Padre José Aldunate Lyon
El sacerdote José Aldunate Lyon, fallecido el 28-9-2019 a los 102 años, hizo sus votos religiosos el 1-4-1935, comprometiéndose con la Compañía de Jesús. Teólogo e intelectual, fue director de la Revista Mensaje y educador. Consagró su vida en defensa de los sectores populares y oprimidos; en 1950, ayudó al padre Alberto Hurtado en la Acción Sindical Chilena.
De Superior de los Jesuitas en Chile, pasó a ser cura obrero, sin dejar la cátedra como profesor de moral. En 1973 militares allanaron su casa, llevándose libros y volúmenes de la Revista Mensaje; después se dedicó a defender a los perseguidos, asilando a personas, apoyando a familiares de detenidos-desaparecidos, participando en movimiento contra la tortura, denunciando el centro de torturas y exterminio de "Villa Grimaldi" y en su posterior recuperación como sitio de memoria.
En septiembre 1983, con 70 personas, elige un lugar en Santiago y, desplegaron lienzo que decía "Aquí se tortura". Los familiares, al inaugurar "Memorial en Huellelhue" el 11-9-2016, por las víctimas de la dictadura: Juanita Cofré Catril, Víctor Meza, Benjamín Bustos, Bienvenido Molina, Néstor Gallardo y Carlos Lorca, valoramos el merecido "Premio Nacional de los derechos humanos 2016" otorgado al cura obrero José Aldunate Lyon.
Derico Cofré Catril
Un Congreso más barato
Todos sabemos que en Chile no sobra el dinero y considerando que los partidos políticos dan la orden a sus respectivos parlamentarios como deben votar en el Congreso, y cuando llegan a desobedecer, les caen todas las penas del infierno, entonces lo más recomendable sería no perder un peso más en campañas políticas para cada candidato y en cada elección, de las cuales tenemos bastantes, entonces lo que correspondería es que el elector votara directamente por el partido político de su preferencia, sin individualizar nombres de candidatos y luego con el resultado final de la elección, dependiendo del porcentaje de votos que logra cada partido político en relación al total de los votos válidamente emitidos, se determina su peso especifico en las votaciones en el congreso, para la aprobación de leyes y otros.
Por lo tanto cada partido político tendría un porcentaje fijo y conocido por todos, con lo que al unirse con otros partidos, por ejemplo podría formar los "quórum" necesarios para determinadas aprobaciones, raya para la suma, tendríamos un Congreso bueno, bonito y lo principal muy barato, porque al final.
Estimado Director, solo bastaría con la presencia del respectivo presidente del partido político en el Congreso para votar, menos viajes dentro y fuera del país, menos asesores, menos arriendos de oficinas, menos celulares, menos autos, bencina, seguros y podría seguir...
Luis Enrique Soler Milla
El cura rebelde
En la década del sesenta, José Aldunate Lyon, fue Gran Canciller de la Universidad del Norte, designado por el Papa de entonces. En la Revista Norte que editaba la casa de estudios, el sacerdote jesuita publicó un artículo donde expone cambios en la estructura de la institución, incluida la elección participativa de sus autoridades, antes que la reforma de 1968 lo contemplara y determinara.
Llamó la atención ese planteamiento de avanzada en un mundo universitario nacional atosigado por grupos de poder que deseaban una universidad a su servicio, donde predominaban los pensamientos católicos y masónicos.
Su hermano, Carlos Aldunate, fue uno de los creadores de la Escuela de Comunicación Social, actual Periodismo, junto a Andrés Sabella en 1967, ya como rector de la universidad.
Tiempos donde la Compañía de Jesús se había transformado en detonante de acciones de propiedad de la tierra para los que la trabajaban, siendo precursores de la reforma agraria en 1962 en el fundo Los Silos de Pirque, de propiedad de la Compañía, liderada por el obispo Manuel Larraín.
En ese contexto emanado del Concilio Vaticano II se enmarcó la labor de José Aldunate en el contexto del asesinato del sacerdote Camilo Torres, en Colombia, ese crucial año de 1966.
En dictadura, Aldunate fue defensor de los derechos humanos, liderando protestas públicas en Santiago, cuando la iglesia católica se radicalizó siempre al lado de los perseguidos por los militares y civiles en Chile.
Recordamos que el sacerdote oblato español de la Norte, Antonio Mirabet, mantenía una gran fotografía de Camilo Torres en 1967 como mudo testigo de su posición que transparentaba en sus clases de Cultura Religiosa, como lo narro en mi novela-verdad "El Mundo está Cambiando" (Noviembre 2017. Editorial Plural de la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia)
En Copiapó, estuvimos a su lado en acciones frontales contra quienes atentaban contra los ciudadanos que no se doblegaban ante los opresores locales. Más de un homenaje debe plantearse al cura rebelde en el seno de la Universidad del Norte.
Osman Cortés Argandoña