra de sus familiares. Otro de ellos, estudiante de Antropología, pretende aprovechar el viaje para su investigación sobre ceremonias paganas. Otro simplemente desea conocer chicas suecas como si se tratara de una fiesta.

Como Dani está tan deprimida, no podrán marginarla del viaje. Así, todos juntos se desplazan hacia la provincia de Hälsingland, en Suecia central. Para entrar en calor, Aster nos muestra una sesión colectiva de hongos alucinógenos que llevará a Dani a visualizar a sus familiares muertos. Luego, todos participarán de lleno en los rituales de la cultura Harga, como el suicidio de dos ancianos que se ofrecen como sacrificio, saltando desde un acantilado.

Con sus contrastes, "Midsommar" buscará la forma de desarrollar el terror en un contexto donde éste parece imposible de brotar: un paraíso de senderos verdes, gente amable vestida de blanco y rituales excéntricos.

Aster busca el preciosismo en cada plano. Juega con los colores, el contraste de la sangre sobre el blanco, los tonos de la naturaleza. Todo esto sobre un mundo extraño basado en una investigación real sobre sectas que consideran la vida como un flujo cíclico entre el hombre y la naturaleza. La contraposición del individualismo de los visitantes y sus relaciones falsas con la unión de los habitantes de Hälsingland tensiona cierta mirada crítica de Aster hacia nuestra cultura. Ese gesto termina por coronar una película jugada e irreverente que busca redefinir el género del terror contemporáneo.

La cinta es protagonizada por Florence Pugh, quien encarna a una universitaria marcada por la tragedia.


en resumen

"Midsommar"

es una de las películas de terror más aclamadas del último tiempo.

Por Andrés Nazarala R

Fotograma de la cinta